Seguramente, todos estos casos le resulten conocidos. A continuación repasamos brevemente cada una de estas estafas a gran escala, puntualizando elementos en común y destacando el valor de la educación como herramienta primordial para evitar ser víctima.
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- Repasamos brevemente lo ocurrido con OmegaPro, AirBit Club y SolesBot, tres estafas muy conocidas
- Identificamos similitudes entre los modus operandi empleados por cada una de estas
- En todas las estafas, la responsabilidad recae principalmente en el usuario
- La información es la mejor herramienta para evitar caer en estas ofertas engañosas
En el mundo de las criptomonedas, la promesa de independencia financiera y oportunidades de inversión puede ser tentadora. Sin embargo, la falta de regulación y de conocimiento en este campo ha dado lugar a numerosos esquemas fraudulentos que han costado millones a inversores desprevenidos.
Si bien son muchas las propuestas engañosas que existen en este espacio, entre las estafas cripto más notorias de los últimos años destacan OmegaPro, AirBit Club y SolesBot, tres casos que ilustran cómo los estafadores aprovechan la desinformación para lucrar a costa de sus víctimas.
Este artículo compara estas estafas mencionadas, resalta sus similitudes y subraya la importancia de la educación financiera para evitar caer en trampas similares.
OmegaPro: Promesas de riqueza y desplome financiero
OmegaPro se presentó como una plataforma de trading y gestión de inversiones, atrayendo a miles de usuarios con la promesa de retornos diarios garantizados y programas de referidos que aseguraban ingresos pasivos.
Sin embargo, detrás de esta fachada de éxito se escondía un esquema insostenible. A medida que crecía la base de inversores, las promesas de rentabilidad se volvieron insostenibles, y la empresa finalmente colapsó, dejando a sus inversores sin poder retirar sus fondos.
Varios de sus líderes fueron arrestados en los últimos años. En 2023 cayó tras las rejas Juan Carlos Reynoso, persona que figuraba dentro del equipo de trabajo de una entidad llamada Black Wall Street Capital, y también como uno de los principales directivos de dicha entidad. Recientemente, se informó que Andreas Szakacs, cofundador de la estafa con criptomonedas OmegaPro, fue arrestado el mes pasado en Turquía.
AirBit Club: Un esquema Ponzi que estafó a muchas personas
AirBit Club fue un esquema Ponzi clásico que aprovechó el auge de las criptomonedas para captar inversores.
Se promovía como una plataforma de minería de criptomonedas y generación de ingresos pasivos a través de referidos. Los primeros inversores recibían pagos, pero estos provenían del dinero de nuevos participantes, no de actividades legítimas.
Como en todos los esquemas Ponzi, AirBit Club colapsó cuando la entrada de nuevos fondos se agotó. Los fundadores y varios miembros clave enfrentan ahora múltiples cargos criminales.
SolesBot: El engaño del bot de trading
SolesBot es si se quiere uno de los casos más recientes, el cual se presentó como un sofisticado bot de trading que prometía ganancias significativas mediante el uso de inteligencia artificial y algoritmos avanzados.
Sin embargo, al igual que las otras estafas, SolesBot resultó ser un esquema piramidal disfrazado. Los inversores fueron atraídos con promesas de retornos garantizados, pero cuando intentaron retirar sus fondos, descubrieron que habían sido estafados.
Las autoridades en diversos países presentaron cargos contra varios de sus promotores y principales figuras. Su CEO, Raúl Soles, quien hacía gala en redes sociales de una vida de abundantes gastos y aparecía en eventos, actualmente permanece en la clandestinidad tras haber intentado borrar mucho de lo que fue su interacción en redes.
Con este caso las investigaciones siguen su curso, pero al igual que en las estafas antes mencionadas, es muy poco probable que las víctimas afectadas logren recuperar su capital tras el colapso de SolesBot.
Similitudes entre los modelos fraudulentos
Pese a sus diferencias, estas estafas comparten varios elementos comunes que es conveniente destacar para fines educativos.
- En primer lugar, todas ofrecían promesas de ganancias exorbitantes con poco o ningún riesgo, un señuelo irresistible para quienes buscan hacerse ricos rápidamente.
- En segundo lugar, utilizaban las criptomonedas no como un activo legítimo, sino como una fachada para atraer a inversores incautos. La falta de transparencia y la opacidad en sus operaciones eran características comunes, lo que dificultaba que los inversores verificaran la legitimidad de sus inversiones.
- Además, todos estos esquemas dependían de una red de referidos para mantenerse a flote. La presión para reclutar a nuevos miembros era intensa, ya que este flujo de dinero fresco era esencial para pagar a los antiguos inversores. Sin embargo, como en todos los esquemas Ponzi, la estructura colapsó una vez que la entrada de nuevos participantes se redujo.
- Por último, cuando ya el modelo es insostenible y comienzan las dificultades para extraer el capital, las supuestas empresas culpan de los inconvenientes a elementos externos, esto en un intento por eludir la responsabilidad y apelar a su buena reputación, cuando ya muy probablemente tienen bajo su control el capital de las víctimas.
La responsabilidad del usuario: Clave para evitar estafas
En el mundo de las criptomonedas, la responsabilidad de evitar estafas recae en gran medida en los usuarios.
La educación financiera es crucial para comprender los riesgos y beneficios asociados con las criptomonedas. Antes de invertir en cualquier plataforma, es vital investigar exhaustivamente, verificar la legitimidad de la empresa, consultar opiniones de otros usuarios, investigar a las caras visibles tras estas entidades, entre otras diligencias que pueden hacer los interesados antes de depositar su capital.
Es importante también estar alerta a las señales de advertencia. Promesas de ganancias garantizadas, falta de información clara sobre cómo se generan los rendimientos y presión para reclutar nuevos miembros son banderas rojas que no deben ignorarse.
Además, la diligencia y el escepticismo son herramientas poderosas para evitar caer en estafas. Si una oferta parece demasiado buena para ser verdad, probablemente se trate de una oferta engañosa.
Conclusión: La educación es la mejor garantía
Las estafas cripto como OmegaPro, AirBit Club y SolesBot son recordatorios dolorosos de los riesgos que acechan en el mundo de las inversiones digitales.
Aunque la tecnología Blockchain y las criptomonedas ofrecen oportunidades genuinas, también son terreno fértil para el fraude si no se manejan con el debido cuidado. La mejor defensa contra estas estafas es la educación y la investigación. Al estar bien informados, los usuarios pueden protegerse a sí mismos y evitar que más personas caigan en estos esquemas fraudulentos.
Para finalizar, retomamos la recomendación que solemos compartir en este tipo de artículos. La mejor inversión que cada quien puede hacer es dedicar tiempo y esfuerzo para comprender cómo funcionan las criptomonedas, su tecnología subyacente y sus mercados asociados. Con esta información, ya el usuario contará con la información necesaria para identificar y descartar gran cantidad de estafas.
Artículo de Angel Di Matteo / DiarioBitcoin
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