A menudo, el gran enemigo del ahorro no es el gasto, sino la falta de control. En verano, esto es un clásico: por lo que si, estos meses, los gastos hormigas se te han comido el presupuesto, vamos a ver algunas buenas opciones para ahorrar un buen pico.
El mejor modo de crear una rutina de ahorro es sistematizarlo a través de hábitos que hagan esto más sencillo. Dicho de otro modo, hacernos conscientes y tomar acción frente a los pequeños gastos que se llevan el presupuesto: las cervezas en el bar, una suscripción de streaming que no utilizas desde hace meses, comisiones del banco que te da «pereza» renegociar…
Las suscripciones, las carga el diablo
Netflix, Amazon Prime, YouTube Premium, Spotify… son solo algunos ejemplos de servicios de streaming y suscripción con cuotas mensuales de entre 5 y 10 euros al mes. Lo mismo, con periódicos digitales, Patreon o Teaming. También hay suscripciones a servicios concretos, como el gimnasio o esa mentoría de inglés, o de negocios, que todavía no has abierto.
¿Puedes prescindir de algunas? El ahorro será sustancial.
Un par de buenos trucos para valorarlo son:
- Si durante todo un mes no lo has utilizado, es poco probable que lo estés aprovechando y deberías replantearte el pago
- Si tienes varias suscripciones del mismo estilo (por ejemplo, Netflix, Disney+, HBO y Amazon Prime), rotar o priorizar algunas pueden suponer un ahorro directo
El problema de las suscripciones es que, en su mayoría, son muy similares a los gastos hormigas: cobros pequeños, pero constantes que se van apilando.
Ahorro medio: entre 10 y 30 euros.
Llévate un «tupper» para comer
Una buena planificación de las comidas supone la posibilidad de ahorrar cada día y, además, consumir productos frescos y de calidad. Si quieres saber más, probablemente te interese el concepto real food.
Céntrate en controlar las comidas importantes primero, como el almuerzo fuera de casa (si no tienes ticket restaurante, el precio medio de un menú supera los 14 euros en las capitales: un 12,6 % más que en 2016).
A continuación, intenta cubrir desayuno y merienda también con productos frescos y sanos, y evita los pequeños gastos: descontrol de cafés, chucherías, bollería…
Sin ticket restaurante, el gasto mensual en menús para una persona que trabaja en oficina de lunes a viernes es de 292 euros, ¡más que la cesta de la compra que hace una persona en todo el mes!, cuyo mínimo está en los 250 euros.
Además, comer fuera (al margen de los menús del día) o pedir comida a domicilio también debería ser considerado un extra, y no un hábito. Cocinar en casa es un método efectivo de ahorro y, además es más sano, porque podemos controlar ingredientes y cantidades mejor.
Ahorro medio: entre 30 y 50 euros (solo por prescindir de un café o una pasta al día). Más de 100 euros/mes, si reducimos pedidos a domicilio y controlamos los microgastos en comida.
El carrito maldito, y las compras impulsivas
Si eres impulsivo o impulsiva en el momento de comprar, puedes ayudarte fijando unos días «para meditarlo» antes de tomar la decisión: por ejemplo, un par de días antes de gastar más de 50 o 100 euros; un par de semanas, si cuesta más de 500 euros.
En on-line, esto es algo cada vez más común por las políticas de descuento y devolución gratuita, pero piensa tanto en lo innecesario de la actividad (y los gastos derivados, a nivel de medio ambiente, por ejemplo) como por el tiempo invertido. El tiempo es cosa tuya, por descontado, pero contar con un presupuesto cerrado para estas compras y valorarlo con tiempo te ayudarán a no caer en una dinámica de gasto descontrolado.
La compulsividad, en cambio, debería tratarse como un problema de salud y buscar ayuda profesional más allá de intentar «controlarla», ya que atiende a razones más profundas (como calmar la ansiedad de formas poco funcionales o saludables), por regla general.
Ahorro medio: variable. Reduciendo las compras típicas en Amazon, podemos ahorrar entre 50 y 100 euros del presupuesto mensual.
Ofertas, fidelización y marcas blancas
Sin embargo, hay programas de fidelización (el más sencillo, el que todos conocemos: Amazon Prime, y no pagas gastos de envío) que pueden suponer un ahorro considerable dependiendo de nuestra forma de comprar.
Si haces muchos pedidos por mes en Amazon, Prime te supondrá un ahorro considerable, si pides un paquete cada 2 o 3 meses, no.
Vale la pena que lo analices por tu cuenta aquí: ¿y si hay una oferta de un producto que utilizas muchísimo y no caduca? Si tienes espacio y posibilidad de invertir, aprovecha: esto vale para bebidas, conservas, productos de limpieza… Con los formatos grandes, mientras te asegures de que es algo que vas a utilizar, pasa lo mismo.
Por último, las marcas blancas suelen dar buenos resultados. Quizá hay equis productos concretos de los que no quieres prescindir, pero puedes proponerte probar marcas blancas y comprobar la calidad: si no te encaja, puedes volver a tu marca de siempre. Si te encaja, supone ahorrar un pico.
Ahorro medio: entre 10 y 20 euros.
Tarjeta o efectivo: he ahí el dilema
Hay gente que te dice que lo pagues todo en efectivo, para controlar cualquier gasto. También está el caso contrario: si pagas con tarjeta, todo queda reflejado y puedes consultar la información en tu caja o banco.
Algunas ideas que pueden ayudarte:
- Reserva una parte en efectivo para compras recurrentes y otro para «caprichos» (gastos hormiga), así te harás una idea de lo que gastas y tendrás mayor control
- Opta por un programa o tarjeta de las que «redondean» tus compras y envían la suma restante a una cuenta de ahorro o de inversión (N26 se promocionó con este tipo de programas desde sus inicios, aunque ahora lo encuentras en muchos bancos y apps)
- Limita el gasto de las tarjetas de crédito y débito, con el objetivo de tener que valorar bien cuando hay un gasto imprevisto o cuando te vas a pasar del presupuesto diario o semanal
Ahorro medio: entre 10 y 20 euros.
Presupuestos realistas para el ahorro
La mayoría de entidades bancarias, como Caixabank o el BBVA, ofrecen consejos de salud financiera interesantes para establecer un ahorro mensual (muy vinculados a su actividad, por qué no decirlo).
Las cuentas de ahorro suelen ser una gran opción, pero se vuelven poco funcionales sin aportaciones periódicas, por lo que deberías:
- Establecer presupuestos mensuales y fijarte metas concretas, lo que te ayudará a mejorar tu ahorro
- Incluir los ahorros en el presupuesto mensual, también te permite planear gastos y limitar ciertos «excesos», ya que te da perspectiva de tus objetivos a medio y largo plazo
- Ser realista con las cantidades es la mejor forma de ahorrar sin caer en frustraciones innecesarias: hoy, el ahorro es más complicado que nunca, la mayoría de personas lo sabemos
Ahorro medio: variable, entre 50 y 100 euros/mes es una buena cantidad para un sueldo medio.
Controlar los «vicios» (y tu salud)
Por último, coge el hábito de comparar el precio de un producto que necesitas en varias tiendas y en Internet. Es habitual que, ante excesos de stock, el mismo producto se venda a precios distintos en dos tiendas o que haya ofertas concretas si se compra on-line. Es algo común en electrónica, joyería, relojería y un largo etcétera.
Asimismo, también puedes comparar el gasto en alcohol y tabaco, y todo lo que te ahorrarías. Hasta cierto punto, con los impuestos al IVA en bebidas azucaradas y otros alimentos poco saludables, ocurre lo mismo.
Si fumas 10 cigarrillos de Marlboro al día, con el coste de un paquete a 5,60 euros, estarás gastando 84 euros al mes en tabaco. Si tomas una cerveza en el bar cada dos días, a un precio medio de 2 euros, son 30 euros/mes extra.
Y seamos sinceros: es poco probable que esos gastos no sean, por lo menos, el doble, ¿verdad?
Ahorro medio: variable, entre 50 y 100 euros/mes.
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La noticia
Cómo pasar de tener nulo control sobre tus gastos y finanzas a llegar a ahorrar 100 euros al mes para invertir con cabeza
fue publicada originalmente en
El Blog Salmón
por
Javier Ruiz
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