En los tiempos que corren intentamos tomar todo tipo de medidas para proteger nuestros dispositivos y datos almacenados contra los temidos hackeos. La tecnología ha mejorado mucho en los sistemas de protección disponibles, pero las contraseñas convencionales siguen siendo el método más habitual.
Decimos todo esto porque en estos momentos podemos utilizar diferentes métodos de protección, por ejemplo los sistemas biométricos de acceso. Con todo y con ello, las contraseñas alfanuméricas que tecleamos suelen ser el sistema común en la mayoría de las ocasiones. De ahí precisamente que los expertos nos recomienden poner una especial atención a la hora de definir estas claves que os comentamos.
Dentro de los consejos básicos que nos suelen dar, se recomienda utilizar contraseñas lo más complejas como sea posible, y no repetir nunca la misma en varias plataformas. Debido a la complejidad para memorizar la enorme cantidad de password que utilizamos hoy día, lo recomendable es hacer uso de algún gestor de contraseñas. Estos programas nos permiten almacenar estos elementos de seguridad, convenientemente cifrados y protegidos, a través de una llave maestra.
De este modo nos aseguramos de guardar con seguridad todas nuestras contraseñas y tan solo tendremos que recordar una de ellas. Sin embargo, nunca estamos a salvo de los posibles hackeo o filtraciones que se puedan producir y pongan en peligro nuestros datos privados. Aquí es muy importante que elijamos bien las diferentes password que vamos a utilizar en todo tipo de equipos y programas.
Pero a pesar de nuestros esfuerzos, siempre estamos en riesgo debido a las tecnologías utilizadas por los actores maliciosos. Quizá en este caso lo importante en realidad es intentar ponérselo lo más difícil como sea posible, y a continuación os mostraremos un truco muy sencillo que os servirá de enorme ayuda.
Usa la letra ñ en todas tus contraseñas
Los atacantes en estos momentos disponen de métodos, equipos y software altamente potentes para descifrar las contraseñas más complejas. Un factor muy importante aquí es el tiempo empleado para averiguar esas claves. Por tanto, tal y como nos indican ahora multitud de expertos en seguridad, deberíamos intentar añadir la letra ñ en todas nuestras contraseñas.
Y es que como muchos de vosotros ya sabéis, la misma es exclusiva del idioma de Cervantes, y además es bastante poco habitual. Por tanto, incluso los sistemas más avanzados para hackear contraseñas, pueden pasar por alto este carácter, especialmente si el hackeo viene a través de fuentes extranjeras. Aunque es posible teclear la ñ en teclados no españoles, su uso es bastante poco común.
Con todo ello, lo que no queremos decir es que utilicemos palabras españolas con ñ como claves de acceso a nuestras plataformas y equipos. Esto supondría igualmente un riesgo. Lo mejor que podemos hacer es utilizar esta letra en palabras que no la contengan, lo que complica mucho su hackeo por parte de métodos especializados para estas tareas.
Podríamos tomar el mencionado carácter como uno especial para así complicar las cosas a los actores maliciosos que se quieran hacer con nuestros datos privados o acceder a nuestros dispositivos.