Existen una gran cantidad de ataques informáticos diferentes, pero recientemente uno de estos tipos de ataques ha empezado a popularizarse entre los atacantes. Hablamos del «dropping dox», más conocido como Doxing. Aunque este ataque pueda llegar a parecernos algo inofensivo, puede llegar a ser un grave problema de seguridad para la víctima e, incluso, generarle problemas legales.
Hemos visto en los últimos años como han crecido los intentos de robo de datos y credenciales. Sin ir más lejos, hoy mismo me ha llegado un SMS de un banco diferente al mío que me informaba de un bloque de mi cuenta si no realizaba una acción en un enlace determinado.
También hemos visto durante la campaña de la Renta el envío masivo de mensajes de texto informando de sanciones. Pasa también con paquetes que están retenidos o con multas de tráfico, entre otros. Un conjunto de mensajes que vienen con un enlace y que solo pretenden robar nuestros datos bancarios.
¿Qué es el doxing?
Es la acción de divulgación de información privada de un usuario de manera pública sin consentimiento. Igual piensas que esto no tiene nada de problemático, pero la realidad es diferente.
El doxing busca publicar información privada como dirección de correo electrónico, fecha de nacimiento o el DNI, por ejemplo. Incluso, puede tener datos de alerta inmediata, como son datos financieros, lugar de residencia o imágenes personales.
La información puede ser robada y compartida usando diferentes técnicas. Se puede usar la pintaría informática, la ingeniería social como el phishing, la explotación de redes sociales o la búsqueda de información en bases de datos públicas para vincularlas posteriormente a los datos obtenidos del individuo.
Cuando nos referimos a la exposición pública de los datos no nos referimos solo a divulgarlas en redes sociales, también se podría filtrar en la dark web y ser usada para cometer delitos.
Debes saber que el doxing es completamente ilegal, ya que vulnera en España diferentes directrices. Puede incumplir la legislación sobre protección de datos y también sería ilegal si se da acoso e incluso, se podría considerar violencia de género.
Cómo puede afectarnos el doxing
Primero, debes saber que esta práctica supone una invasión a la privacidad de las personas que puede suponer un sentimiento de vulnerabilidad y traición. Muchas personas desarrollan cuadros de ansiedad, estrés e, incluso, miedo de salir a la calle, entre otras patologías mentales.
Seguidamente, se pueden dar efectos de fraude o robos de dinero si se revelan datos financieros. Para personas vulnerables o con problemas económicos puede ser un verdadero drama.
La filtración de mensajes confidenciales puede suponer problemas en sus relaciones laborales y personales. Sumamos a esto la filtración de fotografías privadas que, no solo puedan afectar a las relaciones laborales y personales, sino dañar la reputación. Muchas personas ante la filtración de imágenes privadas de índole íntimas han sufrido intentos de quitarse la vida.
Además, la filtración de datos como nombre o documentos de identificación puede conllevar problemas legales. Los delincuentes se podrían suplantar nuestra identidad y solicitar préstamos o perpetrar todo tipo de estafas. Esto nos puede suponer un gran susto y tener diferentes problemas de salud mental. Somos inocentes, pero una detención por un delito que no has cometido y saber que se hacen pasar por ti no es un trago agradable.
Por otro lado, la filtración de nuestro correo electrónico o número de teléfono nos hace objetivo de estafadores. Igual es el menor de los problemas de los que hemos descrito. Ante cualquier duda, siempre es mejor ponerse en contacto con el banco o el organismo pertinente que dice mandarnos el mensaje. Sobre todo, no pulsar enlaces extraños o que están acortados.
Casos reales de doxing
En España esto ha pasado muchas veces y, por desgracia, seguirá pasando. Muchas veces son los propios medios de comunicación quienes hacen esto. También hay casos mediáticos que, mediante informaciones dadas por los medios de comunicación, se ha identificado a la víctima.
Sin duda el caso más evidente es el de la víctima de violación por parte de «La manada». Hablamos del caso de la chica agredida sexualmente durante los San Fermines hace algunos años. Aunque nunca se revelaron sus datos en los medios, se dieron ciertos datos que llevaron un conjunto de usuarios en redes sociales a encontrar los perfiles de la víctima.
Otro caso de doxing es el de Olvido Hormigos. Esta mujer grabó un video de índole personal y se terminó filtrando y divulgando de manera intencionada. No ha sido el único caso de este tipo, pero todos ellos son ataques de este tipo que buscan humillar a la víctima.
¿Qué hago si soy víctima de doxing?
Antes de nada, intenta recabar todas las pruebas posibles y preséntate en una comisaría de la Policía Nacional, Guardia Civil u otro cuerpo policial. Explícales el caso, aporta las pruebas pertinentes y ellos se encargarán de tratar de encontrar el origen y realizar las actuaciones pertinentes.
Si, por contra, te encuentras a la Policía en tu puerta porque han robado tu identidad, simplemente aporta toda la información que puedas. Seguro que puedes demostrar tu inocencia fácilmente, ya que no puedes estar en dos sitios a la vez a cientos de kilómetros. Incluso, si es en la misma localidad, seguro que alguna cámara ha tomado imágenes del estafador.
Es importante que, en cualquiera de los casos, busques ayuda profesional para tratar de lidiar con la situación. También es importante que te apoyes en tus familiares y amigos más cercanos. Y, sobre todo, mejora la seguridad en redes sociales y dispositivos, así como tratar de desconectar una temporada de dispositivos informáticos.