FastCopy es una herramienta que tiene ya más de una década de vida, pero mejora uno de los procesos más básicos y que cualquier usuario lleva a cabo en Windows: copiar y pegar archivos. Su premisa es hacerlo más rápido que el propio Explorador de archivos del sistema operativo, pero… ¿Lo consigue?
FastCopy fue diseñado especialmente para exprimir cada milisegundo de velocidad que pueda aportar nuestro SSD, HDD o cualquier unidad externa. Y, de hecho, según pruebas reales, logra aumentar la velocidad de copia entre un 20 y un 30% más rápido que el Explorador de Windows. Una mejora que se hace más evidente aún en transferencias de gigabytes de tamaño. Lo que se traduce en decenas de minutos ahorrados.
Pero lo mejor es que cuenta con una versión completamente gratuita para su uso personal. El software oficial se encuentra disponible en su propia página web, que también cuenta con una versión Pro con un coste de 10 dólares anuales o 48 dólares en un único pago.
Así logra FastCopy mejores velocidades
El Explorador de Windows utiliza un diseño básico de copia que no aprovecha al 100% el potencial de los dispositivos actuales. Pero FastCopy funciona de manera diferente. Para ello, utiliza técnicas de programación multi-threaded I/O (lectura y escritura), Overlapped I/O (operaciones de entrada y salida) y Direct I/O (acceso directo sin necesidad de pasar por el caché del sistema operativo).
Esto quiere decir que, mientras que el sistema operativo escribe un bloque de datos en el destino, la app está leyendo de antemano el siguiente bloque de origen. Lo que acerca la velocidad máxima de copiado y pegado al límite físico que soportan los dispositivos.
Además, FastCopy está programado directamente en Win32 sin usar elementos de Microsoft, lo que da como resultado un programa increíblemente ligero. Su peso es de tan solo 1.3 MB en su versión de 64 bits. Lo que significa, también, que no consume recursos importantes durante el proceso de copia.
Características principales de FastCopy
Aunque la velocidad es el punto fuerte, FastCopy ofrece funcionalidades que van más allá del «copy-paste». También incluye modos de operación (Diff, Overwrite, Move, Delete, Sync y Backup), un gestor de tareas para varias operaciones y un verificador de integridad de archivos tras una copia.

La función de verificación es especialmente importante para las operaciones de copias de seguridad. El propio FastCopy compara byte a byte los archivos copiados con los originales y se asegura de que no ha habido ningún error en los datos durante el proceso. Aparte de todo ello, se integra directamente en el menú contextual de Windows (el que aparece tras un clic derecho) para ahorrar cualquier paso intermedio.
Características de la versión Pro
FastCopy cuenta con su versión gratuita para uso personal. Pero también cuenta con una versión Pro para entornos más enfocados a empresas que necesiten de una mayor profundidad funcional. Las mejoras principales de Pro llegan de la mano de características como «Perfect Verify», una función que no solo verifica la integridad de los archivos, sino que realiza escaneos de «Silent Data Corruption» para detectar errores que el propio sistema operativo ha podido pasar por alto.
También añade modos de operación extra, como «Exist» (Size/date) y «Exist» (Newer). Lo cual es vital para sincronizaciones y copias de seguridad incrementales. Aun así, la mayoría de usuarios personales encontrarán en la versión gratuita más que suficiente. La «Pro» está enfocada en empresas donde cada dato es crítico y la pérdida de un archivo puede suponer un varapalo económico.
Desde su propia web oficial puedes acceder a ambas versiones disponibles. Pero, en definitiva, FastCopy supone una mejora del 20-30% de velocidad con respecto al rendimiento del Explorador de Windows 11. Algo que, si estamos acostumbrados al copy/paste de archivos pesados, agradeceremos como usuarios de Windows.
