Reflection AI: Ex empleados de DeepMind apuestan por la superinteligencia con agentes autónomos

Un grupo de ex investigadores de DeepMind lanza una nueva startup, Reflection AI, buscando crear superinteligencia, desafiando el límite actual de la inteligencia artificial.
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  • La firma pretende alcanzar niveles de inteligencia sobrehumanos en los próximos 5 años.
  • Fundadores incluyen a ex líderes del equipo de investigación de máquinas de DeepMind.
  • Más de USD $50 millones recaudados en ronda de financiación inicial con una valuación de $555 millones.

En el cambiante campo de la inteligencia artificial, los jugadores clave buscan constantemente romper barreras.

Ahora, un grupo de ex investigadores de DeepMind, una de las entidades de IA más icónicas del mundo, emprende un nuevo camino con su startup centrada en la superinteligencia.

En un movimiento audaz, estos exlíderes buscan no solo avanzar en la IA, sino revolucionar completamente la manera en que las máquinas pueden pensar y aprender.

Los líderes detrás de la startup

La startup Reflection AI ha estado trabajando en secreto hasta ahora. Planea salir a la luz este viernes anunciando una nueva ronda de financiación: $25 millones en una ronda inicial liderada por Sequoia Capital y CRV, y $105 millones en una Serie A liderada por Lightspeed Venture Partners y CRV.

Otros inversionistas incluyen a Reid Hoffman (cofundador de LinkedIn), Alexandr Wang (CEO de Scale AI), SV Angel y la división de capital de riesgo de Nvidia. La empresa está valorada en $555 millones.

Reflection AI fue fundada por Misha Laskin e Ioannis Antonoglou, exinvestigadores de la unidad de IA de Alphabet, donde trabajaron en aprendizaje por refuerzo para el modelo Gemini. Antonoglou, uno de los fundadores de DeepMind, ayudó a crear AlphaGo, un modelo de IA que fue el primero en vencer a expertos humanos en el juego de mesa Go.

No solo cuentan con la experiencia en DeepMind, sino que han sido parte integral de algunos de los avances más significativos en el campo de la inteligencia artificial.

Entre sus objetivos principales se encuentran la creación de sistemas que pueden entender, aprender y razonar de manera claramente superior a las capacidades humanas actuales.

La promesa de la superinteligencia es algo que inspira tanto asombro como inquietud entre expertos y público por igual.

Implicaciones de la búsqueda de superinteligencia

El concepto de superinteligencia ha estado presente en el debate de la IA durante años.

Mientras algunos expertos advierten sobre los peligros potenciales de un sistema que podría operar más allá del control humano, otros ven estos avances como necesarios para resolver problemas globales complejos.

Pero, ¿a qué costo? Los críticos señalan la posible exacerbación de desigualdades tecnológicas y sociales, así como la preocupación por el dominio de un mercado tan delicado y poderoso por parte de unas pocas entidades privadas.

En respuesta, los fundadores argumentan que la ética y responsabilidad serán componentes centrales en su desarrollo.

¿Hacia dónde va la inteligencia artificial?

Un número creciente de empresas tecnológicas está apostando por “agentes” que pueden realizar tareas específicas, como programar, en nombre del usuario.
Sin embargo, Reflection AI tiene una misión más ambiciosa: crear herramientas con autonomía total, en lugar de ser solo un asistente o copiloto.
La startup cree que este enfoque llevará más rápido a la superinteligencia, es decir, una IA más inteligente que la mayoría de los humanos en un sentido amplio.
Otras empresas de IA, como OpenAI, Anthropic y DeepMind, también están trabajando en sistemas de IA más potentes que igualen o superen a las personas en muchas tareas.

A medida que la competencia en el campo de la IA se intensifica, la búsqueda por alcanzar la superinteligencia no es solo una cuestión de avance tecnológico.

Representa un desafío global que podría definir el futuro mismo de la humanidad. La capacidad de gestionar estos avances de manera responsable será crucial para evitar escenarios apocalípticos o distópicos.

Como siempre en la ciencia y tecnología, el progreso no se da en un vacío. Cada paso hacia el futuro está acompañado de retos y oportunidades. Queda por ver si esta nueva startup puede unir la innovación con los valores necesarios para guiar esa revolución prometida de una manera que beneficie a todos.


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