Slipknot se ha destacado no solo por su música intensa y sus enérgicas presentaciones en vivo, sino también por la calidad de sus músicos. Entre ellos, los bateristas han jugado un papel crucial en definir el sonido distintivo de la banda. A lo largo de los años, varios bateristas han destacado, pero uno de ellos se destaca por encima del resto: Joey Jordison.
Joey Jordison, cuyo nombre completo es Nathan Jonas Jordison, nació el 26 de abril de 1975 en Des Moines, Iowa. Desde una edad temprana, mostró un interés profundo por la música, comenzando a tocar la batería a los ocho años. Su pasión y dedicación lo llevaron a formar parte de varias bandas locales antes de cofundar Slipknot en 1995. Jordison no solo fue el baterista original de la banda, sino también uno de sus principales compositores, contribuyendo significativamente al desarrollo del sonido único de Slipknot.
El estilo de Jordison se caracteriza por su velocidad, precisión y creatividad. Su habilidad para combinar ritmos complejos con una energía inagotable lo convirtió en una figura central en la banda. Canciones icónicas como «Wait and Bleed», «Duality» y «Psychosocial» son testimonio de su talento y de su capacidad para elevar la música de Slipknot a nuevas alturas. Además, su presencia en el escenario, con su máscara distintiva y su estilo de tocar la batería, añadió un elemento visual que complementaba perfectamente la intensidad de las presentaciones en vivo de la banda.
La influencia de Jordison en Slipknot va más allá de su habilidad técnica. Como uno de los miembros fundadores, jugó un papel crucial en la formación de la identidad de la banda. Su visión y creatividad ayudaron a definir el sonido y la imagen de Slipknot, estableciendo una base sólida sobre la cual la banda pudo construir su éxito. A lo largo de su carrera con Slipknot, Jordison recibió numerosos premios y reconocimientos, incluyendo ser nombrado el Mejor Baterista de Metal por la revista Modern Drummer en varias ocasiones.
En 2013, Jordison dejó Slipknot, una decisión que sorprendió a muchos fans y críticos. A pesar de su partida, su legado en la banda sigue siendo innegable. Su influencia se puede escuchar en cada álbum de Slipknot y su impacto en la música metal es profundo y duradero. Aunque otros bateristas han pasado por la banda, ninguno ha logrado igualar la combinación de habilidad técnica, creatividad y presencia escénica que Jordison aportó.
Después de la salida de Jordison, Slipknot incorporó a Jay Weinberg como su nuevo baterista en 2014. Weinberg, hijo del legendario baterista de Bruce Springsteen, Max Weinberg, trajo una nueva energía y estilo a la banda. Su habilidad para adaptarse rápidamente y su técnica impecable le permitieron ganarse el respeto de los fans y críticos por igual. Weinberg contribuyó a la evolución del sonido de Slipknot, manteniendo la intensidad y agresividad que caracteriza a la banda mientras añadía su propio toque distintivo.
En 2024, Eloy Casagrande se unió a Slipknot como el nuevo baterista. Casagrande, conocido por su trabajo con la banda brasileña Sepultura, aportó una nueva dimensión al sonido de Slipknot. Su técnica poderosa y su capacidad para fusionar diferentes estilos de percusión han sido muy bien recibidas por los fans y críticos. En 2024, fue reconocido como el mejor baterista de metal del año por la revista Modern Drummer, consolidando su lugar en la historia de la banda.
En conclusión, Joey Jordison es ampliamente considerado el mejor baterista en la historia de Slipknot debido a su contribución integral al sonido y la identidad de la banda. Su habilidad técnica, combinada con su creatividad y energía en el escenario, lo convierten en una figura insustituible en la historia de Slipknot. A través de su música y su legado, Jordison continúa inspirando a nuevos músicosl. Sin embargo, tanto Jay Weinberg como Eloy Casagrande han dejado su propia huella en la banda, cada uno aportando su estilo único y contribuyendo a la evolución continua de Slipknot.
