Si estás pensando en comprar el tan popular ratón de Apple, espérate y no lo hagas todavía, pues quiero presentarte la que es para mí la mejor opción del mercado. El archiconocido Magic Mouse de Apple se ve completamente superado por el Logitech MX Master 3S y quiero contarte por qué.
El Magic Mouse de Apple es conocido por su diseño minimalista y sus gestos multitáctiles, pero tras usarlo intensivamente durante un mes, llegué a una conclusión clara: no es para mí. En su lugar, el Logitech MX Master 3S no solo lo supera, sino que redefine lo que debería ser un ratón premium, especialmente para largas jornadas de trabajo. A continuación, detallo por qué este modelo de Logitech es mi nueva elección.
Diseño: atractivo frente a comodidad
El Magic Mouse de Apple es innegablemente atractivo. Su diseño compacto, elegante y minimalista encaja a la perfección con la estética de cualquier escritorio, especialmente si usas un Mac. Sin embargo, esa belleza tiene un precio: la ergonomía. Durante jornadas de trabajo prolongadas, el Magic Mouse no ofrece el soporte necesario para la mano. Su perfil bajo y su forma plana hacen que resulte incómodo, especialmente si tienes manos grandes.
Por otro lado, el Logitech MX Master 3S se siente como un guante. Diseñado para adaptarse perfectamente a la mano, ofrece un soporte ergonómico superior que reduce la fatiga, incluso en sesiones intensivas de uso. Aunque el modelo blanco que tengo se ensucia con facilidad, su acabado es elegante y sólido, lo que transmite la sensación de estar ante un producto premium.
Funcionalidad: el rey de la personalización
Aunque el Magic Mouse destaca en algunos aspectos, como su capacidad de desplazamiento fluido y los gestos multitáctiles que permiten cambiar entre escritorios o desplazarse rápidamente, se queda corto en funcionalidades. No cuenta con botones configurables, lo que limita su versatilidad en tareas complejas o más específicas. Además, aunque su diseño táctil es innovador, la falta de precisión puede ser frustrante para quienes requieren un control más fino.
Aquí es donde el ratón de Logitech brilla, ya que está pensado para ofrecer el máximo control y personalización. Con 8 botones configurables, una rueda de desplazamiento electromagnética que se adapta a la velocidad del deslizamiento y una rueda secundaria para el pulgar, las posibilidades son casi infinitas. Gracias a su aplicación oficial, Logi Options+, puedes personalizar cada botón según tus necesidades, desde comandos específicos hasta atajos complejos.
Otra de sus grandes ventajas es su capacidad para funcionar en varios dispositivos simultáneamente. Con solo pulsar un botón, puedes cambiar entre tres dispositivos distintos, una funcionalidad que resulta imprescindible para quienes trabajan con más de un ordenador.
En términos de precisión, el Logitech MX Master 3S también lleva la delantera. Su sensor avanzado permite movimientos precisos en cualquier superficie, incluso en cristal, algo que el Magic Mouse no puede igualar. Además, puedes ajustar la sensibilidad del cursor directamente desde la aplicación, lo que lo hace ideal tanto para trabajos creativos como para tareas que requieren alta precisión.
El Magic Mouse tiene su encanto y sin duda es ideal para algunos usuarios o quienes valoran la estética por encima de la funcionalidad. Pero para quienes buscan un ratón que no solo sea cómodo, sino también altamente configurable y versátil, el Logitech MX Master 3S es la mejor opción.
Aunque su precio es superior al de otros ratones, cada euro invertido se traduce en comodidad, precisión y eficiencia. Después de dos meses de uso, puedo decir con seguridad que el Logitech no solo supera al Magic Mouse, sino que establece un estándar para lo que debería ser un ratón de gama alta. Si pasas muchas horas frente al ordenador, tu mano y tu productividad te lo agradecerán.
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