Muchos usuarios podemos tener todavía un ordenador con Windows 7, Windows 10, o un Mac de hace varios años. La recomendación comercial siempre nos dice que compremos uno nuevo y desechemos el antiguo. Algo con lo que Microsoft y Apple pueden estar encantados. Pero la realidad es que tu PC todavía puede funcionar perfectamente.
Su lentitud no es porque su hardware sea inservible. Es porque está cansado de actualizaciones tras actualizaciones. Y probablemente cuente con gigas de software basura que nunca pediste instalar. No necesitas cambiar de sistema operativo. No necesitas Linux siquiera. Solo tienes que limpiar lo que ya tienes, actualizar lo que sea posible y reemplazar las apps pesadas con alternativas open source que sí están optimizadas.
Solo así, entonces, tendrás un PC de código abierto que funcione bien. No es necesario gastar dinero en uno nuevo. Ni soportar la curva de aprendizaje de Linux. Así como tampoco renunciar a Windows o macOS. Así que vamos a ver qué medidas podemos tomar con nuestro antiguo sistema operativo para darle un soplo de aire fresco a nuestro PC.
Prepara y reinstala tu Sistema Operativo
Lo primero a lo que te vas a tener que enfrentar es a hacer copias de seguridad. Muchas de ellas. Si no dispones de USB de buenas capacidades, compra uno -son baratos- y haz una copia de seguridad completa de tu PC en él. En caso de que algo falle, siempre puedes recurrir a este salvavidas.
Es el momento de maximizar eficientemente nuestro hardware. Es complicado encontrar RAM barata en este momento. Pero tal vez puedas encontrar algo de 8 GB de segunda mano a un precio decente. En el caso de tener un disco duro mecánico HDD, puedes comprar un SSD básico y colocar el HDD como USB externo.
En el caso de Mac, el panorama es muy sencillo. Apple cuenta con enlaces a todas sus versiones de macOS desde 10.13. Elige la más nueva que tu sistema macOS pueda ejecutar. En ese caso, usa TINU o MacDaddy’s Install Disk Creator para crear un USB de arranque. En el caso de que tu Mac sea más antiguo, OpenCore Legacy Patcher te permite instalar versiones más nuevas que Apple no soporta por defecto.
En el caso de Windows, evita instalarlo mediante la opción de Microsoft, que viene con decenas de apps bloatware. En su lugar, puedes utilizar versiones reducidas que son más ligeras y optimizadas para un mejor funcionamiento. También tenemos el truco de optar por Windows 10 LTSC. Una versión que recibirá actualizaciones hasta 2027, que no cuenta con Windows Store ni apps que devoran tu RAM o SSD, ni bloatware. Una opción más limpia que puedes instalar mediante Rufus o Ventoy.
Reemplaza apps y haz mantenimiento
Es el momento de cambiar esas apps que se relacionan directamente con internet: servicios de correo, chats, navegadores o reproductores de música. Que suponen un riesgo si están desactualizadas. En su lugar, lo mejor es reemplazarlas con alternativas de código abierto. Por ejemplo, un servicio perfecto de correo en este caso es Thunderbird, de Mozilla, VLC para reproducir vídeo y música, o Firefox como navegador.
Ahora toca hacer limpieza en el sistema. Lo primero es abrir Windows Update y dejar que instale todas las actualizaciones disponible. En cuanto termines, reinicia el equipo y repite el proceso hasta que no queden más actualizaciones pendientes. Solo entonces será el momento de utilizar «Liberador de espacio en disco». Una herramienta que puedes encontrar en «Configuración» de Windows, dentro del apartado de «Almacenamiento». Marca todas las casillas para borrar archivos temporales y archivos del sistema, para que elimine la basura innecesaria.
Por último, abre el símbolo del sistema (CMD) con permisos de administrador, y escribe el comando:
CHKDSK C: /F
Pulsa Enter, y confirma la operación con «Sí» cuando nos pregunte si queremos programar la comprobación para el próximo reinicio. Esto hará que Windows revise y repare los posibles errores en el disco.
