De unos años a la fecha, Fernando Corona Murillo, mejor conocido como Murcof, es una de las figuras más destacadas de la electrónica mundial. Conforme el tiempo avanza, su obra cada vez es más sólida y aunque sus trabajas se espacian más conforme pasan los años, lo cierto es que cada uno de sus discos es un bocado gurmet al oído. En el camino ha dejado discos fundamentales como Martes (2002, incluido en el libro 200 discos chingones del rocanrol mexicano), The Versailles sessions (2008), Being human being (con Erik Truffaz, 2014) y Statea (con Vanessa Wagner, 2016).
The alias sessions (Leaf, 2021), su anterior producción, se basó en un par de coreografías (Contre-Mondes y Normal) para Guilherme Botelho, con quien ya había colaborado en ocasiones anteriores. Sin embargo, a punto de cerrar el 2024, el compositor entrega Twin color Vol.1 (Infine, 2024), álbum producido íntegramente por él y en donde solamente se hace ayudar por su hija (voz) en un par de cortes, además de tener la oportunidad de trabajar en el mítico IRCAM (Institut de Recherche et Coordination Acoustique/Musique), fundado por Pierre Boulez en 1970.
La aparición de este nuevo disco y uno más, menos publicitado, fueron el pretexto ideal para esta charla a distancia con Murcof.
¿Cómo llegaste a IRCAM?, ¿cuál fue tu sensación al entrar a ese lugar?
La oportunidad surgió en primer lugar gracias a la reciente apertura del instituto a músicos no académicos, y en segundo a la buena relación que InFine (el sello que edita Twin color…) mantiene con el instituto. Varios de sus artistas han sido invitados a desarrollar proyectos y presentarse en el EsPro, la sala principal. El ambiente en el instituto es de aventura, creatividad y disponibilidad, un verdadero campo fértil para la gestión de nuevas ideas que tengan que ver la relación entre el sonido, la música, la acústica y la especialización. Ha sido una de las mejores experiencias de mi carrera y que espero se pueda repetir.
¿Qué es lo que convierte una composición en “versión IRCAM”?
Simplemente que sea creada ahí, en el EsPro, la sala de conciertos principal ubicada en el sótano de las instalaciones, un sitio completamente aislado e insulado, modular, de acústica ajustable y con capacidad de espacializar el sonido de mil maneras. Esta sala, el IRCAM, y su capital humano, tuvieron una gran influencia en cómo se desarrolló el disco, en particular el track “Going home”, pero también en gran medida “They glow” y “Cosmic drifter”.
¿Utilizaste algún equipo nuevo para la grabación de este disco?
Usé tecnología tanto nueva como vieja. Entre lo más nuevo está un sintetizador FM francés que compré hace un par de años, el Kodamo Essence FM, muy divertido de programar, no sin sus limitaciones, pero relativamente fácil de encontrar esos happy accidents que tanto codiciamos los músicos electrónicos. Y por el lado viejo, un Tascam portastudio 424 que hace poco encontré online en perfecto estado, le va de maravilla al Essence FM para colorear un poco su sonido áspero y un tanto clínico, que a veces va bien así tal cual, pero generalmente sí pide a gritos un poco de calidez y saturación que solo la cinta te puede dar.
No sé por qué este disco, a pesar de moverse en atmósferas diferentes, me remite a un par de ambientes: por momentos acuoso; otras más espacial, cósmico. ¿Qué te inspiró a componer estos temas: una vivencia, un elemento? En ocasiones me parece un álbum introspectivo.
Qué interesante que digas esto. Una de las génesis de este disco fue un videojuego de exploración espacial para el que estuve componiendo la música allá por el 2019. El juego se desarrolla en una de las lunas de Júpiter, Europa, la mayor parte del tiempo dentro de sus océanos subterráneos (¿o subglaciares?), con la protagonista intentando establecer comunicación con los seres acuáticos inteligentes que ahí habitan. El juego se llamaba All these worlds (un claro guiño a Arthur C. Clarke), desafortunadamente no llegó a publicarse por cuestiones administrativas, pero me regaló inspiración de sobra para mucha música, la cual pienso editar de una forma u otra. De hecho ya empecé con el track del mismo nombre que viene en el álbum.
En el disco hay una composición titulada “Tomorrow part 2”, ¿la primera parte se perdió en el camino, qué sucedió con ella?
En la versión CD del álbum está la parte 1, que es muy distinta a la 2 aunque sí hay varios sonidos en común. Es otro de los tracks, aparte de “Going home”, donde la voz de mi hija Alina tiene un protagonismo importante.
“They glow” es muy oscura, tétrica diría yo, probablemente la más cinemática del disco, ¿qué papel juega en tu trabajo el cine y de ser así, hay algún género en específico que te atrape, algún director?, ¿un soundtrack en particular?
Para este track en particular me inspiré en soundtracks de décadas pasadas, los clásicos de John Carpenter, Brad Fiedel, Vangelis, etc. Siempre como punto de partida, no tratando de imitar sino más bien de envolverme en esas atmósferas para de ahí crear algo nuevo. Del cine reciente me gusta mucho Panos Cosmatos; aunque cuenta con solo un puñado de pelis a la fecha, es de los pocos directores que me emocionan cuando anuncian sus nuevos trabajos.
“Enemy” es un corte que al mismo tiempo que se escucha actual, futurista incluso, también me parece que es el que más podemos asociar a la old school de la electrónica, en especial a Jean Michel Jarre.
Su influencia viene más del electro body music de la era Wax Trax, creo yo, que de JMJ, pero no dudo que por ahí se haya colado su influencia, que no es pequeña generalmente hablando. Él fue unos de los principales responsables de mi interés por la música electrónica, él y Jon Santo (Plays Bach, MCA,1976).
Existe un disco acreditado a Murcof llamado The Etna sessions, ¿existe o es fake?
Es muy real, salió en CD y digital bajo el sello Facade Electronics de Mexicali, dirigido por mi viejo amigo y colega Ruben A. Tamayo, aka Fax. Es un release de tiraje y alcance limitado, pero de alta calidad artística, me gusta pensar.
¿Colabora alguien contigo en ese disco?, ¿quién lo produce?
Es un disco con bastante historia. Fue originalmente comisionado por ZO (una entidad cultural en Catania, Sicilia), originalmente como una obra audiovisual en homenaje al volcan Etna. Para ello invité a un amigo videoasta de Tarragona, Manu Ros, y juntos pasamos unos 10 días grabando audio y video en el volcán y sus alrededores, allá a mediados de 2015, una experiencia inolvidable.
Al año siguiente presentamos la obra terminada unas cuantas veces, principalmente en festivales de cine en Italia, pero también en el Mutek España y alguna que otra fecha en Francia. Pero no pasó a mayores y ahí quedó el proyecto, acumulando polvo digital en un disco duro por casi una década, hasta ahora que charlando casualmente con Rubén le platiqué de mi deseo de sacar a luz este material. Me propuso editarlo en su sello y a partir de ahí fue muy rápido el proceso, la música estaba casi lista, solo le faltaba masterizar.
¿Podemos esperar un segundo volumen de Twin color Vol. 1?
Sí, ahora a finales de año empezaré a trabajar en él, pretendo adentrarme más en la síntesis FM utilizando máquinas nuevas y antiguas, el ya mencionado de Kodamo y un Yamaha TG77 del ’89. Ambos suenan fantástico, cada uno a su manera. Este es solo el punto de partida, pero ya veremos que más se me atraviesa en el camino.
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