
El modo hibernar de Windows es una de las funciones de ahorro de energía de nuestro sistema operativo que nos permite apagar nuestro PC guardando el estado de nuestros programas. Hablamos de un punto medio entre el apagado y la suspensión, con distintas ventajas y desventajas que todo usuario debería considerar antes de poner el modo en práctica.
Por un lado, la hibernación nos permite reanudar nuestros proyectos justo donde los dejamos, ahorrando una cantidad de energía mayor que con el modo suspensión. Esto beneficiará especialmente a los ordenadores portátiles y sus baterías. Sin embargo, esto ocupará un espacio en el disco duro. Quiero decir, los datos que se mantienen «en proceso» se guardan en el disco duro. Ello conlleva una velocidad inferior de apagado y encendido.
Al igual que hemos hablado en diversos artículos del «modo suspensión», esta funcionalidad podría quedar exigua debido a la rapidez inherente de los discos SSD y su capacidad para encender y apagar nuestro PC en menos de 10 segundos.
Ventajas de usar el Modo Hibernar
Este modo posee varios beneficios para el funcionamiento de nuestro PC, los cuales vamos a resumir en tres puntos:
- Ahorro de energía: hablamos de una evolución del modo suspensión en términos de energía, por lo que en este punto, nuestro PC sale ganando con una alternativa más eficiente.
- Conserva todo nuestro trabajo: este modo es capaz de guardar todo lo que tenemos abierto en el momento de pulsar en «Hibernar». Para ello, el disco duro reserva un espacio para ello, por lo que nos permite reanudar nuestro trabajo desde el punto exacto en que lo dejamos dentro de nuestros programas.
- Seguridad frente a cortes de electricidad: a diferencia de la suspensión, la información que se guarda bajo la hibernación se almacena en el disco duro. Esto quiere decir que, aunque suframos un corte de luz o se agote la batería, no se perderá ningún dato.
Problemas y desventajas de hibernar
- Tiempo de inicio y apago más lento: el hecho de entrar en hibernación y «retomar» la actividad de nuestro PC toma más tiempo que la suspensión y que el apagado normal. Ello se debe al uso del disco duro que hace esta función. Al requerir de una lectura extra del apartado dedicado para la hibernación, la velocidad disminuirá.
- Ocupa espacio en el disco duro: el archivo dedicado para la hibernación en nuestra unidad de almacenamiento puede ser realmente grande. Para los discos duros estándar, no deberían suponer un problema (a priori), pero si disponemos de poco espacio en disco o la unidad tiene una memoria pequeña, sí podremos tener un problema.
- Posible degradación del rendimiento de nuestro PC: al utilizar este método reiteradamente para reiniciar nuestro sistema, puede suponer problemas de rendimiento a largo plazo. Esto se debe a que la RAM y el resto de componentes no se «limpian» correctamente durante el proceso. Ello puede llegar a acumular datos temporales y procesos residuales que nuestro PC nunca termina por eliminar. La traducción final es que podemos sufrir una disminución en la velocidad general del equipo o errores inesperados en programas y aplicaciones.
Como ves, tienes en tu mano una buena opción, siempre que logres equilibrar la velocidad y el rendimiento de tu equipo haciendo un uso correcto del modo hibernar.