El death metal en España ha transitado un camino particular, con un desarrollo tardío en comparación con escenas como la sueca o la estadounidense, pero con exponentes que lograron consolidarse dentro y fuera del país. A finales de los años 80 y principios de los 90, en plena explosión del género a nivel global, comenzaron a surgir bandas que, a pesar de las limitaciones de la época, lograron abrirse paso con producciones que reflejaban una clara influencia de los grandes nombres del death metal internacional, pero con una identidad propia.
Si bien el término Big 4 nació en el thrash metal para englobar a las cuatro bandas más influyentes del estilo, aplicar este concepto al death metal español implica reconocer a los proyectos que marcaron el desarrollo del género en el país. No se trata solo de popularidad, sino de impacto en la escena, aportes a la evolución del sonido y capacidad para trascender las limitaciones de una industria musical que, durante décadas, no brindó las mismas oportunidades que en otros mercados. Bajo estos criterios, hay cuatro nombres que resultan ineludibles.
1. Avulsed (Madrid, 1991 – presente)
Si hay una banda que ha mantenido una trayectoria ininterrumpida dentro del death metal español, esa es Avulsed. Formados en 1991 en Madrid, lograron lo que pocos: sostener una carrera de más de tres décadas sin interrupciones significativas y con una identidad sonora que ha resistido el paso del tiempo. Su sonido, inicialmente influenciado por el death metal estadounidense y europeo, evolucionó incorporando elementos más agresivos y técnicos sin perder su esencia.
Discos como Eminence in Putrescence (1996) y Stabwound Orgasm (1999) fueron fundamentales en la consolidación de su estilo, mientras que trabajos más recientes como Deathgeneration (2016) demostraron su capacidad para mantenerse vigentes sin repetir fórmulas. La figura de Dave Rotten no solo ha sido clave en la historia de la banda, sino en la difusión del metal extremo en España a través de su sello Xtreem Music, que ha servido como plataforma para muchas otras agrupaciones.
2. Haemorrhage (Madrid, 1990 – presente)
Si bien su propuesta se adentra en el goregrind, la base de Haemorrhage está anclada en el death metal. Su conexión con la escena internacional ha sido constante, y su relación con el sello Relapse Records les permitió llevar su música a un público más amplio. A diferencia de otras bandas del género, Haemorrhage construyó su identidad a partir de una estética médica y un sonido que combina la crudeza del grindcore con la estructura del death metal clásico.
Álbumes como Grume (1997) y Hospital Carnage (2011) son referencias obligadas para entender el desarrollo del death metal extremo en España. Su consistencia en directo y la capacidad de adaptar su sonido a los cambios dentro del género sin perder su esencia los convierten en una de las bandas más longevas y respetadas dentro del circuito extremo.
3. Necrophiliac (Utrera, Sevilla, 1988 – 1993, 2016 – presente)
En el contexto del death metal español, Necrophiliac representa la primera generación del género en el país. Surgidos en Utrera en 1988, fueron pioneros en la grabación de uno de los primeros discos de death metal en España, Chaopula – Citadel of Mirrors (1992), un trabajo que, aunque editado de manera independiente, se convirtió en un referente para las bandas que surgieron posteriormente.
El sonido de Necrophiliac reflejaba la influencia de las bandas de Florida y Europa, pero con un enfoque caótico y atmosférico que los diferenciaba dentro de la escena emergente. Aunque su actividad en los años 90 fue breve, su legado se mantuvo vivo, y su regreso en 2016 con la reedición de su disco debut reafirmó su lugar en la historia del death metal español.
4. Kronos (Madrid, 1988 – 1995)
A pesar de su corta trayectoria, Kronos dejó una marca importante en la primera ola del death metal español. Formados a finales de los 80 en Madrid, su propuesta destacó por una ejecución técnica que los acercaba a bandas como Pestilence o los primeros Death. Su único disco, The Joy of Suffering (1994), es una muestra del potencial que tenía la banda antes de su disolución.
Kronos no tuvo el mismo impacto mediático que otras agrupaciones de su época, pero su importancia radica en haber sido una de las primeras bandas en abordar el death metal desde un enfoque más técnico y elaborado en una época donde la infraestructura para el metal extremo en España era muy limitada.
¿Por qué estas cuatro bandas?
El criterio para seleccionar a este Big 4 no responde únicamente a la longevidad o a la cantidad de discos vendidos, sino a su papel dentro del desarrollo del death metal en España. Avulsed representa la consolidación y la continuidad, Haemorrhage la expansión internacional y la conexión con el grind, Necrophiliac el inicio del género en el país, y Kronos el desarrollo de una vertiente más técnica en una escena aún en formación.
Si bien hay otras bandas con trayectorias relevantes, estas cuatro reflejan los diferentes aspectos del death metal español y su evolución a lo largo de más de tres décadas. En un país donde el metal extremo ha tenido que abrirse camino sin el respaldo de grandes estructuras, estas bandas han demostrado que la perseverancia y la creatividad pueden superar cualquier barrera.