Cuando se trata de la banda de metal más influyente y significativa de Brasil, la respuesta es clara: Sepultura. Fundada en 1984 en Belo Horizonte, Sepultura no solo es un pilar fundamental del metal brasileño, sino que también ha tenido un impacto masivo en la escena mundial. Su legado ha trascendido generaciones, con un sonido que ha evolucionado constantemente, pero que siempre ha mantenido una conexión profunda con sus raíces brasileñas y con la agresividad y complejidad del metal extremo.
Desde sus primeros días, Sepultura desafió las convenciones del metal tradicional. Influenciados por bandas como Metallica, Slayer, y Anthrax, los primeros discos de Sepultura, como Morbid Visions (1986) y Schizophrenia (1987), se enraizaron en el thrash metal más crudo y feroz. Con estos trabajos, la banda ganó rápidamente notoriedad en la escena underground, destacándose no solo por su energía en el escenario, sino también por su enfoque innovador de la música extrema. Su habilidad para incorporar elementos autóctonos de Brasil, como percusiones tribales y referencias culturales, les dio una identidad única que los separó de otras bandas de metal.
El verdadero despegue internacional de Sepultura llegó con Beneath the Remains (1989) y Arise (1991), dos discos que consolidaron su posición como una de las bandas más importantes del thrash y el death metal. En estos álbumes, la banda perfeccionó su sonido agresivo, incorporando complejidad técnica sin perder su fuerza visceral. Arise, en particular, es considerado uno de los discos más influyentes del metal de los 90, con himnos como «Dead Embryonic Cells» y «Desperate Cry» que siguen siendo básicos en los conciertos de la banda.
Pero lo que realmente distinguió a Sepultura fue su capacidad para evolucionar y expandir su sonido. Con Roots (1996), Sepultura rompió fronteras al fusionar el metal con los ritmos y sonidos tradicionales brasileños, creando una mezcla única de metal, tribalismo y experimentación. Este álbum marcó un antes y un después en la historia del metal, convirtiendo a la banda en pionera del nu metal y del groove metal, géneros que más tarde dominarían la escena de finales de los 90 y principios de los 2000.
La inclusión de percusión tradicional brasileña, como los berimbaus y atabaques, así como colaboraciones con músicos indígenas, añadió una capa de profundidad cultural al sonido de Sepultura, lo que hizo que la banda fuera aún más relevante a nivel internacional. Roots no solo consolidó su estatus de leyenda, sino que también abrió puertas para que otras bandas latinoamericanas y brasileñas fueran escuchadas en todo el mundo.
A lo largo de los años, Sepultura ha mantenido su relevancia gracias a su constante reinvención. La salida de Max Cavalera, su vocalista original, en 1996, fue un golpe duro, pero la banda siguió adelante con Derrick Green, quien se unió como vocalista y ayudó a la banda a dar forma a nuevos trabajos que seguían siendo agresivos, pero también incorporaban influencias de otros géneros. Álbumes como Chaos A.D. (1993) y The Mediator Between Head and Hands Must Be the Heart (2013) muestran la capacidad de Sepultura para mantenerse fiel a su esencia mientras experimentan con nuevas sonoridades.
Hoy en día, Sepultura sigue siendo un referente no solo para los fans del metal, sino también para músicos de todo el mundo. Su influencia es incuestionable, y su capacidad para mantenerse relevantes durante más de tres décadas es un testamento a su integridad artística y su innovación constante. En la historia del metal brasileño, Sepultura no solo representa a un grupo de músicos, sino a toda una cultura, un sonido y una identidad que ha dejado una huella indeleble en el metal mundial.
Por todo esto, Sepultura se erige como la banda brasileña de metal más importante de la historia, no solo por su legado musical, sino también por la forma en que trascendieron fronteras, llevando la esencia del metal brasileño a los rincones más lejanos del planeta.