Soul Asylum en Foro Puebla: el show en solitario que nos merecíamos todos

Todavía recuerdo la primera vez que vi a Soul Asylum en México, fue tocando junto a la potencia de Pantera en otro escenario del Hell And Heaven, así que era un tanto difícil escuchar a la banda, y por muchas cosas más, para ser un festival éramos pocos los reunidos para verlos junto a Candlebox y Filter, mientras aguantábamos el frío de noviembre en Toluca. Así que, realmente, faltaba una fecha en solitario de ellos y finalmente se pudo dar después de tres años en el Foro Puebla ubicado a pasos del metro Insurgentes.

Hablando del lugar, que esta vez se encontraba abarrotado de fans de 35 años para arriba, debo decir que han mejorado mucho, sobre todo en el sonido que se escucha muy bien desde donde te encuentres, hasta mejorar los balcones para que se vea más como recinto y menos lo que era (si saben a lo que me refiero).

Soul Asylum en el Foro Puebla de la Ciudad de México / Foto: Andre Dulché

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Uno esperaría que la banda hubiera traído discos a la venta -sobre todo el nuevo que es difícil de encontrar y motivo de su visita- pero solo trajeron unas playeras y un cartel edición limitada hecho por Amor de Verano Studio, que hubiera estado de lujo que firmara la banda para hacerlos más cotizados.

Pasadas de las ocho de la noche aquello ya estaba abarrotado, así que cuando salieron Dave Pirner (único miembro original de la agrupación) junto a Michael Bland en la batería, Ryan Smith en la guitarra y Jeremy Tapero en el bajo.

Y la noche fue perfecta, tuvimos de todo un poco desde el clásico “Runaway Train” que es de esas canciones que no pueden salir de su setlist, pasando por “Somebody To Shove”, hasta canciones nuevas como “High Road”, que fue el primer sencillo de su más reciente material, Slowly But Shirley y con el cual fue posible su regreso a tierras mexicanas.

Cabe destacar que todo el tiempo, es una banda que se ve contenta en el escenario, con un Pirner tomando todo el tiempo de su vaso rojo y que tal vez estaba un poco pasado de copas pero que definitivamente contagia a todos con sus buenas vibras, hasta Ryan Smith con su playera a rayas haciendo honor a Kurt Cobain de Nirvana.

En esta ocasión no traían ni una pancarta con su nombre, pero no hizo flata ya que la energía y chistesillos de Pirner hacían que toda la atención fuera al escenario, donde por cierto, en varias canciones la luz solo caía en el vocalista, algo un poco contraproducente ya que por momentos, él no veía a sus compañeros en el escenario y los buscaba para no chocar. Tampoco son una banda que hable mucho, que saluden, salvo lo normal de saludar o presentar una que otra canción (en especial el combo de nuevas).

Fueron alrededor de 90 minutos de rock alternativo noventero, donde muchos recordamos buenos momentos en primeria-secundaria-prepa cuando tenías que grabar una serie de videos de MTV en un VHS porque solo los más afortunados tenían cable. Recordar esos discos como Let Your Dim Light Shine y Grave Dancers Union que hicieron a los de Minnesota una banda obligada en tu discografía, ya fuera en CD o casete hecho con tu propia inspiración.