Miguel Ángel Mateos Sorrentino, más conocido simplemente como Miguel Mateos, se presentó en el Teatro Metropolitan con su calidad de icónico cantautor argentino. Es innegable que a lo largo de su carrera, el rocanrolero ha dejado una huella imborrable en la escena de la música en español y lo demostró con creces en una noche de puro fiestón loco, así como dice la chaviza.
Aunque no es un evento donde tengas que llegar temprano porque todos los asientos están numerados, sí se pudo haber gente desde tempranas horas de la tarde en los alrededores del Teatro Metropolitan. Algunos aprovecharon para irse a los bares y restaurantes que están a unos cuantos metros. Convivieron con amigos y familias momentos antes de entrar al concierto. Algunos, por ejemplo, ya entraron entonados con algunas copitas encima.
Otros tantos simplemente le dieron algunas vueltas a la Alameda Central o se lanzaron a recorrer el Centro Histórico. Un poco de turismo no les vino mal. Eran reconocibles por sus vestuarios completamente negros, algunos acompañados de chamarras de mezclilla deslavadas o de cuero con unos añitos encima. Pueden faltar las botas, ni los accesorios como cadenas, muñequeras o arracadas de metal con símbolos destacados como cruces, plumas, etcétera. A uno que otro lo delataba su playera de Miguel Mateos. Rockeros de la vieja escuela.
Y eso realmente lo que fueron a ver, un poco de rock en español clásico. El previo aviso es que Miguel Mateos iba a salir con una orquesta sinfónica, lo que para muchos podría resultar quizás aburrido, algo que va en contra de todos los límites rocanroleros, a pesar de que es algo que se ha hecho históricamente. Toda banda consagrado tiene siempre un arreglo de orquesta, lo presentan en disco en vivo, hacen giras con este argumento y le dan una buena renovada sus temas.
Miguel Mateos, una noche sinfónica en el Teatro Metropolitan
Claro que Miguel Mateos ni siquiera una orquesta sinfónica le quita lo rebelde. Sí, el concierto fue acompañado por algunos arreglos en violín, en cello, metales y en otros instrumentos que componen la orquesta, pero nunca dejó de sonar brutal. No sé si fue la tremenda distorsión de las guitarras, un potente bajeo, la loquera de los tambores en la batería o simplemente la gran energía que tiene el mismísimo Miguel Mateos sobre el escenario, pero aquello dejó una increíble impresión en todos los asistentes.
La gente nunca dejó de corear, aplaudían, gritaban o chiflaban a la más mínima provocación del cantante. Se notaban emocionados por estar frente a su ídolo y por el desfile de éxitos que nos regaló. Nunca se detuvieron los hits. Pasó de “Mi sombra en la pared” a “Un gato en la ciudad”, pasando por “Atado a un sentimiento” y, claro, no podían faltar “Lola“, “Es tan fácil romper un corazón“, “Cuando seas grande“, entre muchos otros clásicos del rock en español.
Un concierto con razón social
Una de las cosas más valiosas de la noche, un detalle que para muchas personas puede pasar desapercibido, es que la orquesta que lo acompañó es la creada en el Instituto de la Juventud de la Ciudad de México, misma que es parte del programa “Los jóvenes unen al barrio”, la mayoría de estas chicos y chicas son personas de bajos recursos que buscan una vida alternativa a la que puede darle su posición socioeconómica.
Esto ha sido muy valioso para toda la comunidad desde hace varios años. Los jóvenes han desarrollado una nueva pasión y aprendiendo a tocar instrumentos también se han abierto una oportunidad laborar nueva, sin olvidar que han vivido tantas experiencias como por ejemplo tocar con el mismísimo Miguel Mateos frente a miles de personas.
Es innegable que Miguel Mateos todavía conserva esa potente voz que lo hizo famoso durante los años ochenta, además de qu sus letras conmovedoras y su habilidad para crear himnos del rock en español han trascendido generaciones, pues es capaz de conectar con toda clase de públicos, con cualquier persona y en cualquier momento. La huella de Miguel Mateos en la industria musical quedará para la posteridad, al igual que este magno toquín.
Setlist de Miguel Mateos en el Teatro Metropolitan
- Mi sombra en la pared
- Un mundo feliz
- Perdiendo el control
- Beso francés
- Si tuviéramos alas
- Hagamos el amor
- Un gato en la ciudad
- Es tan fácil romper un corazón
- Llámame, si me necesitas
- Atado a un sentimiento
- Tirá para arriba
- Obsesión
- Cuando seas grande
- Mal herido
- Donde arde la ciudad
- Lola