Las diferentes plataformas y aplicaciones centradas en el uso de la Inteligencia Artificial no han parado de crecer en los últimos meses. Esto se refiere tanto a las propuestas disponibles, como a los usuarios que ya experimentan de forma habitual con esta tecnología en pleno crecimiento.
Sin embargo algunos expertos aseguran que en el viejo continente europeo, el uso de todo ello está haciendo más lento que en el resto del globo. La empresa de Mark Zuckerberg y propiedad de Instagram, Facebook o WhatsApp, Meta, ya ha señalado el culpable de todo ello.
Y es que la mencionada compañía, gigante de la tecnología, culpa a los reguladores de la UE de frenar el crecimiento de la IA en toda Europa. Lo primero que debemos tener presente es que el funcionamiento de los diferentes modelos de IA, consume enormes recursos y energía. Esto es algo que de forma irremediable aumenta las emisiones, y hay regiones en el mundo que intenta frenarlo. Tanto es así que incluso grandes firmas como Google y Microsoft han gastado y ganado mucho dinero debido a todo esto relacionado con las emisiones.
En gran medida, este enorme gasto viene dado por las rigurosas pruebas y a la demanda de los centros de datos. De manera paralela decir que cada región del mundo tiene su propia normativa para el tratamiento de los datos, en este caso usados por la IA. Así, por ejemplo, la UE cuenta con el Reglamento General de Protección de Datos o RGPD. Este prohíbe de forma tajante la recopilación y tratamiento de datos personales sin consentimiento explícito.
Por tanto, y desde el punto de vista de Meta, esto puede ser una enorme carga. Todo ello se hace especialmente patente durante el proceso de entrenamiento de un modelo de Inteligencia Artificial.
La normativa de la UE frena el uso de la Inteligencia Artificial
Este requiere una enorme cantidad de datos, algo que choca de forma directa con la normativa europea. Tanto es así que el jefe de Meta, Mark Zuckerberg, se une al CEO de Spotify en un llamamiento para que Europa adopte la IA de código abierto. Bajo su punto de vista, esta adopción supondría un crecimiento enorme en el uso de estas plataformas inteligentes en el viejo continente.
Además, ambos gigantes de la tecnología también criticaron el marco normativo fragmentado e incoherente de la UE, como sucede con el mencionado GDPR. Desde su punto de vista, está bloqueando la innovación y obstaculizando la capacidad de Europa de beneficiarse plenamente de los avances de la IA. Y es que aseguran que las leyes diseñadas para aumentar la competitividad europea, está consiguiendo lo contrario.
Comentan que Europa debería simplificar y armonizar las normativas aprovechando las ventajas de un mercado único pero diverso. En resumen, Europa necesita un nuevo enfoque con políticas más claras y una aplicación más coherente para permitir que las nuevas tecnologías, como la IA, crezcan libremente.
Un claro ejemplo lo vemos en la petición de la UE a Meta para que no utilice contenidos públicos de Facebook e Instagram para entrenar su Inteligencia Artificial. Todo porque los reguladores no se ponen de acuerdo sobre cómo gestionarlos en este momento. Esto se traduce en que los modelos europeos de IA podrían perderse importantes conocimientos y cultura locales, y los europeos no tendrían acceso a la última tecnología en IA.