La Galería RAB monta una exposición del artista visual Bruno Ramírez Acuña, son cerca de 20 piezas al óleo con algunas mezclas de acrílico en lienzos que van de pequeño al gran formato. En estos momentos en un contexto en que el clasismo sin tapujos, brota y se exhibe sin miramientos, la expos que lleva por nombre Vorágine aparece como un llamado a descubrir las cotidianidades ignoradas por aquellos que se regocijan en el clasismo y aspiracionísmo.
Ramírez Acuña recorre las llamadas periferias y los espacios marginales de la Ciudad para llevar al óleo, a aquellos que fueron llamados por algunos “nacos ignorantes”. Sus pinturas operan como capturas de esos espacios donde las llamadas “clases bajas” o “humildes” hacen su vida. Vorágine evoca un costumbrismo desde la urbe y para la urbe, en ella podemos observar desde Los Condenaditos, o Pedazos de Noche, nocturnals con pambazos y tortas, los tianguis como símbolos y territorios donde la vida se desarrolla para el Enigma Alimentario o simplemente para encontrar lo necesario desde las Segundas Manos.
La expo abre con una pieza que anuncia la justicia, ejecutada por el barrio en El que la Hace la Paga, un linchamiento popular al ladrón con el mercado como testigo. La pieza de inicio del recorrido nos recuerda aquellas prácticas del clasismo donde las pinturas y retratos al óleo estaban destinadas para la realeza o las altas burguesías. Esta práctica de alguna forma construyó un imaginario dentro del aspiracionismo en donde es importante adquirir una pintura, como elemento decorativo costoso, el cuadro al óleo como elemento de distinción. Bruno Ramírez Acuña no sólo se aleja de esa práctica y de esas lecturas, sino que las rompe, las retuerce, las mancha colocando en cuadro a aquello y aquellos que los pulcros y adinerados prefieren no ver, o prefieren ignorar.
La elaboración de los ambientes y el color en las piezas es envolvente, trazos y manchas llenas de energía; gestuales que atrapan la mirada y forzá al observador a rearmar formas desde capas y claroscuros, para llegar a luces y brillos, en escenas llenas de color y movimiento que son y narran la vida de la CDMX, antes DF. Podemos decir que Vorágine enfrenta al hábito del centralismo hegemónico, que gusta de negar la existencia, trascendencia e importancia, de poblaciones que son la cultura misma.
Los lienzos de Bruno operan como pintura documental, que registra el marcado, los tianguis el barrio como espacios donde se es feliz, donde se vive, se sobrevive y se resiste. La expo tiene ese efecto de decir aquí estamos, aquí existimos, ven y mira.
Vorágine tiene una corta estancia en la Galería RAB, no pierdas la oportunidad de ver una más que interesante propuesta. Podrás visitarla hasta el 3 de julio de lunes a viernes de 12:00 a 19:00 hrs
RAB, Dr, Enrique González Martínez, Sta. María La Ribera, CDMX.
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