Algunos detalles de la historia de la tecnología son realmente curiosos, como la utilización de la @ (arroba) como separador en el correo electrónico, el formato de las URL o el de la (barra al revés) como separador de directorios.
En este caso Jan-Piet Mens investigó arqueológicamente entre las ruinas digitales de la red para ver por qué los nombres de dominio se separan con puntos y no con comas u otro símbolo.
Por hacer corta una historia larga y enrevesada, el resumen es bastante mundano. Paul Mockapetris (inventor, junto otros, del DNS) lo resumió diciendo:
El punto lo usamos entre frases. Es pequeño, claro y visualmente va bien para dividir términos, además de que es algo que ya usamos habitualmente.
Esto se sustenta en parte en el RFC 780 de mayo de 1981, relativo al email, donde se habla de una dirección [123.255.37.321] separada por puntos y también en un archivo hosts.txt que data de 1985 donde se usan los mismos puntos, seguramente por equivalencia: TEST.UCLA.EDU,UCLA-TEST.ARPA.
Así que la historia no es tan enrevesada, ni tan interesante, como en otras ocasiones, pero al menos los arqueólogos de la red lo han podido datar adecuadamente para que conste de cara a las generaciones futuras.
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