En el Madrid de los años setenta y ochenta, una figura inesperada emergió en la escena del rock: Ángeles Rodríguez Hidalgo, mejor conocida como «La Abuela Rockera». Nacida en Argentina en 1900, se trasladó a España siendo muy joven, y fue en Madrid donde dejó su marca en el mundo del rock. Su pasión por la música la llevó a convertirse en una presencia constante en conciertos y festivales, ganándose el cariño y respeto de músicos y fanáticos por igual.
Ángeles no solo asistía a eventos musicales, sino que también colaboraba activamente en programas de radio y revistas especializadas. Su sección en la revista Heavy Rock, «La consulta de la Abuela», se convirtió en un espacio donde compartía sus opiniones sobre discos, grupos y conciertos, demostrando un conocimiento profundo y una pasión inquebrantable por el género.
La imagen de Ángeles, con su característica chaqueta de cuero y el gesto de los cuernos, quedó inmortalizada en la portada del disco «Toca Madera» de Panzer. Además, su legado fue reconocido con un busto de bronce en el distrito de Puente de Vallecas, un homenaje a su contribución a la cultura rockera de Madrid.
La historia de Ángeles Rodríguez Hidalgo es un testimonio de cómo la música puede trascender generaciones y unir a personas de todas las edades. Su vida y su pasión por el rock continúan inspirando a nuevas generaciones de músicos y fanáticos, recordándonos que la edad no es un obstáculo para vivir con intensidad y disfrutar de lo que amamos.
Ángeles Rodríguez Hidalgo, conocida cariñosamente como «La Abuela Rockera», no solo fue una figura emblemática en la escena del rock madrileño, sino que también se convirtió en un símbolo de resistencia y pasión por la música. Su amor por el rock comenzó a una edad en la que muchos pensarían en retirarse, pero para Ángeles, la música era una forma de vida. Su presencia en los conciertos no pasaba desapercibida; con su chaqueta de cuero, sus gafas de sol y su energía inagotable, se convirtió en una inspiración para jóvenes y mayores por igual.
La Abuela Rockera no se limitó a ser una espectadora. Su conocimiento del rock y su entusiasmo la llevaron a colaborar en programas de radio, donde compartía anécdotas y recomendaciones musicales. Su sección en la revista Heavy Rock, «La consulta de la Abuela», se convirtió en un espacio de referencia para los amantes del género. Ángeles tenía un don para conectar con la gente, y su autenticidad y carisma la hicieron muy querida en la comunidad rockera.
Uno de los momentos más icónicos de su vida fue cuando apareció en la portada del disco «Toca Madera» de Panzer, una banda de heavy metal española. La imagen de Ángeles, con su gesto de los cuernos y su actitud desafiante, capturó la esencia del rock y se convirtió en un símbolo de la cultura rockera en Madrid. Su legado fue inmortalizado con un busto de bronce en el distrito de Puente de Vallecas, un reconocimiento a su contribución a la música y a la comunidad.
La historia de Ángeles Rodríguez Hidalgo es un recordatorio de que la pasión no tiene edad. Su vida y su amor por el rock continúan inspirando a nuevas generaciones de músicos y fanáticos, demostrando que la música es un lenguaje universal que trasciende barreras y une a las personas. Ángeles nos enseñó que nunca es tarde para seguir nuestros sueños y que la música puede ser una fuente de alegría y conexión a lo largo de toda la vida.
