El metal español lleva años abriéndose paso en un terreno que, por momentos, parecía reservado a los titanes del norte de Europa o las factorías estadounidenses. Desde mediados de la década de 2010 hasta este 2025, las bandas de este rincón del mapa han sabido construir un catálogo que no solo resiste comparaciones, sino que reclama su propio espacio en la conversación global. Aquí no hay nostalgia por los días dorados de los 80 o 90; lo que hay es una escena viva, diversa y dispuesta a romper moldes, desde el thrash más cortante hasta experimentos que desafían cualquier etiqueta. Esta lista no pretende ser un ranking absoluto, sino un reflejo de lo que ha resonado con más fuerza en los últimos diez años, tanto en escenarios locales como en plataformas digitales y festivales internacionales.
La selección responde a un criterio que va más allá del gusto personal: se trata de discos que han definido tendencias, que han sabido capturar la atención de oyentes dentro y fuera de España, o que han dado un giro inesperado a lo que entendemos por metal en este país. El período 2015-2025 ha sido testigo de cómo el género se ramifica, con bandas que miran al pasado para impulsarse hacia adelante y otras que prefieren desmarcarse de cualquier tradición. Angelus Apatrida compite en las grandes ligas del thrash, mientras propuestas como Toundra o Regent Death exploran caminos menos transitados. Lo que sigue es un recorrido por diez trabajos que, cada uno a su manera, han dado forma a esta década de metal español.
- Angelus Apatrida – «Aftermath» (2023)
Los de Albacete no se andan con rodeos: este disco es un puñetazo de thrash metal que suena a 2023 pero podría haber encajado en 1986. Grabado con una claridad que deja escuchar cada golpe de batería y cada riff, temas como «Cold» o «To Whom It May Concern» muestran a una banda que ya no solo representa a España, sino que se mide con los nombres pesados del género a nivel mundial. Su éxito en giras europeas y la respuesta de la prensa especializada lo convierten en un punto de referencia ineludible. - Vita Imana – «VI» (2020)
Pocas bandas logran que el metal extremo suene tan físico como Vita Imana. En «VI», el grupo madrileño juega con ritmos tribales y estructuras que alternan entre el groove y el metalcore, como se escucha en «El Muro». Es un trabajo que captura la esencia de sus directos, donde la conexión con el público es casi tan importante como la música misma. Este disco marcó un paso adelante en su carrera, consolidándolos como un nombre fijo en la escena. - Crisix – «The Pizza EP» (2021)
Un EP que se cuela en la lista por puro mérito. Crisix toma el thrash de la vieja escuela, lo aliña con humor y lo sirve en temas como «No Tip for the Kid». No es solo un guiño a la cultura pizza; es una declaración de intenciones sobre cómo mantener vivo un subgénero sin tomarse demasiado en serio. Su energía desenfadada y la respuesta del público en directo justifican su lugar aquí. - Sôber – «E-L-E-G-Í-A» (2021)
Tras un paréntesis, Sôber volvió con un disco que mira hacia adentro. «Mi Heroína» y otros cortes exploran texturas más sombrías, marcadas por la pérdida personal que atravesó la banda. No es el metal más pesado de esta lista, pero su enfoque emocional y la manera en que equilibra melodía con distorsión lo hacen un regreso que dejó marca en la escena alternativa. - Toundra – «Hex» (2022)
El post-metal instrumental no es lo primero que viene a la mente cuando se piensa en metal español, pero Toundra lo lleva a otro nivel. «Hex» construye paisajes sonoros que van de la calma a la tormenta, con piezas como «El Odio» que se sostienen sin necesidad de letras. Su enfoque cinematográfico y su creciente presencia en festivales europeos explican por qué este disco destaca. - Hamlet – «Berlín» (2018)
Hamlet nunca ha seguido las reglas, y «Berlín» es prueba de ello. Con temas como «Eclipse» o «Salvaje», el álbum mezcla riffs crudos con una producción que suena actual sin perder el filo que los define desde los 90. Fue un regreso que reafirmó su relevancia, conectando con fans de siempre y atrapando a nuevos oyentes. - Khael – «Dualidad» (2019)
Este debut llegó como un soplo de aire fresco al death metal melódico español. «Sombras» y el resto del disco muestran una banda que no teme mezclar pasajes técnicos con ganchos accesibles. Su entrada en la escena fue discreta, pero la calidad de «Dualidad» lo ha convertido en un nombre que empieza a sonar con fuerza. - Dawn of the Maya – «The Truth Is in Front of You» (2016)
En el metalcore, pocos discos españoles de la década pegaron tan duro como este. «After Dawn» resume su fórmula: breakdowns calculados, producción nítida y una energía que funciona tanto en auriculares como en un mosh pit. Su enfoque global, sin renunciar a raíces locales, lo mantiene como un referente. - Regent Death – «Regent Death» (2023)
El black metal español tiene en este EP un ejemplo de cómo sonar crudo y atmosférico al mismo tiempo. Con melodías que cortan como el viento y una producción que no suaviza los bordes, Regent Death aporta una voz distinta a un subgénero que sigue creciendo en el underground nacional. Su impacto en círculos especializados lo mete en esta lista. - Lándevir – «El Jardín de las Hespérides» (2020)
El folk metal no abunda en España, pero Lándevir lo hace suyo con gaitas, flautas y una base metálica sólida. «Hijos del Sol» lleva al oyente por un viaje que une mitología y riffs, ofreciendo algo que se siente tan español como universal. Es un disco que abrió puertas para el subgénero en la década.
Estos diez trabajos no solo representan lo mejor del metal español reciente; también muestran cómo el género se adapta, muta y encuentra su lugar en un mundo saturado de música. Desde el thrash de Angelus Apatrida hasta el folk de Lándevir, cada uno aporta algo que no se repite, y eso es lo que hace que esta década valga la pena escuchar.