El de Barcelona continúa hilando hits sin escatimar alianzas ni motivos, y esta vez opta por dedicarle un tema a su amiga Dulceida titulado “Un rayito”, interpretado al lado de Suu. Una composición que celebra la maternidad de la influencer y sirve como soundtrack para la nueva temporada de Dulceida al desnudo. Con ello alrededor pactamos cita con Carlos Sadness, quien desde su tierra natal atiende videollamada al tiempo que su gato, Rey Salomón, se pavonea ante la cámara.
Cuenta, Carlos, ¿qué se siente tener una amiga tan famosa con Dulceida?
Es que cuando la conocí no era tan famosa. Nos encontramos cuando ambos estábamos empezando. Recuerdo que coincidimos en una viaje y yo pensaba, espero que no me toque con esa tía en el avión porque no voy a aguantarlo; pero me cayó muy bien, es una persona natural y generosa. Eso fue hace más de diez años y hoy en día ella es mucho más famosa que yo, pero eso no le impide aparecer un día de sorpresa en mi cumpleaños, tener detalles muy bonitos.
A ella le dedicas “Un rayito”.
En realidad, más que a ella, al hecho de que sea mamá. No me gusta pensar que haya canciones que sean propiedad de alguien. Igual jamás hago un concierto y digo, este show se lo dedico a tal. No. No me gusta que estas cosas tengan propietario, pero sí que señalen acontecimientos, como éste, algo muy deseado desde hace tiempo por ella. “Un rayito” es algo cool, es celebrar con una canción.
Qué opinión guardas de los influencers en general.
Hay tantos y de tantos tipos que tener una opinión generalizada es complicado. Hemos aprendido a vivir con ellos, nos hemos adaptado de la mejor manera posible, pero es algo medio complicado. A mí me gusta cuando la fama de las personas es consecuencia de algo bello, algo hecho con pasión, que emociona. Antes me costaban los influencers porque pensaba, bueno, es que esta persona sólo está contando su vida, y al final he entendido que mucha gente necesita de ese reflejo, ver a otros que no hacen más que vivir. Porque esto tiene su mérito, y me ha costado verlo. A raíz de conocerlas descubro que son personas que tienen talento comunicándose.
Bueno, todos nos dedicamos nada más a vivir…
Pero ellos a vivir… y a comunicarlo. Ahí esta la diferencia. Hay muchas cosas que yo vivo a nivel personal y que no me apetece comunicarlas. Mi comunicación está relacionada con la música.
Es decir, finalmente eres una suerte de influencer.
Todas las personas que están expuestas a una cantidad lo suficientemente grande de gente, como para que un porcentaje de ésta se deje influenciar por sus ideas, manera de hablar y pensar, de alguna manera se convierten en esa figura. Aunque mi padre ha sido un influencer para mí.
En este sentido, ¿te pesa tener tal responsabilidad ante tus fans?
No siento que sea algo tan heavy, al final hago música y ésta es interpretada. No siento esa carga sobre mí. No es mi principal característica influenciar a la gente, hay quienes sí cuentan con eso; yo acompaño musicalmente, algo más lejano.
¿Sabes de qué sí eres responsable? De que un instrumento como el ukulele se pusiera de moda. ¿Qué te gusta de éste?
¿Yo? No tanto, ya pasó un poco eso. Melissa Robles quizá sí sea responsable de que se pusiera de moda. Es un instrumento cómodo, práctico. Lo llevo a los shows porque me gusta marcar el ritmo, es casi como un shaker pero con armonía, algo que me viene muy bien para afinarme al cantar y que, además, resulta más cómodo al viajar que una guitarra.
Habiendo tantos por ahí llamándose artistas cuando no lo son en realidad, me gustaría saber para ti qué es el Arte.
Hay vías para responder eso. Por ejemplo, la versión histórica que te daría ChatGPT. El Arte es un elemento que ha estado en mi vida siempre, que ha ido evolucionando conmigo, rescatándome en momentos. A veces está muy presente y luego me deja espacio para que yo haga otras cosas; pero espera el momento oportuno para trascender no sólo en mí, sino en otras personas. Ahí es cuando me dejo ir y nos vamos trabajando juntos. Esto empezó hace once años, con La idea salvaje, el disco que me llevó a América; ahora tengo cinco discos y me pregunto: ¿quiero seguir batallando en primera línea o ya no tengo energía y debo tomármelo con calma? No tengo una respuesta inmediata, sólo que el Arte siempre ha estado conmigo, y que va y viene, poniéndome a prueba.
Hablando de la relación tan honda que tienes con tus fans mexicanos, platica una anécdota con ellos que te haya dejado marcado.
En octubre del año pasado estaba por presentarme en Auditorio Nacional y me sentía desanimado. Pensaba, wow, no sé si realmente estaré mucho más tiempo en esta primera fila de la música porque me está comprometiendo mucho, en realidad no sé si me está haciendo feliz. Había gente esperándome a las afueras del hotel donde estaba hospedándome y yo, desayunando, pensé, uf, ojalá que no me vean porque si me paran estoy muerto, necesito comer algo. Entonces escuché que alguien decía mi nombre y me dije, no voy a ser mamón, debo saludarles. Lo hice, los fans me tomaron unas fotos y me dieron una carta que abrí al subir a la habitación. Ésta decía al final: lo más importante es que nunca dejes de hacer música. Y me pareció revelador leerlo en ese momento pues supe que hacer música no siempre me ha hecho feliz a mí, pero sí que ha hecho felices siempre a otras personas. Así llegué al Auditorio Nacional, con otra actitud tras leer esa frase tan sencilla que he vuelto a leer tantas veces.
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