Hace unos días se estrenó a nivel nacional Corina (2024), opera prima de la directora y guionista de cine tapatía Úrzula Barba Hopfner. Una película que narra de forma valiente y muy literaria los trastornos de una joven asidua a los libros y la narrativa. Escrita por la misma Barba Hopfner junto a Samuel Sosa, esta película mexicana está protagonizada por Naian González Norvind y Cristo Fernández y grabada en uno de los barrios más bonitos y sosegados de nuestro país, con una banda sonora que acompaña un canto coral sobre los miedos de la cotidianidad de una generación en vilo. Marvin conversó de modo gozoso con la directora del filme.
TXT:: Juan Becerra
¿Cómo fue concebido el guión de Corina y cómo se encararon sus respectivos desafíos?
Primero hubo una necesidad esencial de dirigir, de crear por la creación misma. Después surgió la idea de hablar acerca de enfrentar miedos. Yo acababa de tener algunos episodios agorafóbicos: me encontré debajo del edredón con un miedo paralizante. La escritura del guion en sí es un gran desafío. Tuve la fortuna de co-escribirlo con Samuel Sosa. Con Sam hay una confianza absoluta y eso hace el trabajo muy honesto, nos decimos las cosas como son. El desafío después de ello fue que la gente creyera en el guión; finalmente es literatura, y cada quien se involucra con él desde su propia imaginación.
¿Qué implicó conformar a un personaje de forma tan valiente, con un trastorno (agorafobia) y además gusto por la lectura, la literatura y la escritura?
Uno piensa que crea algo desde lo externo, pero la realidad es que uno termina dejándose a sí mismo en lo que genera, sobre todo en lo creativo: finalmente yo tuve un trastorno, finalmente tengo gusto por la lectura, la literatura y la escritura; sólo me atrevo a visitar esto con mucha humildad desde el guion. Era importante para mí generar un personaje que no sintiera auto-conmiseración, que reconociera su trastorno, pero que también reconociera sus ganas de trascenderlo. Hay que reconocer el miedo para conectar con nuestra valentía. Siento que, en el caso de Corina, el personaje, la falta de auto-conmiseración, la falta de sentirse víctima, se debe al gran mundo interno que tiene gracias a la literatura, gracias a los libros; tiene una vida rica gracias a la lectura. Debía ser un personaje creativo; se necesita creatividad para enfrentar retos en la vida y ella por medio de la escritura o la corrección de estilo del Libro Erótico Vaquero explora su creatividad.
¿Cuál fue la experiencia de grabar en uno de los barrios más bonitos del mundo, que además oferta servicio de lunches?
Para mí la zona americana significa mi adolescencia. Donde exploré y busqué mucho el Arte por el Arte mismo: en las bancas de la colonia americana me sentaba a leer, a dibujar, justo por esa zona está el Cineforo de la UDG, pero también estaba la video-sala donde vi, entre otras, pelis que me marcaron profundamente: Delicatessen de Jean-Pierre Jeunet, The pillow book de Greenaway, Wild at heart de Lynch… Para mí significó vivir otro Guadalajara. Yo vivía en Zapopán, y fue muy importante para mí explorar mi propia ciudad y encontrarme con un mundo que me resultaba más bohemio. Definitivamente es uno de los barrios más bonitos del mundo. Me resulta un privilegio en México tener zonas peatonales; en el scouting nos pedíamos nuestro lonche de lomo.
¿Nos puedes hablar de la fotografía y de la banda sonora de Corina?
La fotografía es de Gerardo Guerra. Trabajar con Jerry fue de las colaboraciones más importantes que he hecho en mi vida. A partir de nuestra primera junta absolutamente todo lo consulte con él. Además de fotógrafo de extremo talento, es un cineasta hecho y derecho. Se involucra en absolutamente todo y es sumamente generoso con los proyectos en los que participa. Tiene un ojo privilegiado que complementa con la parte técnica. La colaboración visual de la película se hizo con el diseñador de producción Lou Pérezsandy y con la vestuarista Ana Barroso. Los cuatro trabajamos increíble.
La música fue un proceso largo pero muy divertido. Fue compuesta por Gus Reyes y Andres Sanchez Maher, genios de su oficio. El trabajo en general del sonido fue con el diseñador sonoro César González Cortez, en la mezcla el crédito es para Juan Antonio Pacheco y Carlos Cortés. Era importante plasmar en lo sonoro el mundo interno de Corina. La música nos permite sublimar emociones incómodas para Corina.
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