Estamos acostumbrados a que los músicos se impongan tareas monumentales y pretendan resolver los problemas máximos de la existencia, pero también se vale que quieran apegarse a los fundamentos y las cosas simples, y así lo hace Tycho, en su sexto álbum, que lleva el emblemático título de Infinite Health.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
El norteamericano Scott Hansen enfrenta ya una obra de madurez en la que se plantea transformar en música un asunto elemental: “la salud, tanto física como mental, es lo único que realmente poseemos y es nuestro deber desear infinita salud a nuestros seres queridos”.
Y el resultado es un Infinite Health conformado por 9 piezas que para él son: “una bienvenida y una necesidad”; comenzando por una “Felt consciousness” que nos habla de una renovación de la propuesta sonora y nos hace pensar -una vez más- que tal vez en el arte es más importante el cómo, antes que el qué.
Se nota que hay un enfoque central en lo percusivo, así como un notable trabajo de producción de Chris Taylor de Grizzly Bear, además de contar con un colaborador de largo tiempo, como lo es Zac Brown, quien siempre aporta creatividad en las guitarras y otros detalles.
Estamos ante una electrónica que busca reconfortar y a la que muchos adjuntan las cualidades de sanación -allá ellos-; el asunto es que Infinite Health en su calidad de electrónica instrumental transmite bastante emotividad y no deja impávido al escucha. No en vano Tycho ha dicho que en “Totem” partió del deseo de combinar los estilos de Daft Punk y Justice -¡vaya declaración de intenciones!-.
Esa combinación de instrumentos reales con los recursos electrónicos prosigue en su búsqueda de posibilidades, lo que se plasma a la perfección tanto en el tema titular, en compañía del productor y baterista Kaelin Ellis, que firma como Cautious Clay, y en la exitosa “Phantom”, que tiene cierto aire de italo-disco.
Con Infinite Health, Tycho nos hace acordar de algunos pasajes de Mike Olfield, sin que por ello que el sonido pierda actualidad; él se ha propuesto aliviar a la parte física y a la mente para que puedan alcanzar un equilibrio muy anhelado… se trata de una prueba evidente de que se puede ser introspectivo mientras en el cuerpo se encuentra en movimiento por el efecto de la música.
Electrónica que nos regala un masaje integral.
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