Como todos ya sabéis, recientemente Donald Trump fue elegido por segunda vez como presidente de los Estados Unidos, por delante de Kamala Harris y vuelve a la Casa Blanca 4 años después de su salida. Tim Cook, CEO de Apple, ha felicitado públicamente al presidente electo tras su toma de posesión, reafirmando el compromiso de la compañía con la innovación y la creación de empleo en territorio estadounidense.
El cabeza visible lo hizo a través de su cuenta de X (anteriormente Twitter), propiedad de Elon Musk, para transmitir su mensaje tras acudir en persona a la ceremonia, algo que ha causado un gran revuelo en redes sociales.
Relación entre Apple y Donald Trump
El mensaje de Cook no ha pasado desapercibido, como era de esperar, ya que guarda un estrecho parecido con el comunicado que ya emitió tras la victoria de Trump en las elecciones de noviembre. Esto, más que otra cosa, parece ser parte de una estrategia compartida entre líderes tecnológicos, como Sundar Pichai, de Google, o Satya Nadella, de Microsoft, quienes también han dedicado unos minutos a elogiar el potencia de Estados Unidos como motor de innovación con la llegada de Trump.
A pesar de que Apple evitó involucrarse directamente con la administración Trump durante su primer mandato, sí que hubieron momentos que no pasaron desapercibidos, como la visita del presidente a una planta de ensamblaje de Mac Pro en 2019, donde incluso recibió un dispositivo como obsequio. Sin embargo, la dinámica parece estar cambiando en este segundo mandato. Cook no solo asistió a reuniones y cenas oficiales, sino que, según informes, donó un millón de dólares de su propio bolsillo al fondo de inauguración. Aunque Apple como corporación no participó en este tipo de contribuciones, Cook ha prometido una inversión sustancial en el desarrollo industrial del país.
Apple y Estados Unidos: relación de dependencia
Parte de esta inversión se enmarca en la Ley CHIPS, firmada por el expresidente Joe Biden en 2022, que busca potenciar la fabricación de semiconductores en suelo estadounidense. En este contexto, Apple se está beneficiando de las plantas construidas por TSMC en Arizona para aumentar la producción de chips avanzados en Estados Unidos. Aunque Trump ha atribuido este crecimiento a su reelección, los expertos señalan que los incentivos establecidos durante el gobierno de Biden han sido el verdadero catalizador.
Las redes sociales no han tardado en responder para criticar la postura de Apple y de Tim Cook en particular. Sin embargo, hay que recordar que Apple no es Tim Cook, por lo que como institución, lo previsible, es que se mantengan alejados de cualquier postura política. Lo que sí quiere Apple es mantener su posición como un pilar de la economía y la innovación en Estados Unidos.
La pregunta que muchos se hacen ahora es cómo evolucionará esta relación en los próximos años. Con Trump retomando las riendas del gobierno y Apple afianzando su compromiso con el país, las decisiones tomadas en esta etapa podrían tener implicaciones significativas no solo para la tecnología, sino también para el panorama político y económico de Estados Unidos.
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