Ronnie Radke, el motor creativo y lengua afilada detrás de Falling In Reverse, ha encontrado un nuevo blanco para sus dardos verbales: Godsmack. El 24 de marzo de 2025, el vocalista desató una tormenta en redes sociales al señalar a los veteranos del rock por, según él, replicar sin permiso su rutina de entrada al escenario. Lo que Radke describe no es una simple coincidencia de ideas, sino un robo descarado: un paseo tras bambalinas grabado en tiempo real, proyectado en pantallas gigantes antes de que la banda pise las tablas. Un truco visual que él jura haber sacado de su propio playbook.
La acusación no llega en un vacío. Radke lleva años construyendo una reputación como el tipo que no se calla nada, un agitador nato que no duda en señalar lo que considera faltas en la escena del rock y el metal. Su lista de enfrentamientos ya incluye nombres como Spiritbox, Chris Motionless de Motionless In White y el ex-Skid Row Sebastian Bach, entre otros. Ahora, Godsmack —una banda con más de dos décadas de trayectoria y un arsenal de discos multiplatino— se suma al club de los señalados por el cantante.
En un video que Radke compartió en línea, disponible para quien quiera verlo en sus redes, el tono es puro sarcasmo con un toque de burla filosa. “Sujétame el tatuaje del sol en la espalda baja rápidamente”, suelta, mientras compara la entrada de Godsmack con la suya, dejando caer que no hay originalidad en el gesto. Es un comentario que pinta al cuarteto de Sully Erna como alumnos copiando la tarea del compañero más ingenioso del salón. Y aunque no hay pruebas concretas de que Godsmack haya tomado inspiración directa de Falling In Reverse, la queja de Radke tiene un trasfondo: ambas bandas han hecho de los elementos teatrales una parte clave de sus shows en vivo.
Godsmack, por su parte, no ha abierto la boca aún. No sería la primera vez que una banda opta por ignorar las pullas de Radke, cuya habilidad para mantenerse en el radar del rock a base de controversias es casi tan conocida como sus breakdowns y coros pegajosos. Basta recordar su cruce con Spiritbox en 2022, cuando criticó su decisión de bajarse de una gira, o su intercambio de palabras con Bach, que escaló hasta lo personal. Cada episodio parece alimentar la narrativa de Radke como un outsider que no teme ensuciarse las manos.
La movida de filmar entre bastidores y proyectarlo no es, en rigor, un invento exclusivo de nadie. Bandas de todos los géneros han jugado con cámaras en vivo y proyecciones durante años, desde los experimentos visuales de Tool hasta los montajes de Rammstein. Pero Radke no está hablando de historia del espectáculo; está marcando territorio. Para él, esto es personal, un sello que Falling In Reverse ha pulido en giras recientes y que ahora ve reflejado —o usurpado— en otro escenario.
La pelota está ahora del lado de Godsmack. ¿Responderán con un desmentido, un contraataque o simplemente dejarán que el ruido se apague? Conociendo la trayectoria de Radke, este no será el último capítulo de su saga de enfrentamientos.
Para ver el video donde Radke lanza sus acusaciones, revisa su cuenta oficial en X, publicación del 24 de marzo de 2025. Los hechos están ahí, a la vista; las opiniones, como siempre, dependen de a quién le creas.