Eisengrau (gris fierro o metálico en español), el combo tijuanense integrado por Carlos Madrigal, Luis Pablo García, Gilberto Martell y Jorge Castro, estaba prácticamente extinto cuando salió su hasta ahora único disco, una placa signada por la experimentación, pero que jamás irrita, agobia o fastidia. Ellos no hacen noise, pero tienen en el ruido una más de sus fuentes de sonido. Pueden jugar con drones, crear paisajes sonoros con pulsos de krautrock y manifestaciones semindustriales, voces a medio camino entre Psychic TV y The Residents (“They are not there”).
Un aura de post-punk primitivo baña este tejido sonoro oscuro, denso, por momentos impenetrable, que en medio de estos pasajes de negrura deja pasar ciertos rayos luminosos para crear laroscuros, temas inscritos en un ambient noir con ligeros toques melódicos (“Take me to the water”). Eisengrau es perturbador, pero al mismo tiempo fascinante. En esta obra hay pasajes misteriosos (“Blank AM radio”), inquietantes, a veces más cercanos al paisaje sonoro que a la música en sí (“The big sleep”).
Dicen sus integrantes que este su debut tiene un sutil sentido del humor y sí, efectivamente, pero es muy negro (“New martyrs”); también hay dark metal y dark ambient (“Fugue in Z menor”). Las influencias son obvias (Einsturzende Neubauten ⎯Eisengrau era el nombre del taller/sello de Bilxa Bargeld en sus inicios⎯, Throbbing Gristle, entre otras), pero lo importante es cómo las han asimilado para alcanzar identidad. Un nuevo Eisengrau (a veces dueto, otras un solo individuo, en ocasiones con invitados) nació de este primer álbum. Ahora, hay un segundo en proceso.
*También te puede interesar: Diles que no me Maten: “Improvisar es detener el mundo, percibir”
The post Eisengrau: Un gris casi negro impenetrable appeared first on Revista Marvin.