Texto: Mario Valencia, Carlos Miranda, Erick Padrón y Gustavo Azem
El Vive Latino 2025 finalizó. Uno de los eventos multitudinarios más importante de América Latina cerró su edición 25 con un chingo de música de primera calidad y bandas que pasará mucho tiempo para que volvamos a tenerla sobre el escenario este país, otras no tanto, pero siempre queda un huequito en el corazón cuando volvemos a casa. Desde MIKI hasta Las Víctimas del Dr Cerebro, pasando por El Haragán y Cía, División Minúscula, Aterciopelados o Mon Laferte, lo sucedido en en Autódromo se hablará por varias semanas.
Lo mejor de todo es que se hablará de ello con mucho entusiasmo porque, como todos los años, la organización estuvo al nivel de los mejores eventos internacionales de todo el mundo, destacando no solo por su oferta musical y execelente sonido en la gran mayoría de los shows, también porque el ambiente estuvo muy pasado de verga. Hablemos, entonces, de los momentos más destacados.
Vive Latino 2025, nos veremos pronto en el rocanrol
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MIKI
Dentro del rock mexicano hay toda una corriente de punk rock y pop punk que no ha tenido la justicia necesaria en de los grandes festivales nacionales. Por ello, el concierto de MIKI fue la oportunidad perfecta para verlos en el escenario, pues invitó a colaborar a sus compitas de Blnko, San Venus o Pedro y el Lobo.
El mexicano demostró que es una generación que está lista para enfrentar cualquier escenario que les pongan, pues se junto bastante gente, quienes estuvieron muy animados todo el tiempo, reventándose su madre en el slam o cantando a todo volumen canciones como “Empastillado”, “Un minuto”, “Cambio de actitud“, entre otros tantos.
Los Concorde
Volvió a los escenarios una de las bandas más importantes del rock alternativo en México. A pesar de que tienen muchos otros proyectos, este en especial es muy querido por los fanáticos de los integrantes Jonaz, Leo de Lozanne, Poncho Toledo y Mauricio Clavería.
Fue una presentación llena de mucha emoción y de gran nostalgia también, donde sonaron canciones de primer nivel como “Contigo”, “Love Is a Bitch” o “Rompecabezas“, pero también las nuevas como “Envenéname“. Demostraron con creces que su posición en la música nacional no es para nada circunstancial, ni tampoco se debe a su reputación individual, son una banda hecha y derecha que va por una segunda oportunidad.
Motel
El segundo día del Vive Latino trajo consigo un momento especial para Motel, una banda que, aunque estaba programada en 2006, nunca pudo subir al escenario. Diecinueve años después, su revancha se hizo realidad en el escenario Amazon Music, donde entregaron un show lleno de nostalgia y emoción. Desde los primeros acordes de “Morir aquí”, quedó claro que su regreso era un asunto pendiente con sus fans, quienes no dudaron en corear cada verso como si el tiempo no hubiera pasado.
El setlist fue un viaje directo a los recuerdos, con canciones que han sido tanto refugio en desamores como cómplices en historias de amor. “Cielos transparentes” y “Siempre tú” envolvieron el ambiente en una vibra íntima, mientras que “Olvídame” y “Lejos estamos mejor” demostraron que el pop rock de Motel sigue resonando con fuerza en los corazones de su público. “Dime ven” cerró su presentación con una ola de energía y agradecimiento mutuo, sellando un reencuentro que dejó claro que la espera valió la pena.
En su primera vez oficial en el festival, Motel no solo cumplió con una deuda musical, sino que también reafirmó su lugar en la memoria colectiva del pop rock mexicano. En medio de la celebración por los 25 años del Vive Latino, su presentación fue un recordatorio de que hay canciones que, sin importar el tiempo, siempre encuentran el momento perfecto para volver a brillar.
Música para mandar a volar
El Vive Latino celebró su 25ª edición con una propuesta que rompió barreras de género y desafió la identidad clásica del festival. “Música para mandar a volar”, liderada por Camilo Lara, reunió a leyendas del pop, la balada y el rock en un espectáculo que quedará marcado en la historia del evento.
El espectáculo inició con Daniela Romo interpretando “Yo no te pido la luna”, desatando la euforia del público. Yuri continuó con “Maldita primavera”, transformando el Estadio GNP en un karaoke masivo. Napoleón aportó un momento de reflexión con “Vive”, mientras que María José rindió homenaje a Dulce con “Lobo”. Leonardo de Lozanne sorprendió con “Toda la vida” de Emmanuel, y Saúl Hernández ofreció una versión melancólica de “Tu cárcel” de Los Bukis.
El cierre fue un emotivo tributo a Paquita la del Barrio, recientemente fallecida, con Belinda interpretando “Rata de dos patas”. Esta canción, emblemática en la carrera de Paquita, resonó en todo el estadio, recordando su histórica participación en el Vive Latino 2015 junto a Genitallica. La presentación de “Música para mandar a volar” demostró que el festival sigue siendo un espacio sin prejuicios, donde diversos géneros musicales convergen para celebrar la música en todas sus formas.
La Lupita
La Lupita volvió a los escenarios y de manera especial, pero triunfal, lo hicieron en el Vive Latino 2025, justo después de la muerte del querido guitarrista Lino Nava, quien estuvo presente todo el concierto, pues fue su hija quien subió al ruedo para poner la guitarra en un atril. Nunca fue retirada. Emotivo a más no poder.
Pero también fue una de las presentaciones más poderosas que se les ha visto en los últimos años. Además de que regresó Rosa Adame a las voces, desempolvaron increíbles canciones de su repertorio como “Rey Leonardo”, “Pa’ Lariza”, “El Camello” o “Arre”, a las que se sumaron los clasicotes “Me Cae”, “El País de la lujuria”, Supersónico”, “Gavilán o Paloma”, “Paquita Disco”, además de “Contrabando y traición“.
Sin duda, La Lupita demostró que son una de las grandes bandas del rock mexicano. No le piden nada a nadie, ni a las denominadas leyendas como El Tri, El Haragán, Molotov o Caifanes, ni mucho menos a otras de la nueva ola. Su desmadre está definitivamente al nivel.
División Minúscula
Sin duda, estamos ante una de las mejores bandas del rock mexicano. Desde sus inicios, Javier Blake, Kiko Blake, Ricci Pérez y Alejandro Luque han demostrado ser tremendamente creativos, originales y excelentes músicos tanto en estudio como en vivo. Llegaron a revolucionar una escena punk rock en donde demostraron que se puede ser auténtico sin necesidad de estar copiando estilos.
Así llegaron al Vive Latino 2025, su séptima vez en el Festival donde han pasado por todos los escenarios, horarios y circunstancias. Esta vez lo hicieron para celebrar los casi 25 años de la banda, pues debutaron en el año 2001 con el discazo “Extrañando casa” del que lamentablemente no tocaron ninguna canción.
En cambio sonaron explosivos rolones como “S.O.S. Veneno es antídoto”, “Cada Martes”, “Un beso al aire y un tiro al pecho”, “Sismo” y “Voces”, pero también algunas más soft, pero igual de clásicas como “Las luces de esta ciudad”, “Tan fuerte tan frágil”, “Frenesí” o “Humanos como tú”. Una noche inigualable para los originarios de Matamoros, Tamaulipas.
Este concierto los deja con una vara muy alta dentro de la industria del entretenimiento nacional. La banda tiene un estatus global, pero en México estarían muy cerca de convertirse en grandes leyendas o clásicos jóvenes del punk rock, aclamados por mucho e inspiración de otros tantos.
El Haragán y Cía
De nueva cuenta a Luis Álvarez le tocó una tarea difícil ya que en la edición de este año del Vive Latino le tocó subir al escenario al mismo tiempo que otro de los actos esperados más esperados del evento, Zoe. Recordemos que en la edición del 2018, El Haragán también estuvo tocando a la misma hora de Gorillaz.
En esta ocasión vimos la carpa en donde tocó el Haragán con mucho más gente que hace 7 años por lo que había una buena expectativa previo al inicio de esta presentación. Luis salió con gran energía y con la determinación de aprovechar al máximo los 70 minutos que le fueron asignados por lo que el inicio fue con “El Chamuco”.
En esta ocasión Luis invitó a algunos músicos para hacer aún más especial la velada, en primer lugar hizo lo propio con el hijo del difunto Sax y juntos le rindieron tributo tocando “Kumbala” de La Maldita Vecindad. En este show también vimos a Andrea Echeverri de Aterciopelados en “Aburrida la Vida” y Rubén Albarrán de Café Tacvba en “Mi Muñequita Sintética”.
Por supuesto que otros clásicos como “Él No Lo Mató” y “A Esa Gran Velocidad” no pudieron faltar y fueron algunas de las canciones de las más coreadas por los cientos de fans que se reunieron para ver a El Haragán y Compañía.
Zoé
Si hay una banda que ha dejado huella en el Vive Latino, esa es Zoé. Con más de diez presentaciones a lo largo de los 25 años del festival, la banda de León Larregui se ha convertido en parte del ADN del evento. La noche del domingo, ante un Estadio GNP abarrotado, reafirmaron su conexión con el público, entregando un setlist que abarcó desde sus primeras etapas hasta sus temas más recientes, en un viaje sonoro que encapsuló su evolución. Desde el inicio con “Memo Rex” y “Vinyl“, canciones que no tocaban en años, quedó claro que esta presentación sería especial, con una selección de temas que apelaron tanto a la nostalgia como a la frescura de su sonido actual.
La magia de Zoé radica en su capacidad de hacer que cada canción se sienta como un viaje introspectivo y colectivo a la vez. “Vía Láctea” y “Paula” provocaron euforia en los asistentes, mientras que “Arrullo de estrellas” y “Labios rotos” se convirtieron en esos himnos que hacen que el público cante con los ojos cerrados y el alma expuesta. La energía subió con “Hielo”, “Azul” y “SKR“, temas que lograron una fusión perfecta entre su identidad más clásica y su sonido contemporáneo. Pero uno de los momentos más memorables de la noche llegó con “Luna“, cuando Denise Gutiérrez de Hello Seahorse! subió al escenario para acompañar a Larregui en una interpretación que erizó la piel de todos los presentes.
El cierre fue una catarsis total. “Soñé“, interpretada dos veces como parte del encore, desató una última ola de emociones en el público, que coreó cada palabra como si fuera la última vez. Zoé volvió a demostrar por qué son una de las bandas más importantes del rock mexicano, y por qué el Vive Latino sigue siendo su casa. En una noche llena de recuerdos y emociones, dejaron en claro que su legado no solo forma parte de la historia del festival, sino de toda una generación.
Keane
“¡Qué alegría estar aquí de vuelta!”, dijo Tom Chaplin en perfecto español al arrancar el concierto de Keane en el Palillo que para el inicio, ya lucía atascado. A un año de celebrar las dos décadas de vida de su debut, Hopes and Fears, en el Palacio de los Deportes, la banda armó un setlist especial que prosiguió tanto con esa gira especial, como un armado de sus mejores éxitos que fueron coreados con toda la melancolía del mundo para sanar heridas del pasado. Bien dramático el asunto.
Aunque nada se comparará a la emoción de haberlos visto en el Domo de Cobre rodeado de sus fans más apasionados, lo vivido en el segundo día de festival fue hermoso. Ejecución perfecta, entrega toda de la gente en primeras filas (no así de los que solo querían escuchar “la de Grey’s Anatomy), y entre el confeti, nos perdimos con “Bend and Break”, “Nothing in my Way”, el baile de Tom en “Spiralling”, la fuerza de Tim en los teclados con “We Might as Well be Strangers”, hasta llegar a la medianoche con “Crystal Ball” donde los asistentes ya gritaban “Keane, hermano, ya eres mexicano”. Solo les tomó una hora reafirmar la devoción que sentimos hacia ellos, como de que no.
Sepultura
Como varios, durante años fui viuda de los Cavalera, desconociendo la trayectoria de Sepultura posterior al Roots. Pero eso cambió cuando en 2017, escuché su entonces reciente Machine Messiah. ¡Qué mundo me estaba perdiendo, que enorme cantante es Derrick Green! Verlos cerrar la Carpa Pepsi Black era una obligación, aún mayor considerando que los brasileños, eran el único acto de metal del día.
Tras sonar “War Pigs” y “Polícia” del ícono brasileño Titãs, las luces apagaron para elevar la emoción con el sonar de las percusiones de “Refuse/Resist” en la oscuridad. Con una brutalidad impresionante, Derrick Green apareció en medio del escenario para imponer con su potente voz y grata presencia. Andreas Kisser no cesó jamás al headbanging entre solos y así seguimos con “Territory”, “Kairos” y “Attitude”.
“Para nosotros México es parte importante de nuestra historia desde que llegamos por primera vez en el 89 al DF”, recordó el guitarrista antes de llevarnos a la vieja escuela del thrash con “Escape to the Void” y “Dead Embryonic Cells” que vieron los mejores moshpits que tuvo todo el festival.
Tras un solo de su nuevo baterista, Greyson Nekrutman, nos fuimos de vuelta al final de la era Cavalera con “Ratamahatta” y “Roots Bloody Roots” que puso a brincar a todos. ¡Más metal en el Vive Latino, por favor!
