Miss Bolivia o de cuando la música latina se pone en modo ‘Bestia’

La cultura popular puede ser arrebatadora y fogosa…  y contiene una llamarada de canciones que muchas veces provienen de un pasado marcado por la radio y los programas de variedades televisivos; que no se nos olvide que les llamamos “placeres culpables”, pero, ¿qué se le va a hacer?, son piezas tan poderosas cómo “Ke ganas de no verte nunca más”, que ahora Miss Bolivia trae al presente como estandarte de su nuevo álbum llamado Bestia.

TXT:: Juan Carlos Hidalgo

María Paz Ferreyra -la mujer detrás de Miss Bolivia– suele partir del hip-hop, pero luego tira de cumbia, reggae, salsa y lo que haga falta, como en la balada de rompe y rasga que en los ochenta hizo famosa Valeria Lynch y a la que ha incrustado algunas líneas para subrayar su reciente separación amorosa y una etapa de reivindicación en solitario.

En “Ke ganas de no verte nunca más” está acompañada de Romea, nada menos que la frontwoman de las Kumbia Queers y juntas le dan candela a unos de esos temas que provocan muchísima sed de la mala.

Pero Miss Bolivia no sólo tiene compañía en esa canción de Bestia, en total hay 7 colaboraciones y 2 en solitario, lo que le permite bordar diversos registros, como en “Tu Cabeza”, en la que aparece Piti Fernández, cantante de Las pastillas del abuelo.

6 años se tardó en regresar en formato largo y es que al final se combinan temas tan personales como el desamor, la ruptura y la soledad con la parte de activismo y combatividad que ya le conocíamos de su trayectoria previa.

En Bestia sobresalen también “Arizona”, hecha con Loli Molina, y “Soltera”, en la que aparece una Cazzu en pleno crecimiento de popularidad -¡Las mujeres marcando la pauta!- . Es importante apuntar que los temas que hace sin invitados son “Pekadora” y “Pikante”, que resuelve muy bien.

Al final, que nadie escatime en Miss Bolivia el hecho de volcarse con sinceridad sobre estas 9 canciones y en las que sobresalen las frases propias insertadas en “Ke ganas de no verte nunca más”: “Me cuidaron mis amigas y ahora volví. Yo buscaba el amor ahí afuera y estaba acá dentro de mí. El llanto llegó a su fin, hay flores en el jardín” y que remata con un: “Tomate el palo”, citando una de sus piezas más exitosas.

Bestia es una prueba fehaciente de la diversidad musical de América Latina y de la soltura y desparpajo con la que sus exponentes saltan de un género a otro sin que ello afecte su personalidad y discurso; Miss Bolivia ha dado un paso adelante… bien por ella.

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