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Los programas con software de código abierto son cada vez más conocidos por los usuarios en Internet. Lo que en un principio eran aplicaciones de nicho, ahora se solidifican como una opción cada vez más atractiva. Los beneficios de su uso van desde el ahorro por su gratuidad hasta el refuerzo en la seguridad.
Y es que en pleno 2025, la información sobre este tipo de aplicaciones también ha llegado a usuarios que eran ajenos a este tipo de programas. Por lo tal, vamos a compartir con vosotros cuatro puntos clave por los que deberíais plantearos usar este tipo de programas en vez de optar por otras licencias de pago.
Transparencia y confianza
Sabes exactamente lo que usas. Un código abierto permite inspeccionar cada línea de su programación. Esto se traduce en que no hay lugar para puertas traseras, ni análisis no deseados, ni prácticas con falta de ética que puedan estar presentes en aplicaciones de propiedad privada.
Esta característica refuerza la confianza que los usuarios ponen en este tipo de software. Si la comunidad detecta cualquier vulnerabilidad, la expondrá al instante, y para más inri, podrá solucionar el problema y compartirlo con el resto.
Coste cero y óptima calidad
No es que todos los programas de código abierto sean gratis, pero la inmensa mayoría sí lo son. Esto los convierte en una opción gratuita sin pérdida de calidad. Por ejemplo, encontramos LibreOffice, GIMP o Blender en contraposición a Microsoft Office, Photoshop o Autodesk Maya. Las funcionalidades son las mismas; las licencias, no.
Por otra parte, esos recursos monetarios que nos ahorramos en software, pueden ser invertidos en hardware para seguir mejorando tu productividad de cara al futuro de la tecnología… y poder seguir adquiriendo programas de código abierto.
Flexibilidad y personalización
Si un código abierto es completamente accesible, también es moldeable. Los usuarios con un nivel técnico más avanzado pueden hacer verdaderas maravillas con una base preestablecida. Esto lleva a nuevas cotas de personalización que, por supuesto, podemos olvidarnos de ver en licencias comerciales. Además, este tipo de trabajos son compartidos en la web, por lo que la comunidad de usuarios siempre termina favoreciéndose de estos desarrollos.
Un ejemplo de ello sería el sistema operativo Linux, que permite crear entornos personalizados (uno de los más conocidos es Ubuntu). Otras herramientas menos ambiciosas, como VLC Media Player, también tienen en su haber complementos desarrollados por usuarios. Esto te libera de los ritmos impuestos por las empresas, que solo buscan maximizar ganancias con la obsolescencia programada (Hola, Windows 11).
Comunidad y soporte global
La comunidad es uno de los ejes indispensables del código abierto. Detrás de cada programa e implementación de este tipo de programas siempre hay un conjunto de desarrolladores y usuarios que son capaces de colaborar en el desarrollo de los distintos software open source.
Lo que supone otro beneficio directo para nuestra experiencia: no dependes de un único proveedor. Si tienes un problema, es probable que ya esté resuelto y parcheado en Reddit o GitHub. Además, el espíritu colaborativo que posee este tipo de software parece ser otra ley no escrita.
Espero que, por el bien de los usuarios, 2025 sea un gran año para el crecimiento de programas de código abierto. Esto no solo democratiza los sistemas informáticos, sino que nos supone un ahorro monetario y un refuerzo en nuestra privacidad y seguridad.