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Reviewer
Por fin y después de más de dos décadas, tenemos la secuela de Gladiador, película protagonizada por Russell Crowe y dirigida por Ridley Scott, quien regresa después de 24 años para darnos una segunda parte más que digna para contarnos sobre el legado de Maximus.
Esta segunda parte nos cuenta la historia bajo la misma línea que la primera Gladiador, una Roma consumida en la corrupción y un pueblo hambriento que necesita un respiro, el cual encuentra en sus mejores generales y guerreros a través de las aventuras del famoso Coliseo Romano que es gobernado por un par de emperadores ‘chakalones’ que solo ven por el bien propio a costa de todo lo anterior dicho.
De esto va Gladiador 2
La historia nos pone en la espada de Lucius o mejor conocido ahora como Hanno (Paul Mescal) quien después de 16 años de los sucesos de la primera película, ahora vive en una zona libre de África, sin embargo, su tranquilidad se va a ver truncada a manos del General Acacius (Pedro Pascal), quien bajo la bandera del Imperio Romano ataca y conquista esta región, capturando a los mejores hombres para los juegos del Coliseo.
En la travesía, Hanno conocerá a Macrinus (Denzel Washington) quien es un traficante esclavista que proporciona a los mejores gladiadores para el beneplácito de los juegos del Coliseo.
Hanno, después de haber tenido una importante pérdida, decide que quiere chingarse a Acacius y le promete lealtad a Macrinus, si este le proporciona rifarse un tiro con Acacius en el Coliseo para así poder matarlo y vengar a su difunta esposa muerta en la conquista antes mencionada.
Sin embargo, detrás de esta simple premisa se van desarrollando otras dos, en donde Macrinus como Acacius quieren aplicarle un golpe de Estado a los hermanos emperadores Geta (Joseph Quinn) y Caracalla (Fred Hechinger) quienes sedientos en poder pierden los estribos y tienen sometida a Roma en un mierdero.
Lo bueno de la secuela de Gladiador
Precisamente, lo chingón de la película radica en cuanto estos tres caminos se encuentran y logran un desenlace bastante formidable. Además de que las actuaciones son una verdadera joya y que logran que toda la película sea una constante de emociones que no permiten ni un solo momento de aburrimiento.
Lo malo de la película.
Es difícil encontrarle algo malo a esta película, quizá al ponernos quisquillosos, le encontremos fallas claras en un orden histórico, pero ¿A quién le importa? Si quieres verdades bibliográficas, cáele a tu biblioteca local o pregúntale al Google.
Conclusión
¿Recuerdan, querida raza, cuando el cine era menos enfadoso? Cuando no teníamos tomas largas introspectivas, ni había A24, no había que buscarle un significado oculto a lo que veíamos en pantalla o simplemente rebuscarle a la interpretación de los directores.
Precisamente hablamos del inicio del siglo XX cuando teníamos un renacer en el cine palomero, con historias poderosas pero simples, solo para ir al Blockbuster y rentar las pelis para la tarde de domingo. Precisamente, Gladiador 2 tiene ese sentimiento de ser una película simple, pero con un poder tremendo, una buena historia, pero no rebuscada, donde el héroe debe de rifarse varios tiros y salvar el día.
Paul Mescal es un Dios para tomar el papel del hijo de Maximus, Pedrito chulo es magnífico siempre que se logra en pantalla, y si bien le tenía más carisma a Joaquin Phoenix como el emperador Commodus, sin duda Geta y Caracalla logran el cometido de sentirse como personajes fuera de la línea del malo del bigote, rayando en la psicopatía real.
Sin duda alguna es la mejor película que he visto este año y vaya que hemos logrado ver muy buenas cintas este segundo semestre del 2024, pero lo que logra Scott con su propia obra.
Simplemente es cine en la mera extensión de la palabra, nada de filosofías, nada de analogías, es entretenimiento puro en una pantalla.
Gladiador 2 la puedes ver a partir de este fin de semana (14 de nov) en todas los cines del país y es un fuerte obligado para verla en cine y si no has visto la primera parte, tienes tarea antes de ver esta, la vas a disfrutar mucho más.