Hace poco revisamos la participación del mercado de los sistemas operativos Windows 11 y Windows 10. La versión más antiguar del software de Microsoft sigue concentrando la mayor parte del mercado, la más nueva ha ido avanzando de forma segura, pero muy lentamente.
El problema es que queda muy poco tiempo de apoyo gratuito para Windows 10, y millones de usuarios podrían quedar con equipos cada vez más vulnerables a medida que pase el tiempo. Muchos podrían instalar Windows 11 si no fuera por un pequeño detalle: El sistema exige que el hardware ofrezca la versión 2.0 del chip de seguridad Trusted Platform Module.
Un nuevo estándar
Microsoft ha diseñado el nuevo sistema operativo considerando las nuevas opciones de seguridad que ofrece la última versión de TPM y no piensa dar el brazo a torcer en este sentido. Aunque parezca drástico también es cierto que tal tecnología ya se ha convertido en un estándar. Si renuevas tu PC es poco probable que adquieras un equipo que no la incluya.
Steven Hosking, director de producto en Microsoft, ha señalado que el TPM2 no es una recomendación, es una necesidad. Para el presente para el aprovechamiento de los mejores sistemas de encriptado. Para el futuro porque resultará esencial a la hora de ayudar a proteger la información manejada por las IA.
Hosking afirma que al establecer al TPM 2 como un estándar no negociable para Windows Microsoft está elevando los objetivos de seguridad de la industria.
El verdadero cliente
En un reciente post sobre este tema el ejecutivo explica la incidencia en los sistemas de seguridad. Lo que resulta evidente al leer el texto es que Microsoft está enfocado en los clientes del mundo empresarial. El TPM 2 es escencial para que el sistema operativo sea seguro y para que el entorno Windows, incluyendo todos los servicios de IA, prospere.
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