
«Nunca hemos cambiado. Seguimos siendo los mismos entusiastas de la música que cuando empezamos con 16 o 17 años»: Steffen Kummerer, líder de Thulcandra.
Por primera vez en su carrera, Thulcandra pisará suelo mexicano para ofrecer una serie de conciertos que prometen desatar el caos en cuatro ciudades del país. Del 27 al 30 de marzo, la banda alemana traerá su característico death metal melódico con tintes de black metal a una audiencia ávida de intensidad. Steffen Kummerer, líder, guitarrista y vocalista del grupo, le concedió una entrevista a HEAVY MEXTAL donde habló sobre la historia de la banda, sus influencias, la evolución de la escena y lo que los fans pueden esperar de esta esperada visita.
Una banda que nunca cambió su esencia
Thulcandra nació en 2003 en Múnich, en una época donde el sonido que buscaban rescatar parecía estar condenado al olvido. “Cuando éramos adolescentes, decidimos formar una banda para tocar en ese estilo particular de la escena sueca de black y death metal de los 90”, recuerda Kummerer. Inspirados por Dissection, Unanimated, Sacramentum y Vinterland, comenzaron a forjar un sonido que combinaba la frialdad del black metal con la estructura melódica del death metal escandinavo.
Desde entonces, la banda ha mantenido intacta su esencia. «Nunca hemos cambiado. Seguimos siendo los mismos entusiastas de la música que cuando empezamos con 16 o 17 años», enfatiza el guitarrista. Esta coherencia ha sido clave en la identidad de Thulcandra, que con cada álbum ha refinado su sonido sin traicionar sus raíces.
Para quienes aún no han escuchado a la banda, Kummerer tiene una recomendación clara: «Dale una oportunidad a la canción principal de nuestro nuevo álbum, Hail the Abyss. Es un buen punto de partida para entender lo que hacemos».
Influencia y originalidad
Es inevitable notar en la música de Thulcandra el eco de bandas legendarias como Dissection, pero para Kummerer esto nunca ha sido un problema. “No pensamos en ser súper originales. No tenemos que reinventar la rueda, simplemente tocamos la música que amamos”, confiesa con total honestidad.
Si bien la banda toma referencias claras del sonido de los 90, su capacidad para construir canciones memorables dentro de esa tradición les ha permitido consolidarse con una identidad propia. «Incluso si tenemos los mismos ingredientes, podemos hacer una maravillosa nueva composición. No nos importa si no somos originales, simplemente hacemos lo que queremos, y creo que eso es más auténtico que tratar de complacer a alguien con música inventada».
Esta autenticidad ha sido clave en el crecimiento de la banda, llevándolos a girar por todo el mundo y a lanzar discos bien recibidos tanto por la crítica como por los fans.
Steffen Kummerer no solo es testigo, sino también protagonista de la evolución del metal en los últimos 20 años. Y aunque celebra la democratización de la música gracias a la tecnología, reconoce los desafíos que enfrenta la nueva generación. «Hoy en día es muy fácil grabar un álbum en casa si sabes un poco de mezcla y masterización, pero eso ha hecho que haya miles de bandas y es difícil destacar», explica.
Para él, la gran diferencia entre el pasado y el presente es que ahora hay más proyectos individuales y menos bandas como tales. «Reunirse en una sala de ensayo y tocar juntos requiere mucho esfuerzo, y siento que ahora hay menos grupos con hambre de girar y tocar en vivo».
Pese a la sobrecarga de contenido, Kummerer intenta mantenerse al día con la escena actual, aunque admite que es difícil. «Todavía descubro nuevas bandas de vez en cuando, pero es imposible seguir el ritmo de todo lo que está saliendo».
Y si de consejos se trata, tiene una recomendación clara para las bandas emergentes: «Disfruten lo que hacen y toquen la música que les gusta, sin intentar inventar algo para alguien que ni siquiera conocen. Pasar un buen rato con tus amigos en la banda es más importante que forzar una carrera».
La oscuridad en la letra: pérdida y reflexión
Las letras de Thulcandra han transitado entre la ficción y la realidad, pero en sus últimos trabajos han tomado un giro más personal. «Los dos primeros álbumes tenían historias de fantasía, pero en A Dying Wish y Hail the Abyss nos enfrentamos a la realidad», revela Kummerer.
Uno de los eventos que marcó profundamente a la banda fue la muerte de su exbajista Christian Kratzer, quien falleció en un accidente antes de que grabaran A Dying Wish. «Dejó algunas grabaciones de demostración de interludios acústicos y decidimos incluirlas en el álbum. Se los enviamos a nuestro productor y él hizo su magia para que fueran audibles».
El homenaje a su amigo va más allá de lo musical. «Cuando tocamos las canciones, él sigue ahí. No es algo para el exterior, es un asunto personal, una forma de lidiar con la pérdida de un buen amigo».

De Oscura a Thulcandra: un equilibrio perfecto
Además de liderar Thulcandra, Kummerer es parte de Obscura, una de las bandas más importantes del death metal técnico contemporáneo. Intercalar ambos proyectos no es sencillo, pero ha encontrado una fórmula para equilibrarlos.
«Obscura es una banda que gira a tiempo completo, mientras que Thulcandra es más selectiva con los conciertos, no está en todos los festivales, somo muy exigentes al momento de elegir en dónde tocar. Los otros tres chicos de la banda tien trabajos regulares, y soy el único músico a tiempo completo gracias a Obscura», explica.
Aun así, el proceso de composición es equitativo. «Me toma el mismo tiempo escribir para un álbum de Obscura que para uno de Thulcandra. No necesito más bandas, con estas dos cubro todo lo que amo musicalmente».

La primera vez de Thulcandra en México
Tras años de espera, Thulcandra finalmente visitará México con una serie de conciertos en marzo de 2025. Aunque Kummerer ya ha tocado en el país con Obscura y Death to All, la emoción de traer su proyecto más personal es evidente.
«Estoy muy emocionado, igual que toda la banda. Después de más de 20 años, finalmente tocaremos cuatro shows en México», comenta.
El primer concierto será el 27 de marzo en el HDX Circus de la Ciudad de México, un foro que Kummerer aún no conoce, pero sobre el que ha escuchado buenas cosas. «Sé que es un lugar pequeño, pero me gusta la actitud de cuando la gente está frente a ti, haciendo stage-diving y crowdsurfing. Eso es lo mejor que puedes tener en un show».
Sobre sus expectativas del público mexicano, Kummerer no duda: «Espero que sea tan ruidoso, enérgico y sudoroso como las últimas veces que toqué en el país».
Y no solo esperan ofrecer un gran espectáculo, sino también compartir la noche con bandas mexicanas. «Cada show tendrá un par de bandas locales y espero que la gente las apoye tanto como a nosotros».
Thulcandra llega a México con un set brutal, un legado intacto y la pasión de una banda que ha mantenido su esencia por más de dos décadas. Prepárense, porque esta será una oportunidad única para presenciar su oscura melancolía en su máxima expresión.
