El combo integrado por Diego Ibáñez, Martín Vallhonrat, Juan Pedrayes y Mario del Valle ha empuñado de nuevo las guitarras para rajársela derecho, brindando escasas concesiones, con un álbum cuyo titulo, más que sugerencia, luce como amenaza: Elige tu propia aventura. Trece tracks casi todos concluyentes, definitivos. Quizá la carta con la que habría que referirse a esta banda en el futuro, cuando se haga el recuento de lo que en últimas fechas la escena indie pop española ha ido presentando.
Elige tu propia aventura. Un disco que se va como trago de cerveza. Una obra que refresca, que apenas cruza el cuerpo hace exclamar ahhhh y de inmediato lo lleva a uno a preguntar en la barra por más. La apertura es certera: “Joderse la vida”, la historia de un sujeto convencido de que arrojarse al vacío es una excelente idea mientras, a su alrededor, todos se preguntan si será un buen plan adelantar tiempo e ir cavando su tumba. Pop de ansia suicida, de chavales sudados brincando con la pupila dilatada. Juventud en MDMA.
Bajo este ver, escuchar la versión actual de Carolina Durante es como imaginar a los viejos Vaccines; es decir, como si los ingleses jamás hubieran extraviado esa ondita que primigeniamente poseían. O bueno, como si los Hombres G resucitaran en plan indie, descarriados plenamente, pijos y desobedientes con sus madres. Efectivamente, estos cuatro tipos suenan fuera de sitio, de tiempo (acaso la inclusión de Rosalía en el tema “Normal” los coloca en algo parecido al presente). Y no podía ser de otra manera: se nota que están haciendo lo que les place. Simplemente eso. Y conseguir tal acto trae consigo riesgos.
Reluce “San Juan”, un remanso entrecomillado con brotes acústicos y una armónica que endulza un poco el trato. A su lado suena bien la que titula el disco; allí se alcanza una desconocida cuota de introspección para la banda (vaya, incluso aloja violines) al referirse a alguien que decide ser un hijo de puta, como su padre, buscando así evitar el dolor acompañado de una trompeta. El enunciado cumbre: Ser un rey malo que en navidad no deja regalos. El track contrasta con “Verdes” y sus recuerdos como moscas, sobrevolando cabezas que piensan demasiado.
“Tempo 2” igualmente contiene una frase interesante: Odiábamos las mismas cosas, nada une más que eso. Los autores hacen entonces alusión, por ejemplo, a la gente que habla de sus sueños mientras una guitarra distorsionada cruje fuerte (Graham Coxon elogiaría el detalle). Al tiempo, “Interludio” destaca por sus arpegios ensoñadores, hablando de perseguir brujas a la hora de dormir, de padecer insomnio, de avanzar sobre desiertos que se cruzan a corazón abierto.
Por su lado andan “Misil”, “Monstruo”, “Dios plan” y “Tomé café”: composiciones que corren con el acelerador a fondo, rebasando los dos minutos de duración por puro compromiso, refrendando lo hecho previamente por los firmantes. Elige tu propia aventura (Sonido Muchacho, 2024) llega luego de un debut homónimo en formato LP (aunque antes hubo un EP, Necromántico, encargado de prender la mecha) y Cuatro chavales. La producción es cortesía de Ali Chant (con credenciales al lado de Yard Act o Dry Cleaning) y cuenta con colaboraciones puntuales de David Grubb, Pete Judge y la ya mencionada Rosalía.
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