Dos rusos fueron acusados por el Departamento de Justicia de EE. UU. de operar servicios de lavado de dinero en la dark web, afectando a millones de usuarios globalmente.
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- Acusados rusos enfrentan cargos de lavado de más de USD $1.000 millones.
- Joker’s Stash cerró en 2021, pero su impacto sigue latente.
- Autoridades globales continúan persiguiendo plataformas de lavado de criptomonedas.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DoJ) ha anunciado cargos contra dos ciudadanos rusos, Sergey Ivanov y Timur Shakhmametov, por operar servicios de lavado de dinero que facilitaron transacciones multimillonarias para grupos de ciberdelincuentes, incluidos aquellos responsables de ransomware.
El anuncio detalla cómo estas plataformas en la dark web, como Joker’s Stash y Rescator, han sido usadas durante años para la venta de información de tarjetas de crédito robadas y datos personales.
Un negocio multimillonario en la darknet
Los acusados, usando los alias “Taleon” y “JokerStash”, supuestamente operaron estas plataformas que llegaron a mover más de USD $1.150 millones en criptomonedas mediante servicios como UAPS, PinPays y PM2BTC, utilizados para facilitar pagos sin cumplir con regulaciones de “conozca a su cliente” (KYC). Según el DoJ, las transacciones vinculadas a Ivanov provienen, en un 32%, de actividades ilícitas, lo que los coloca en el centro de una operación criminal de gran alcance.
Shakhmametov, conocido como JokerStash, lideró una de las mayores plataformas de venta de tarjetas de crédito robadas, alcanzando ganancias de al menos USD $280 millones, con potenciales ingresos cercanos a los USD $1.000 millones. Joker’s Stash fue popular durante varios años, y pese a haber cerrado en 2021, sus implicaciones siguen presentes, con investigaciones que continúan arrojando nuevas pruebas.
Colaboración internacional para desmantelar redes criminales
El DoJ no actuó solo. Las autoridades de diversos países, incluyendo Holanda y Alemania, colaboraron en la confiscación de servidores y criptomonedas vinculadas a las operaciones de PM2BTC y Cryptex, otras dos plataformas usadas por ciberdelincuentes para convertir criptomonedas en dinero fiduciario sin rastros. El DoJ ha destacado la participación de las autoridades holandesas, quienes confiscaron más de USD $7 millones en criptomonedas.
El impacto de estas acciones es significativo, pues afecta a una red global que ha facilitado operaciones criminales desde 2013. Entre los casos más emblemáticos vinculados a estas plataformas se encuentra el robo masivo de datos en Target, ocurrido en 2013, donde fueron comprometidos más de 70 millones de datos personales.
Las consecuencias de un mercado sin control
Las plataformas como Joker’s Stash y Rescator demuestran las grandes vulnerabilidades del ecosistema de criptomonedas y su mal uso para propósitos delictivos. Aunque el Bitcoin y otras criptomonedas ofrecen libertad y descentralización, también presentan desafíos para las autoridades. La falta de cumplimiento de regulaciones como las de KYC en estas plataformas ha permitido que los delincuentes se muevan casi sin obstáculos.
A medida que las investigaciones avanzan, se han ofrecido recompensas de hasta USD $11 millones por información que conduzca a la captura de Ivanov o Shakhmametov. Mientras tanto, las autoridades europeas y estadounidenses continúan trabajando para cerrar más mercados de la dark web y asegurarse de que el dinero obtenido ilícitamente no pueda ser blanqueado con facilidad.
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