Algo habitual a lo largo de la historia es utilizar diferentes herramientas o soluciones tecnológicas positivas para fines, cuanto menos, poco éticos. La aparición de modelos como ChatGPT han provocado la proliferación de todo tipo de contenidos de baja calidad llenos de errores. Vamos a explicar como puedes identificar si un texto ha sido escrito por una IA o realmente ha sido redactado por una persona.
Cada vez es más habitual realizar una consulta en un buscador y que los primeros resultados sean generados por una IA. Esto es negativo, porque muchas la calidad del contenido es baja y suelen contener bastantes errores.
Existen diferentes herramientas que detectan los plagios y los textos generados por una inteligencia artificial. De momento, estos programas no son infalibles y se puede pasar por alto un texto generado por IA. Pero, hay otros métodos y es que los textos por IA suene tener un lenguaje pobre y repetir elementos.
Palabras que delatan a un texto generado por IA
Las inteligencias artificiales actuales son poco más que loros. Cogen trozos de texto, los meten en una batidora y te presentan el resultado. Muchas veces los textos generados pueden parecer buenos y, en ocasiones, pueden serlo. Pero esto no quita que muchas veces aporten información vaga, inexacta o irrelevante.
No solo eso, suelen agregar coletillas como «en el contexto actual», «en resumen» o «en conclusión». Además, los textos generados por IA tienen tener una gran cantidad de adjetivos, en ocasiones, una cantidad absurda.
Un estudio realizado en Estados Unidos ya detecto un patrón en los papers académicos. Concretamente, detectaron que tras la llegada de la IA en estos documentos contenían muchas veces el término «delve» que se traduce como «ahondar» o «sumergirse».
En castellano parece que la IA tiene un especial interés por el térmico «crucial» que parece mostrarse con una gran asiduidad. Concretamente, aparece tres veces más que los términos «desafíos», «exploraremos» o «permitiendo».
Además de repetir hasta la saciedad la palabra «crucial», entre otras, también repite muchísimo el trigrama «este artículo exploraremos». Duplica al trigrama en segunda posición, que es «y consideraciones éticas» y al de tercera posición, que es «artículo explora cómo», el cual se repite prácticamente tanto como «enfrenta numerosos desafíos».
Muchos de los tirgramas más repetidos utilizan diferentes conjugaciones de los verbos «explorar», «considerar», «enfrentar» y «adoptar», aunque no son los únicos.
Si un texto combina muchos de estos indicadores, podemos afirmar casi con un 99% de certeza que está generado por una IA. Por consiguiente, debemos poner en cuarentena la información que nos da, ya que podría ser errónea o inexacta. La IA no tiene la capacidad de distinguir información incorrecta, simplemente combina cosas que ha leído, sin más.
La manera correcta de usar esta tecnología para generar contenido sería como apoyo. Podemos pedirle que nos dibuje una estructura de contenido, nos aporte datos relevantes o ideas. Es una mala práctica pedirle que genere un texto, copiarlo y pegarlo, ya que contiene errores y, como hemos visto, patrones repetitivos.
Verifica la información, consulta fuentes y sobre todo, trabaja el texto y hazlo personal. Debes saber, además, que todos tenemos diferentes estilos de escritura, con ciertos dejes y patrones.