Las pymes españolas huyen de EEUU por culpa de los aranceles de Trump. Europa y el Sudeste asiático son las mejores alternativas a corto plazo

Las pymes españolas huyen de EEUU por culpa de los aranceles de Trump. Europa y el Sudeste asiático son las mejores alternativas a corto plazo

Europa huye del Tío Sam, aunque no todo lo que posiblemente le gustaría. Es imposible. Las políticas arancelarias agresivas por parte de Estados Unidos, ha situado a muchas empresas -también españolas, cómo no- en una posición de vulnerabilidad. Especialmente a aquellas con menor capacidad financiera para absorber incrementos repentinos en sus gastos operativos.

Un proceso de reajuste que se produce en un contexto económico complicado. Donde las empresas ya gestionan múltiples frentes abiertos, desde la inflación hasta la energía, o el incremento de los costes laborales.

La relación comercial entre España y Estados Unidos sigue siendo relevante sí, pero los datos muestran un cambio de tendencia. En 2024, las exportaciones españolas al mercado estadounidense alcanzaron los 18.179 millones de euros, lo que representa cerca del 4,9% del total exportado.

Sin embargo, la imposición de aranceles base del 10% sobre numerosas importaciones ha alterado el equilibrio para muchas pymes, que operan con márgenes más ajustados y menor capacidad de reacción.

El impacto real de los aranceles en las pymes españolas

El aumento de barreras comerciales no solo encarece el acceso al mercado estadounidense, sino que introduce un alto nivel de incertidumbre regulatoria.

Según el último informe Global Trade Pulse Survey de HSBC, cerca del 66% de las pymes prevé incrementos adicionales en sus gastos durante los próximos meses, derivados tanto de los aranceles como de la complejidad administrativa asociada.

Este escenario ha tensionado la liquidez de muchas empresas, con más del 60% reconociendo una mayor presión financiera desde 2024. Para los pequeños negocios, cualquier alteración en plazos, precios o normativas puede tener un impacto directo en su competitividad, lo que explica la rapidez con la que se están explorando mercados alternativos.

Diversificación como respuesta estratégica

La diversificación comercial ha pasado de ser una recomendación teórica a una necesidad práctica. Aproximadamente un tercio de las cerca de 50.000 pymes exportadoras españolas ya ha comenzado a redirigir parte de sus operaciones hacia regiones percibidas como más estables.

Además, el 84% de las empresas está buscando activamente nuevos proveedores o mercados de destino para reducir su dependencia de un solo país.

Esta tendencia es especialmente significativa en sectores sensibles a las variaciones de precios y a la disponibilidad de materias primas. Al reducir la exposición a escenarios imprevisibles, las pymes ganan margen de maniobra y mejoran su capacidad de planificación a medio plazo.

Europa vuelve a ganar protagonismo comercial

Dentro de este proceso, Europa se consolida como la región prioritaria para reforzar relaciones comerciales para las pymes españolas. La proximidad geográfica, la homogeneidad normativa y la estabilidad institucional convierten al mercado europeo en una opción lógica para las empresas.

Por solo poner un ejemplo, países como Alemania destacan por la solidez de sus cadenas de suministro y por ofrecer un entorno predecible, algo especialmente valorado en periodos de volatilidad internacional.

El refuerzo del comercio intracomunitario permite además reducir los plazos de entrega y los riesgos logísticos, factores que influyen directamente en el control del coste operativo y en la satisfacción del cliente final.

El Sudeste asiático como alternativa emergente

Más allá de Europa, el Sudeste asiático está ganando peso como destino estratégico. Economías como Vietnam y Malasia presentan un crecimiento sostenido y una menor exposición directa a las tensiones entre grandes potencias. Estos países ofrecen oportunidades tanto como mercados de destino como en su papel de proveedores dentro de las cadenas de valor globales.

India también aparece de forma recurrente en los planes de expansión de las pymes españolas. Su dinamismo interno y su integración progresiva en el comercio internacional la convierten en una opción atractiva para diversificar riesgos y acceder a nuevos consumidores.

Preparación desigual ante el nuevo escenario global

Pese a este movimiento, los niveles de preparación siguen siendo desiguales. Solo el 35% de las empresas europeas considera que está bien posicionada para adaptarse a nuevas regulaciones y tarifas.

España se sitúa entre los países con menor percepción de preparación, lo que indica que muchas pymes aún no han ajustado sus estrategias con la suficiente antelación.

A este desafío se suma el encarecimiento general de las cadenas de suministro. Cerca del 47% de las empresas ha sufrido aumentos en los gastos de transporte y el 44% en el precio de los materiales, lo que ha obligado a tomar decisiones simultáneas como renegociar contratos, ajustar condiciones de pago o revisar precios finales.

En paralelo, el acceso a financiación se ha convertido en un elemento clave para sostener la actividad exterior. Más de dos tercios de las empresas han recurrido a financiación a corto plazo y a fuentes alternativas para cubrir desajustes derivados del nuevo contexto comercial.

La anticipación y la diversificación se perfilan como las claves para mantener la competitividad en un entorno global cada vez más incierto. No hay otra.

Imágenes | Pixabay, Unplash


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Las pymes españolas huyen de EEUU por culpa de los aranceles de Trump. Europa y el Sudeste asiático son las mejores alternativas a corto plazo

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El Blog Salmón

por
Sergio Delgado

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