Tenemos que hablar de lo que sucedió en el Escenario Telcel pasadas las 8 de la noche, cuando Little Jesus tomó el escenario por asalto con un escenario minimalista que apenas sí contaba con una bola disco en lo más alto de su estructura metálica. Desde el inicio querían una noche donde solamente fueran ellos y sus fanáticos sin parafernalias que llenaran los espacios vacíos, porque hoy no solamente se tocó buena música, desfiló algo de lo mejor que ha dado el rock mexicano en los últimos 10 años.
Como bien dijeron uno de sus tantos éxitos, a ellos les tocó aportar las canciones y a nosotros la magia. Una magia que fue muy distinta a la que yo me esperaba, pues no tenía idea de que el escenario luciera tan reventado como lo hizo. Toda la raza que salió de Caifanes fue corriendo directo hasta el espectáculo de la banda capitalina y otros tantos miles prefirieron perderse a la leyenda Saúl Hernández antes que su tremendo lugar hasta el frente.
Claro que siempre es curioso ver gente solitaria entre el público, sobre todo cuando se trata de un festival en el que no a todos tus amigos les gustan las mismas canciones ni las mismas bandas y donde todos se juntan con todos, ssí que tienen que dividírselo sin que eso signifique que estés abandonado en el medio del caótico ambiente de un Vive Latino, pero hay algo de LITTLE JESUS que te aporta, ¿Magia? Todo gira al rededor de esa puta palabra mística esta noche.
La Magia de Little Jesus en el Vive Latino, ¿de dónde salieron estos cabronzuelos?
Lo juro, nada como voltear a tu izquierda o tu derecha y ver que los compas están abrazados de tu cuello cantando todos juntos “Químicos” o que los weyes de a lado se la cura bien sabroso a ritmo de “Fuera de Lugar” mientras que Grl Ultra se monta en el escenario y tu hermana, incluso tu primo extasiados porque Macario salió a cantar “Gracias por nada” cuando hace unas semanas todavía estaba barriendo las calles, una historia de éxito que todos hemos soñado con emprender.
Pero el sueño es ver a la morrita que te gusta tirando unos pasos de aquellos que nacen en el espíritu y mueren en las piernas al ritmo de la música. Tan feliz que le revolotea el cabello por el aire, le brillan los ojos y se le sueltan los brazos en “La Luna“; canta a todo pulmón, casi gritando, clasicotes como “Las Cabras“, sintiendo cada una de las palabras con una pasión nada sutil; o se conmueve dulcemente hasta darte uno de los abrazos más emocionantes que has sentido jamás mientras “TQM” cierra las acciones. CARAJO.
Les dije que todo giraba al rededor del misticismo de LA MAGIA, no sé bien cómo le diría a un alien de qué chingados estoy hablando, ni a un morrito de cinco años. Incluso el diccionario ofrece una descripción bien pendeja de la palabra en cuestión. Eso de lo que hablo no va en contra de ninguna ley de la naturaleza, física, química, matemática ni social o filosófica. Es humano. No hay nada más humano que la magia.
La fuckin magia es jugar con lo desconocido. Es llevar al límite lo inexplorado a pesar de todo lo que pueda salir mal, es saltarse la barda aunque todos estén en contra, es atreverse a jugar el fuego con las manos aún sabiendo que te puedes quemar y adentrarte en el turbio océano aunque reconoces que te puedes ahogar. Pero todo podría salir bien también. Pero todo podría ser histórico.
Como Little Jesus, saliendo a escena en plena oscuridad, después de bandotas como Caifanes, antes de agrupaciones famosas por todo el mundo como Duncan Dhu, ambas con años y años y años de trayectoria. Aún así, dar el mejor espectáculo de la vida, salir en hombros como si hubieran ganado el mundial. Ovacionados. Aplaudidos. Vitoreados.
“¿Y qué más da lo que será? Cuánto tiempo crees que durará. Si no tenemos nada, siempre podemos aportar, yo las canciones y tú la magia… “
Setlist de Little Jesus en el Vive Latino
- Tierra llamando a sant
- Fuera de lugar
- Un plan espectacular
- Químicos
- Una playa en nayarit
- El final del juego
- Cabras
- La luna
- La magia
- Gracias por nada
- Azul
TQM
