La Seguridad Social se prepara para lo que le viene: la jubilación masiva de la generación baby boom. Es por ello que el Gobierno de España quiere aplacar el impacto financiero a partir de un sobreesfuerzo de la población activa, subiendo las cotizaciones sociales ‘a fondo perdido’. Se espera que, a finales de año, las pensiones suban cerca de un 3%, olvidando otras parcelas esenciales como la educación, la sanidad y la natalidad, tan necesarias en la sociedad actual.
A finales de abril, el Gobierno celebraba el aumento de la hucha de las pensiones. De hecho, la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, presumía públicamente de que el Ejecutivo había logrado engordar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social por encima de los 6.000 millones de euros.
Según los últimos datos publicados por el Gobierno, el gasto en pensiones en España supone un 11,5% del PIB en febrero. Así, el coste mensual de las pensiones ascendió a 12.668,2 millones de euros, representando la pensión de jubilación un 73,2%.
En 2023 se destinaron 190.684 millones de euros al pago de pensiones, una cantidad que ha ido aumentando en los últimos años y que representa la mayor partida de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
El Gobierno se centra exclusivamente en las pensiones
Todo ello parte del conocido Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) implantado por el ex ministro José Luis Escrivá, que acabó afectando al 0,6% de las nóminas de todos los asalariados y autónomos del país (0,5% por las empresas y 0,1% por el trabajador).
Sin duda, una cuota que subirá el gravamen aplicado sobre los trabajadores asalariados de forma gradual y que este curso ya aplica un tipo del 0,7%. Con esta nueva cotización, se nutrirá con 3.622 millones a la Seguridad Social, casi 800 más que el año previo según las proyecciones de la auditora pública.
Los ingresos adicionales que va a recibir la hucha de la Seguridad Social este año superan los 4.800 millones de euros, es decir, el 0,3% del PIB. Una cifra superior a los casi 4.000 millones de euros extra debido a las medidas implementadas.
Así pues, las cotizaciones sociales pesarán el 13,6% del PIB, una tercera parte del total de ingresos públicos previstos para 2024, del 42,5% del PIB.
En 2024, las pensiones han padecido una serie de reformas y aumentos significativos. Las contributivas (las que permiten cubrir la retirada definitiva) han visto un incremento general del 3,8%. De este modo, las pensiones consolidarían su valor frente al elevado costo de la vida. Y es que ciertos pensionistas recibirán incrementos entre el 5% y el 7%, y algunos de ellos, de hasta un 14% en casos específicos. Las pensiones no contributivas también sufrirán cambios, con un aumento del 6,9%, estableciendo el importe anual en 7.250,60 euros.
El problema inflacionista
Desde que comenzase en septiembre de 2023 el curso político, la inflación se encuentra estancada. Este ‘efecto base’ hace que los desplomes que se produjeron el año pasado no implique nuevos retrocesos este año y que, por consiguiente, la reducción del IPC se mueva por encima del 3% interanual. De este modo, se producen pequeños avances combinados con pequeños retrocesos.
De hecho, no se espera que hasta el verano se consolide el proceso desinflacionista.
La natalidad: una tasa que no para de bajar
En 2023, únicamente se contabilizaron 322.075 nacimientos en España; la cifra más baja desde que hay registros en 1941. Además, hay que tener en cuenta que en ese año la población era más pequeña que la actual y que estábamos en plena posguerra. En una década, desde 2013, el número de nacimientos anuales ha bajado en más de 100.000.
Todo está relacionado. Al reducir la calidad de vida, especialmente para los más jóvenes, empeora la educación y, por ende, se dificulta que las nuevas generaciones puedan ser padres. Hay países, como Corea del Sur, en los que se prioriza tener pocos hijos para poder concentrar más esfuerzo económico y personal en ellos.
La inversión en Sanidad
A finales de abril, se dieron a conocer los datos de inversión pública de España en el sector de la salud. Con datos de 2022, representa el 6,9% del PIB (según un informe reciente de Eurostat). Por tanto, España se sitúa casi un punto porcentual por debajo del promedio de la UE, que está en el 7,7%.
En comparación con la UE, donde el gasto sanitario por habitante es de 4.028 euros, en España se destinan 2.771 euros por habitante. Así pues, del gasto total nacional, el 35% se destina a la atención ambulatoria o primaria (unos 973 euros por habitante). Además, el 28% se destina a atención hospitalaria, representando 780 euros por habitante.
En el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud de 2022, se observa que el gasto sanitario público ascendió a los 90.317 millones de euros, por lo que el 92,2% se corresponde a las Comunidades Autónomas.
La inversión en Educación
Por su parte, de este mismo informe se pueden extraer unos datos claros que demuestran que para Educación solo se destinó el 4,7% del PIB. El total de gasto público en Educación de 2022 fue de 63.380,5 millones de euros, de los cuales solo 5.725.332 millones de euros se corresponden a la Administración Central (un 9%), mientras que el 84,3% corrió a cuenta de las Comunidades Autónomas.
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La noticia
¿Tienes pensión? a final de año te subirá cerca de un 3%, ¿eres trabajador? otros 6.000 millones al año que irán a este colectivo y no a fomentar la natalidad, la educación o la sanidad
fue publicada originalmente en
El Blog Salmón
por
Sergio Delgado
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