España es un destino popular para turistas y nómadas digitales, pero cuando se trata de invertir no resulta tan atractivo. Aunque el país tiene bastantes ventajas competitivas, hay varios factores por las que deberíamos de considerar otras opciones para nuestros ahorros, especialmente si somos españoles, residimos en España y tenemos nuestra vivienda en España.
Alta carga fiscal
Uno de los mayores problemas al invertir en España es su sistema fiscal. Los impuestos elevados (hasta el 47% sobre la renta) y los altos impuestos de sociedades pueden disminuir considerablemente las rentabilidades. Además, la burocracia administrativa relacionada con la fiscalidad añade complicaciones adicionales, generando costos indirectos que reducen el atractivo de invertir. Comparado con otros países europeos que ofrecen un sistema fiscal más favorable, España puede resultar menos rentable a largo plazo para los inversores.
Es cierto que un impuesto sobre la renta alto o incluso cotizaciones sociales altas no influyen directamente sobre los beneficios empresariales, pero como hemos dicho alguna vez, eso puede afectar a la atracción de talento.
Burocracia excesiva
La burocracia en España es conocida por su lentitud y falta de eficiencia. Desde la apertura de un negocio hasta la obtención de permisos y licencias, los inversores se enfrentan a interminables procesos administrativos que ralentizan el ritmo de los proyectos.
Es decir, si crear una empresa y hacerla aguantar y perdurar en el tiempo es una esfuerzo titánico, en España ese tiempo que se dedica a la burocracia es algo que los directivos y trabajadores no van a dedicar al proceso productivo. A la tendencia española de esta burocracia, habría que añadir la tendencia europea de sobre regularlo todo. La prueba es que muy pocas empresas nuevas grandes salen de Europa, frente a lo que surge en EEUU o incluso en China, que no deja de estar gobernada por un partido autoproclamado comunista.
Una iniciativa de reducir la regulación, simplificarla y la burocracia, sería algo a considerar en la UE y en España. Hay que reducir el coste regulatorio de las empresas y en eso deberían de estar de acuerdo tanto la derecha como la izquierda, ya que no beneficia a la población, sólo a los reguladores y los que viven de la regulación.
Inestabilidad política y propuestas fiscales radicales
La inestabilidad política es otro factor que disuade la inversión en España. La constante fragmentación política y la necesidad del gobierno de pactar con partidos separatistas y de izquierda radical como ERC, Bildu o Junts para mantenerse en el poder contribuyen a la incertidumbre. Además, propuestas como la de Podemos de tasar los dividendos al 50% son preocupantes (aunque no sorprendentes si tiramos de hemeroteca). Para empezar porque los dividendos se generan tras pagar impuesto de sociedades y sus receptores, de estar en territorio español, tendrán que pagar por ellos en el IRPF.
Las empresas pueden recompensar a sus accionistas de otros modos o puede que acaben optando por reinvertir los beneficios en sectores menos eficientes o más lejos de su ventaja competitiva. Hacerse más grande e ineficiente no es bueno para el propietario de las empresas.
Las reformas fiscales impulsadas por estos sectores políticos podrían generar más inseguridad y afectar directamente a las ganancias de los inversores.
Mercado limitado y falta de diversificación
España representa un mercado relativamente pequeño en el contexto global. Hace más de una década que Apple vale más que la bolsa española en su totalidad. Es difícil pensar que el mercado español ofrecerá las mejores oportunidades de inversión.
Además como es mi caso, ya estoy sobre-expuesto a España. Como es habitual, mi vivienda habitual está adquirida con hipoteca y localizada en España. Su valor dependerá de que haya gente que quiera vivir en el área metropolitana de Madrid. Si tus ahorros ya están concentrados en una propiedad que has adquirido apalancada y tu trabajo está basado en España, concentrar además tus inversiones dentro de un país tan pequeño puede ser arriesgado. Es decir, personalmente ya estoy sobre-expuesto a España. Entiendo que no tiene sentido seguir exponiéndome más y más.
Asia y Estados Unidos ofrecen mercados mucho más amplios y dinámicos, con mejores perspectivas de crecimiento y más oportunidades para la diversificación. Los mercados emergentes y economías dinámicas como las de EE.UU. y Asia tienen un mayor potencial de crecimiento, lo que hace que invertir en España sea menos atractivo.
¿Y por qué no hablo de Europa en general? Pues porque la economía europea está bastante estancada. Y eso se nota en su mercado bursátil. Hace unas décadas la capitalización bursátil de la UE era parecida a la de EEUU, pero ya no. De hecho está cerca de ser superada por la bolsa china, que como he dicho, sigue siendo (aunque sea de palabra) un estado comunista.
Estancamiento de la economía europea
La economía europea en general ha mostrado signos de estancamiento desde hace varios años. España no está exenta de esto (aunque haya crecido bastante en 2024), y el rendimiento de las inversiones bursátiles en la región ha sido moderado. Las perspectivas de crecimiento son limitadas, especialmente en comparación con otras economías de rápido crecimiento como las de Asia o América Latina o incluso con EEUU.
Sostenibilidad de las pensiones
Uno de los problemas más graves que enfrenta España es la sostenibilidad de su sistema de pensiones. Con una población envejecida y una baja tasa de natalidad, el sistema de pensiones español es insostenible a largo plazo.
Esto no solo afecta a los jubilados, sino que también pone en duda la estabilidad económica del país y, por ende, la fiabilidad de las inversiones en empresas que dependan del mercado español.
Mercado inmobiliario ultrarregulado
Podemos decir, vale, no en bolsa ¿pero y un pisito? Es el sueño español, cobrar un alquiler todos los meses. Pero las políticas restrictivas de alquiler, especialmente en Barcelona, la extensión del decreto que protege a los inquiokupas (inquilinos que no desalojan la vivienda por estar en situación de vulnerabilidad) o las limitaciones a los alquileres turísticos, están destrozando el mercado del alquiler, reduciendo al máximo el stock disponible.
En mi opinión estamos ante un mercado muy arriesgado. Es cierto que hay quien obtiene buenas rentabilidades del mismo, pero duermo más tranquilo si sé que mi inversión no depende de alguna ocurrencia del Consejo de Ministros.
Por estos motivos creo que a la hora de buscar opciones para invertir los ahorros, probablemente encontraremos mejores opciones fuera de España. Hay muchas economías del mundo en las que invertir. Hacerlo hoy en día es algo bastante fácil para cualquiera.
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La noticia
Olvídate del IBEX. Los motivos por los que prefiero invertir fuera de España
fue publicada originalmente en
El Blog Salmón
por
Javier J Navarro
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