Pero que buen relajo se armó cuando el México Metal Fest que conocimos por años en Nuevo León comenzó con broncas y terminó por separarse en dos. Ahora si que cada quien agarró su bando, y por supuesto que hay gente que confío comprando boletos para uno u otro evento.
La respuesta del México Metal Fest (o el festival amarillo como lo bautizaron los metalheads en redes) fue un poco tardía pero fuerte ofreciendo actos como King Diamond y KK’s Priest, y nos les voy a mentir, muchos hicimos los planes de viaje (en mi caso desde la CDMX) y el gasto por ver a estos grupos que dicho sea de paso no son bandas comunes de ver en el país.
En este espacio nos regimos bajo los principios básicos del periodismo, del estar en lugar y momento de la noticia, porque curiosamente ese fin de semana vimos a bastantes páginas que juegan a ser “medios o influencers” que criticaron el evento desde la comodidad de su sillón y aquí somos de la idea de que si vas a celebrar o criticar algo es porque tienes el pleno conocimiento de lo que hablas, en nuestro caso el estar en el lugar del evento.
Retomando el tema principal, al final sabemos la historia, el cartel fue recortado y nos presentaron un evento que a pesar de ser chico les adelanto que no defraudó.
Pero antes de entrar más en esto hablemos de lo que se nos anunció como una postergación. La razón es simple, el público no compró boletos tal vez como los promotores o inversionistas lo hubieran esperado luego de anunciar como acto estelar al Rey.
Y es que también hay que ser realistas King Diamond es de esos selectos grupos (en donde también está Manowar, Mercyful Fate, etc.) que cobran bastante bien y que sus ventas no se asimilan a las que tienen en países de Europa o Estados Unidos, entonces desde ahí el panorama se complica un poco. Y ahora en pleno 2024 no conozco algún promotor que vaya a arriesgar una fuerte suma de dinero en un evento del cual al final la recaudación no iba a ser la esperada.
Pero, ¿Por qué no vendió? La respuesta tiene muchas variantes y una de ellas es la compra de castigo (algo así como el voto de castigo) que ha ejercido el público, quienes actualmente esperan a comprar a último momento los boletos del show o deciden no dar el voto de confianza a cualquier evento porque le reputación es dudosa, las fallas en los procesos o cualquier número de razones, las cuales son válidas porque bien dicen por ahí, “El consumidor siempre tiene la razón”.
Otra de estas razones es sin duda la sobre oferta que hay actualmente en el metal y es que aunque el metal siempre se ha caracterizado por ser un género activo en cuanto a conciertos en México, desde hace un par de años hemos visto que las giras han aumentado y que los festivales también, lo que provoca que en ocasiones el público tenga que escoger un evento y sacrificar otro.
A pesar de que al final no hubo los grandes actos, se presentó un cartel B, el cual si leemos con detenimiento el comunicado, terminó por ser gratis (una vez que se cumplan los procesos de reembolso) para quienes si compraron sus boletos para el México Metal Fest con anticipación. Y para quienes no lo hicieron el cartel que presenciamos el 12 de octubre tenía un nada despreciable costo de $1,000.
México Metal Fest VIII: Chamuco rescatando al soldado amarillo
Hay que reconocer a Chamuco, entre tantas cosas que han pasado con los eventos de metal en México, está promotora y agencia siempre cumple con lo prometido y con las bandas que aporta a los distintos festivales del país. Si repasamos un poco la alineación que quedó al final fue precisamente con las bandas con las que suele trabajar Chamuco.
Tal vez el cartel no era el más atractivo para muchos, pero eso ya es cuestión de situaciones personales. En el caso de un servidor, por ejemplo, si se ganó y es que había bandas que no había visto como Lucifer y Krisiun (ya sé que vienen cada año). Actos como Napalm Death que desde el 2014 no veía, Kataklysm en su caso desde 2017 en el difunto Puebla Metal Fest, en el caso de Blood Red Throne eran creo los que tenía más frescos en la memoria después de haberlos vistos como banda estelar en el Capital Extremo de 2022.
Y claro que hablaremos de las nacionales, donde por ejemplo he visto 17 veces anteriores a Strike Master, pero curiosamente la última fue en el 2022 y Phantom que es una banda más nueva, pero que sin duda vale mucho la pena ver en directo y ya lo había comprobado hace unas semanas en el Candelabrum Metal Fest.
Aunque también hay quienes terminaron fulminados y creo poco importó cual hubiera sido el cartel, su destino hubiera sido el mismo.
Pero bueno, hablemos de lo que ocurrió en el lugar. Digamos que le podemos dar un voto bastante positivo, si bien todo estuvo reducido y se hizo para una cantidad de público bastante limitada, lo que queramos o no nos dejó ver qué no muchos fueron los que compraron sus preventas para el festival amarillo.
El audio cumplió con la mayoría de los grupos, tal vez los nacionales fueron quienes tuvieron algunas fallas, pero de ahí en fuera y salvo las cuestiones del micrófono de voz de Johanna Andersson de Lucifer, debemos decir que el audio cumplió y más con las bandas de death metal.
Mucha gente en redes se burló del escenario y aunque si era bastante simple, cumplió con su objetivo, se le equipó con una tarima alta para que la gente de atrás no tuviera problemas al ver, y de las luces también no nos podemos quejar, tal vez faltaron algunas enfocadas hacia el público que si hicieron algo de falta cuando las bandas se querían tomar su clásica foto al terminar sus sets.
Algo que me gustó fue la oferta de bebidas, cerveza de $120 y no queriendo encajarse con los clientes como en los conciertos de CDMX donde a veces se vende hasta en $180, también había oferta variada para quienes no consumen bebidas alcohólicas como agua natural y Power Ade, solo por citar algunas opciones.
En cuestión de comida podemos decir que también se cumplió, eran pocos los food trucks pero conocidos como el de Paquito o los del café que venden verdaderas bombas de diabetes, pero que ayudan a levantarse después de una larga jornada de música. Al igual que había puesto más tradicionales donde se vendían chicharrones y aguas de a litro (algo que solo he visto a lo largo de siete años asistiendo a los festivales metaleros regios).
Antes de seguir con lo bueno, no hay que dejar pasar el tema de los baños y es que por momentos al menos en los destinados para los hombres se vieron un poco rebasados con una larga fila, pero que hasta eso avanzaba de manera fluida.
La merch oficial también no destacó mucho, era un puesto bastante sencillo con playeras del festival y algunas otras de las bandas del día. Faltó un poco de variedad en modelos y tallas y es que de este lado quisimos comprar un cierto modelo de Lucifer y cuando preguntamos nos dijeron que ya estaba agotado, tache ahí.
Retomando algo de lo bueno, al público le gustó mucho la parte del mercadito metalero ya que en cada cambio de bandas nos dimos una vuelta por ahí y vimos que muchas personas se acercaban a los puestos de este lugar a comprar playeras, discos y parches.
Sobre las bandas hay que destacar cosas buenas y malas. Una de las malas es que no entendimos del todo porque al principio se apuraba a las bandas, incluso se les decía que tenían que recortar el set y al final terminaban tocando una rola más al ver que si sobraba tiempo.
De lo que vimos vale la pena destacar a Strike Master, quienes armaron un buen circle pit entre los que llegaron temprano, incluso así hubo los primeros lesionados del día. Lo de Blood Red Throne siempre llama la atención y es que una banda bastante buena que creemos debería tener más reconocimiento y al menos ese día en Monterrey la gente les respondió de muy buena manera.
Nos saltamos hasta Lucifer, y es que a pesar de que su estilo es diferente al resto de las bandas que estuvieron en ese evento, dieron una excelente presentación, sin duda seas fan o no hay que reconocer que desde hace unos años el grupo vive una época dorada de manera profesional la cual han sabido llevar bien al terreno de los conciertos en directo.
Nuestro último destacado del evento, sin duda fue Napalm Death y es que, aunque Barney por problemas de salud no pudo estar en esta presentación, el resto de sus compañeros sacaron a flote el show. Y nada que decir del público que sabían muy bien a lo que iban, con Barney o no, el circle pit fue brutal e incluso algunos hasta se aventaron a hacer el surf crowding, sin duda, Napalm Death es garantía y lo demostraron ese día en Monterrey.
El futuro de los festivales de metal para la gente del norte
Estando en el México Metal Fest platiqué con varias personas, algunas un poco decepcionadas por no tener los grandes actos, otras sorprendidas al contarles que hice el viaje desde la CDMX como cada años, muchos me comentaron que hay cierto hartazgo de que todos los buenos eventos se hagan al centro del país, por lo que para ellos el tener el México Metal Fest era motivo de orgullo y de fiesta y varios incluso compraban ciegamente el boleto sin importar tanto las bandas.
Ahora esto se encuentra muy afectado, el futuro de la marca México Metal Fest (de los amarillos) se ve incierto y eso sin duda desanima a quienes gustan del metal en el norte del país, en especial a lo que armaban sus viajes desde otros estados cercanos como Coahuila, Tamaulipas, Chihuahua, etc.
Lo más sensato es que si algún promotor quiere continuar con esto debe hacerse bajo un nuevo nombre, dar algo nuevo a la gente del norte con lo que se puedan identificar, así como ocurrió en el pasado y lo más importante irlo construyendo poco a poco y no de buenas a primeras ir por monstruos caros como King Diamond, creemos que la muestra quedó con el cartel B, con pocas bandas y una logística sencilla el evento salió adelante.
Ya para cerrar, desde este espacio espero que los promotores cumplan con las dinámicas de reembolso que anunciaron y destacar que varios de los tours que llegaron a este festival ya comenzaron a hacer los reembolsos desde un día antes de que se realizará el evento.