Llega a salas nacionales Drop: Amenaza Anónima, la nueva cinta dirigida por Christopher Landon, quien, en su anterior producción protagonizada por Vince Vaughn, Freaky (Este cuerpo está para matar como le pusieron los genios de la traducción), entregó un memorable híbrido de slasher con momentos cómicos. Parecía que había dejado la naturaleza aleatoria que le habíamos visto con sus entregas de Actividad Paranormal o ambas partes de Feliz día de tu muerte… Pero no. Como director, es un retroceso.
Protagonizada por Meghann Fahy, Brandon Sklenar y Reed Diamond, estamos ante un thriller muy sencillo, que echa por la borda lo conseguido por sus buenas actuaciones y manejo de cámara para favorecer uno de los giros más torpes que haya visto en la vida. No dudaría que aquí se dejó ver la mano total del productor y lo diré: jódete Michael Bay, eres uno de los cánceres más grandes que existe en la industria.

De qué va Drop: Amenaza Anónima
Violet es una madre soltera que oculta un atormentado pasado de abuso. Años después de enfrentar su peor pesadilla, decide volver al ruedo de las citas y se anima a conocer en persona a un fotógrafo con el que entabló una conversación en una app de citas. La velada de ensueño es arruinada cuando ella, empieza a recibir imágenes y mensajes intimidatorios a su teléfono. Su familia corre un gran peligro y para ayudarlos, solo tiene una opción: asesinar a su galán. El sospechoso está ahí su lado entre las demás mesas, ¿logrará encontrarlo?
Drop: Amenaza Anónima tiene una premisa interesante que se plantea bien a través de la gran complejidad que enfrenta tener a un personaje todo el tiempo pegado al celular. Sin embargo, aquí radica una enorme virtud que para el cine hollywoodense, es una lección por aprender: no son necesarias cien mil locaciones ni decenas de personajes para contar una historia entretenida.
El hecho de que el 80% de la película transcurra solo en el restaurante, genera una inquietante sensación de claustrofobia, entre la pantalla del teléfono y la delgada ventana que los separa con el resto de la ciudad. Se vuelve muy cercana esa impotencia que atraviesa la protagonista al realmente, no tener nada bajo su control. Mejor aún, cuando el tono cómico que maneja fluye correcto con el resto de las secuencias. Fan del mesero de la pareja en su primer día de trabajo. Hermoso.

Por supuesto esto no se lograría sin la excelente actuación de Meghann Fahy en el papel de Violet. Seré honesto, desconozco su trabajo en TV pero es un perfil que desearía ver más en el suspenso y horror. Tiene el tono perfecto de mostrar un rostro agobiado, presa del terror de la situación, sin exagerar un solo momento.
Otro tremendo punto a favor es su fotografía. ¡Qué forma de colocar la cámara! Blumhouse, ya usa Marc Spicer, en todas tus producciones, por favor. El director de fotografía ya había demostrado gran habilidad en el género con Lights Out y aquí, se permite una iluminación de fantasía y un juego con la profundidad de campo en varias ocasiones que ayuda a resaltar instantes. De lo más sobresaliente.
Y hasta aquí llegamos porque si bien, la mitad de la película funciona gracias a su sencillez, en el momento que aparece una pistola a escena, todo deja de ser interesante y esa construcción tan cuidadosa, se esfuma sin razón de ser. ¿A quién diablos se le ocurre pasar del suspenso a una escena sacada de Duro de matar sin el menor sentido posible? ¿Por qué los gringos no pueden vivir sin balaceras y persecuciones siquiera por media hora?
Es terriblemente frustrante ver como un producto inteligente, pasa a ser algo del montón hasta llegar a su último cuadro, sacado de Magnum P.I. con una beso y una risa en contraluz. El propósito principal del villano ya era sólido, sin ser espectacular, pero ¿por qué darle un giro que ni el mismísimo señor Telenovela, se habría atrevido? Es el mismo error que en las películas de Feliz día de tu muerte: un cambio de género y ritmo totalmente gratuito.
Es una lástima que Drop: Amenaza Anónima se caiga de esta forma porque pasa de ser una gran opción para ver en sala a una más para botanear cuando llegue a streaming. El esfuerzo de las actuaciones y fotografía, no son nada cuando lo más importante, el guion, se distorsiona así. La premisa daba para cerrarse por si sola pero no, los gringos quieren bang bang. ¡Basta!
Para el dato gamer: la música original corrió a cargo de Bear McCreary, compositor de los recientes juegos de God of War. Ahora que lo sabes y ya lo dijiste en voz alta, felicidades, tu acompañante no querrá una segunda cita.