Los 5 peores covers de canciones de metal de la historia

La reinterpretación de una canción es un ejercicio que, en el mejor de los casos, logra aportar una visión distinta sin perder la esencia del original. En el metal, un género caracterizado por su energía, su ejecución precisa y su identidad sonora, las versiones ajenas al estilo suelen ser recibidas con escepticismo. Algunos músicos han logrado reinterpretaciones memorables, pero otros han terminado en el lado opuesto, entregando adaptaciones que generan rechazo entre los seguidores del género. Ya sea por falta de comprensión del material original, arreglos que desvirtúan la intención de la canción o ejecuciones que no logran conectar con la audiencia, hay versiones que han quedado marcadas por su impacto negativo.

En esta lista se incluyen cinco de los intentos más fallidos de artistas de otros géneros al interpretar clásicos del metal. No se trata de una cuestión de purismo ni de negar la posibilidad de reinterpretación, sino de casos en los que el resultado final se distanció demasiado de la identidad del tema original o simplemente no logró encajar dentro de ningún parámetro estético que hiciera justicia a la canción.

  1. Justin Bieber – «Roots Bloody Roots» (Sepultura)

El caso de Justin Bieber con «Roots Bloody Roots» de Sepultura no es un cover formal, pero sí un episodio que quedó grabado en la memoria del público metalero. Durante una transmisión en vivo en redes sociales, el cantante canadiense improvisó una versión de la canción en tono de broma. La falta de cualquier intento por respetar la interpretación original, sumada a la elección de una canción representativa del metal extremo, hizo que el fragmento se volviera viral como un ejemplo de la desconexión total entre artista y material. Aunque se trató de un momento espontáneo, el efecto fue inmediato: rechazo por parte de los seguidores de Sepultura y del metal en general.

  1. Pat Boone – «Holy Diver» (Dio)

En 1997, Pat Boone, conocido por su carrera en el pop y el gospel, sorprendió al lanzar el álbum «In a Metal Mood: No More Mr. Nice Guy», en el que reinterpretó canciones de metal en clave de jazz y swing. Entre los temas incluidos estaba «Holy Diver» de Dio, una de las piezas más emblemáticas del heavy metal. La transformación del tema en un arreglo lounge eliminó por completo la intensidad y la épica de la versión original. Mientras que Ronnie James Dio construyó la canción sobre una estructura dramática y un sentido de grandeza, Boone la convirtió en una pieza de fondo que se alejaba completamente del espíritu de la composición.

  1. J Balvin – «Wherever I May Roam» (Metallica)

El álbum tributo «The Metallica Blacklist» reunió a una variedad de artistas reinterpretando canciones de «The Black Album». Entre ellos, J Balvin presentó una versión de «Wherever I May Roam» que dejó fuera casi todos los elementos característicos del tema original. En lugar de una reinterpretación musical, lo que se entregó fue una canción de reguetón con una base electrónica y la letra original reducida a fragmentos intercalados con versos nuevos. La falta de conexión con la estructura y el sonido de la canción original hizo que esta versión se sintiera más como una apropiación de elementos aislados que como un tributo genuino.

  1. Tori Amos – «Raining Blood» (Slayer)

Tori Amos, reconocida por su estilo introspectivo y su enfoque en el piano, llevó «Raining Blood» de Slayer a un terreno completamente distinto en su álbum «Strange Little Girls». La versión dejó de lado la agresividad de la original para transformarla en una pieza etérea y minimalista. Si bien las reinterpretaciones radicales pueden ofrecer perspectivas interesantes, en este caso, la ausencia de la estructura rítmica y el ambiente sombrío del original dejaron un vacío difícil de llenar. Para los seguidores de Slayer, el resultado fue una versión en la que la esencia del tema se perdió en una adaptación que eliminó su impacto.

  1. Paulina Rubio – «I Was Made for Lovin’ You» (Kiss)

En 2009, Paulina Rubio grabó una versión de «I Was Made for Lovin’ You» de Kiss para la banda sonora de la película «Vampiros». La adaptación modificó el arreglo para acercarlo al pop latino, eliminando la dinámica original de la canción y su característico riff de guitarra. La interpretación vocal y la producción hicieron que el resultado final se percibiera más como un producto de la industria pop que como un homenaje a la banda. Si bien «I Was Made for Lovin’ You» ya era un tema con una orientación más accesible dentro del catálogo de Kiss, esta versión eliminó cualquier rastro de su origen rockero.

Conclusión

Estos cinco casos reflejan lo que sucede cuando una reinterpretación no logra establecer un punto de conexión con el material original o con la audiencia que lo sigue. Si bien es válido que los artistas exploren nuevos enfoques, la ejecución es clave para que una versión sea bien recibida. Cuando un cover se aleja demasiado de la identidad de la canción original sin ofrecer una propuesta convincente, el resultado suele quedar más en el terreno de la anécdota que en el de la reinvención exitosa.