Residente en el Palacio de los Deportes: lo que importa es lo que sientes

Residente es uno de esos artistas que se cuecen aparte, puede ser que solamente se trate de rap y sí es un buen escritor e interpreta de una manera extraordinaria, pero más allá de eso, ha demostrado siempre ser un artista al que le importan muchas más cosas que simplemente tocar, que simplemente ofrecer un show, que simplemente sacar discos, ganar dinero, tener fama.

“Las letras ya no importan” es el disco que viene a demostrar no solo que todo el discurso de Residente ha sido de lo más cuerdo y coherente desde los inicios de su carrera, también vino a poner en duda el papel actual de la industria musical frente a la sociedad que los escucha y desde luego, lleva entre sus letras, ahí arrinconado, enredado, entre palabras, un poco de paz mental y en algún punto hasta espiritual para todos aquellos que buscan de un consuelo, no importa si eres fan o no eres fan.

Pero resulta difícil imaginar que un concepto como este pueda ser trasladado a un escenario en vivo, en algún momento te pones a pensar en ello como algo dramático, algo teatral, quizás acompañado de danza, algo realmente artístico y complicado.

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Residente en el Palacio de los Deportes. Foto: Gustavo Azem/ Pólvora
Residente en el Palacio de los Deportes. Foto: Gustavo Azem/ Pólvora

Residente, un show de emociones y sentimientos

Pero al momento en que ves a René sobre las tarimas, no importa el país, no importa el escenario, el tamaño y el número de gente que lo está acompañando, lo que verdaderamente importa no es lo que ves, lo que llena tus ojos, sino lo que entra por tus oídos, lo que sientes, lo que percibes, la forma en que aquello te hace reaccionar.

Una vez que llegas a comprender la magnitud de su mensaje, lo único que queda es gozarlo. Algunos lo sufren más que divertirse y eso ya cae en la apreciación que cada uno quiera darle al show, a la música , las letras, los bailes de Residente; algunos se pueden pasar todo el concierto brincando, saltando y divirtiéndose sin restricciones, mientras otras pueden vivirlo pensativos, mucho más para la reflexión, claro, disfrutas las canciones, pero al mismo tiempo piensas cómo estas letras te han cambiado la vida , la personalidad, tu forma de relacionarte con otros.

Es importante también reconocer que se trata de un mensaje que trasciende a las generaciones porque solamente habla de la verdad. Frente a mí, en la sección de filas c14, hay un niño de apenas 10 años de edad, vestido como el cliché del rapero: una playera de básquetbol de los bulls de Chicago, curiosamente de Michael Jordan, un pantalón holgado de mezclilla y tenis deportivos. Se divierte. Lo está disfrutando. Atrás de él, sin conocerse el uno al otro, ni haberse compartido el mensaje, hay una señora que probablemente rebasa los 60 años y que se emociona con cada canción como si se la hubieran escrito a ella. Y eso es algo de lo más valioso dentro de la industria musical, que no importa el día, la hora ni el momento, lo puede disfrutar cualquiera.

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Residente en el Palacio de los Deportes. Foto: Gustavo Azem/ Pólvora
Residente en el Palacio de los Deportes. Foto: Gustavo Azem/ Pólvora
Residente en el Palacio de los Deportes. Foto: Gustavo Azem/ Pólvora

Un concierto para alivianar nuestras locuras

Bueno, casi cualquiera. El mensaje es difícil no es imposible, pero se complica entenderlo cuando en algún punto de la existencia fuiste consumido por las personas a quien realmente las letras ya no les importan. A quienes no les gusta mostrar su verdadera personalidad, sus gustos, sus amores, sus caídas y sus logros, quienes no aceptan todavía que tienen fantasmas que perseguir, que tienen enemigos para derrotar o que tienen miedos que superar. Los perfectos.

Tanto el nuevo disco como las canciones de Residente son un himno al aguante. Es un momento de honestidad e introspección . No hay nadie como René para mirar dentro suyo, cuestionar su propia historia y luego convertirla en una canción. Y ese ejercicio del autoretrato, es lo que muchas veces nos hace falta para alivianarnos, para intentar ser más amables con nosotros mismos. Porque si no, quién lo será.

La jornada musical en el Palacio de los Deportes fue esa descarga de adrenalina que necesitamos para no volvernos locos, para no implosionar. En forma de baile. Empaquetado en gritos, risas, brincos y hasta solamente. También fue un rincón seguro para llorar, para la desilusión, para el drama y cuestionarnos la existencia. Todos somos parte de la misma locura. Todos salimos de ahí terapeados. La cosa es: ¿y ahora qué sigue? Eso ya te toca a ti.

Residente en el Palacio de los Deportes. Foto: Gustavo Azem/ Pólvora
Residente en el Palacio de los Deportes. Foto: Gustavo Azem/ Pólvora
Residente en el Palacio de los Deportes. Foto: Gustavo Azem/ Pólvora

Setlist Residente en el Palacio de los Deportes

  • René
  • Pecador / Quiero ser baladista / BZRP Music Sessions #49 / Yo no sé pero sé
  • Ron en el piso
  • Baile de los pobres
  • No hay nadie como tú
  • La cumbia de los aburridos
  • Atrévete-te-te
  • El aguante
  • Muerte en Hawaii
  • La vuelta al mundo
  • Guerra
  • This Is Not America
  • Latinoamérica
  • Ojos color sol
  • Desencuentro
  • Que fluya
  • Fiesta de locos
  • Vamo’ a portarnos mal
  • Problema cabrón
  • El futuro es nuestro
  • 313
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