En el competitivo mundo de los ordenadores para profesionales, el Mac Pro, lanzado en 2023, ha sido criticado por su elevado precio y por competir con dispositivos como el Mac Studio, que ofrece un rendimiento similar por mucho menos dinero. Sin embargo, este icónico equipo guarda sorpresas que lo convierten en la mejor opción para ciertos usuarios, incluso sin incorporar el potente chip M4.
El mejor ordenador es el Mac Pro
Muchos usuarios que quieren hacer una inversión menor optan por el Mac Studio o el MacBook Pro, pero pronto descubren que las cosas no son tan simples como pensaban. Aunque ambos dispositivos ofrecen un rendimiento espectacular, sus limitaciones en cuanto al almacenamiento y puertos te obligarán a instalar accesorios externos.
En el caso del MacBook Pro, con solo tres puertos Thunderbolt/USB 4, es casi obligatorio adquirir un dock adicional. El Mac Studio mejora este aspecto con más puertos, pero aún es insuficiente para profesionales que manejan múltiples dispositivos externos. Esto rápidamente incrementa los costes: docks, cables, y carcasas para reemplazar componentes se traducen en más gastos extras.
Además, las opciones más económicas, como los discos externos USB-C, no pueden aprovechar al máximo las velocidades más altas debido a una limitación de macOS, que no es compatible con los estándares USB más rápidos. Esto obliga a los usuarios a invertir en discos Thunderbolt 4, que son considerablemente más caros, si desean alcanzar velocidades óptimas de transferencia de datos.
En resumen, lo que inicialmente parece una ganga frente al Mac Pro, termina siendo una inversión considerable cuando se añaden todos los periféricos necesarios para alcanzar un rendimiento similar.
Otro punto a favor del Mac Pro es su diseño vertical, que alberga internamente gran parte de los componentes que en otros ordenadores necesitan ser externos. En un MacBook Pro o Mac Studio, la acumulación de RAID externos, docks y carcasas PCIe no solo ocupa más espacio en el escritorio, sino que también genera un caos de cables difícil de ocultar. Incluso con una gestión meticulosa, esta maraña de conexiones es inevitable.
El Mac Pro, en cambio, permite integrar hasta seis tarjetas PCIe internamente, eliminando la necesidad de tantos accesorios externos. Esto también reduce significativamente el ruido, ya que las alternativas externas suelen incluir ventiladores ruidosos. En el Mac Pro, los ventiladores internos son silenciosos y están diseñados para mantener el equipo fresco sin molestar a la tranquilidad del entorno.
Diseño y potencia sin ruidos
Los slots PCIe del Mac Pro son una joya para los profesionales. Permiten añadir almacenamiento interno ultrarrápido, tarjetas gráficas, o dispositivos específicos como controladores de audio o vídeo. Esto no solo mejora el rendimiento al eliminar los cuellos de botella típicos de los dispositivos Thunderbolt externos, sino que también es una opción más económica y práctica a largo plazo.
Por ejemplo, un usuario puede instalar una tarjeta con varios terabytes de almacenamiento NVMe, logrando velocidades de hasta 30.000MBps, muy superiores a las de los discos Thunderbolt externos más avanzados. Además, este almacenamiento interno es más barato por terabyte en comparación con las opciones externas.
El Mac Pro también ofrece puertos suficientes para quienes necesiten conectar dispositivos externos: ocho puertos Thunderbolt 4, dos USB-A, dos HDMI, y dos Ethernet gigabit. En muchos casos, esto elimina por completo la necesidad de instalar docks externos.
El Mac Pro, pese a no parecer la opción más atractiva a primera vista, destaca como la herramienta ideal para profesionales avanzados gracias a su diseño modular, integración interna, y rendimiento silencioso. Ofrece menos desorden, mayor versatilidad y potencia, manteniéndose como la mejor opción para quienes buscan un setup limpio y eficiente, especialmente en necesidades de almacenamiento.
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