Leo Jiménez no es solo un nombre en la escena del heavy metal español; es un motor vivo, un tipo que ha sabido canalizar el rugido del género a través de una garganta que parece forjada en acero y fuego. Con una carrera que abarca décadas, desde sus días al frente de Saratoga hasta su reinvención como solista, pasando por el metal gótico de Stravaganzza, este vocalista madrileño ha demostrado que el metal no es solo ruido, sino un vehículo para emociones crudas y verdades afiladas. Aquí no hay espacio para la exageración vacía: lo que sigue es un repaso a cinco canciones que definen su trayectoria, seleccionadas por su peso en su discografía y el eco que han dejado entre quienes viven el metal con las venas abiertas.
1. «Hijo de la Luna» (Stravaganzza)
Cuando Stravaganzza lanzó Raíces en 2010, Leo tomó un clásico de Mecano y lo retorció hasta hacerlo suyo. «Hijo de la Luna» no es una simple versión: es una reescritura en clave de metal gótico, con cuerdas que arañan y una voz que bascula entre el susurro y el alarido. La producción, a cargo de él mismo junto a Big Simon, da al tema una atmósfera densa, casi teatral, que resalta su habilidad para transformar lo conocido en algo visceral. En directo, este tema se convierte en un ritual colectivo, y no es raro verlo documentado en grabaciones de fans en YouTube o reseñas de conciertos en foros especializados.
2. «Vientos de Guerra» (Saratoga)
Corría el año 2000 cuando Saratoga soltó Vientos de Guerra, el disco que marcó el debut de Leo como su vocalista. La canción titular es un puñetazo directo: riffs cortantes de Dani Pérez y una línea vocal que trepa hasta notas que pocos se atreven a alcanzar. Aquí, Leo no solo canta; comanda, como si cada verso fuera una orden en medio de una batalla sonora. El álbum, grabado en los estudios M-20 de Madrid, sigue siendo un punto de referencia para entender cómo Saratoga se reinventó con él al frente. Basta con revisar las listas de reproducción de los seguidores en Spotify para ver que sigue siendo un pilar.
3. «Tu Destino» (Leo Jiménez)
Tras dejar 037/Zero3iete, Leo dio un paso al frente en solitario con Animal Solitario (2013), y «Tu Destino» fue la carta de presentación. Este tema, lanzado como single en 2012, mezcla el ADN del heavy metal con un giro más moderno, casi radiable, sin perder el filo. La letra, escrita por él mismo, habla de elecciones y caminos propios, mientras la guitarra de Tony Hernando le da un armazón sólido. Producido en sus propios estudios Nueva Vida, el sonido refleja un Leo más introspectivo, pero igual de contundente. Es fácil encontrarlo en listas de reproducción actuales como un puente entre sus raíces y su presente.
4. «Maldito Corazón» (Saratoga)
Si hay un tema que demuestra que el metal también puede ser íntimo, es este, sacado de Agotarás (2002). «Maldito Corazón» empieza suave, con Leo deslizando la voz como si contara un secreto, antes de que el estribillo estalle y lo lleve a su terreno de potencia pura. La batería de Joaquín Arellano «El Niño» marca el pulso, mientras las guitarras de Jero Ramiro tejen una red melódica que atrapa. Grabado en un momento álgido de Saratoga, este corte sigue resonando en quienes buscan algo más que velocidad en el género. Las versiones en vivo disponibles en plataformas como Deezer lo confirman.
5. «Desde Niño» (Leo Jiménez)
En La Factoría del Contraste (2016), Leo se miró al espejo y escribió «Desde Niño», un tema que es tanto un homenaje a su vida en el metal como un grito de identidad. La canción arranca con una melodía pegajosa, cortesía de sus compañeros de banda, y crece hasta un estribillo que parece hecho para cantar con el puño en alto. Producido nuevamente en sus estudios, el sonido es limpio pero crudo, con un equilibrio que deja brillar su voz. Habla de crecer entre discos y conciertos, y conecta con cualquiera que haya encontrado refugio en el género. Su videoclip, disponible en su canal oficial de YouTube, lo muestra en su salsa: directo y sin filtros.
Estas cinco canciones no son solo puntos altos en la carrera de Leo Jiménez; son pruebas de un tipo que ha sabido adaptarse, liderar y, sobre todo, cantar como si cada nota fuera la última. Desde los escenarios abarrotados con Saratoga hasta las producciones más personales de su etapa solista, su voz sigue siendo un faro para el metal español. Si no las conoces, dale al play: están todas en plataformas como Spotify o en los archivos de sus discos originales, listos para recordarte por qué este hombre es una fuerza viva del género.