En los últimos años, las universidades públicas de varios países europeos, entre ellos España, han visto un aumento significativo en la cantidad de estudiantes extranjeros matriculados en programas de posgrado y grado. Este fenómeno debiera ser un síntoma de la calidad de la educación europea, pero es todo lo contrario. Parece que un título universitario de la vieja Europa está en venta al mejor postor, si se es un poco flexible.
Se ha comenzado a generar preocupaciones sobre la calidad educativa y el nivel de competencia lingüística de los alumnos. En especial, las universidades españolas han registrado un notable aumento en el número de estudiantes provenientes del extranjero, sin que muchos de ellos dominen el español lo suficiente como para seguir con éxito los cursos.
“El máster de los chinos” de la Complutense
La Universidad Complutense de Madrid, por ejemplo, ha sido objeto de críticas debido a su máster en Investigación en Periodismo, que ha sido apodado por algunos como «el máster de los chinos». En una promoción, de las 120 plazas disponibles, 102 estuvieron ocupadas por estudiantes de China. Este desajuste ha generado un ambiente tenso en el aula, donde muchos estudiantes españoles se quejaban del bajo nivel de comprensión y participación de sus compañeros asiáticos, quienes luchaban por entender las clases y a menudo dependían de traductores en línea para realizar sus tareas.
En este contexto, se señala que en la Complutense, el nivel de español de los estudiantes internacionales, especialmente los chinos, es a menudo insuficiente. A pesar de que se exige un diploma B2 de español para la admisión, muchos alumnos no alcanzan ese nivel, lo que genera dificultades para entender los contenidos y participar activamente en las clases. Eso impide un aprendizaje efectivo en lo que se supone es una de las mejores universidades del país.
Eso, si nos vamos a la noticia de El País. Si nos vamos a la de El Confidencial, directamente hablan de intentos de soborno por parte de los propios estudiantes a los profesores del máster.
Otras universidades en las que parecen encontrarse situaciones similares son la Universidad de Alcalá de Henares, la Universidad Rey Juan Carlos y la Universidad Autónoma de Barcelona. Obviamente, esto sucede en una pequeñísima proporción de sus titulaciones, pero en las que sucede, nos encontramos ante un grave problema.
Un fenómeno europeo
La situación no se limita a una universidad o a un país. En Reino Unido, el 70% de los alumnos matriculados en un máster no son británicos. Muchos, antes, parecía que compraban sus trabajos en essay factories, ahora usan herramientas de inteligencia artificial. Algún profesor de la Russell Group (una agrupación de la mayoría de las instituciones más prestigiosas del Reino Unido) afirma que el 70% de sus alumnos de máster no tienen conocimiento suficiente del idioma.
En Francia, también se ha observado un fenómeno similar con estudiantes chinos que, en ocasiones, no dominan el francés al nivel que exige la formación universitaria. Según las investigaciones, algunos de estos estudiantes han recurrido a sobornos para obtener diplomas fraudulentos. La venta de diplomas falsificados en instituciones francesas, como en el caso de la Universidad de Toulon, expone las vulnerabilidades de un sistema educativo que, en su afán por atraer a estudiantes internacionales, puede estar bajando sus estándares o directamente vendiéndolos.
Luego tenemos situaciones donde se han ignorado los requisitos básicos para la obtención de diplomas. En Albania, el escándalo del “Wisdom College” revela cómo funcionarios corruptos facilitaron la distribución de diplomas falsos a estudiantes italianos. En este caso, los diplomas se vendían por precios que oscilaban entre 6.000 y 20.000 euros, dependiendo de la carrera. En España hay sospechas sobre títulos emitidos por la Universidad Rey Juan Carlos a estudiantes italianos.
El verdadero problema
El verdadero problema es la futura debilidad del prestigio de los títulos europeos, algo que nos acaba afectando a todos aquellos que tenemos uno o varios papeles con el nombre de una universidad europea y el nuestro.
Si esto sigue sucediendo, los europeos acabaremos teniendo que estudiar títulos en universidades de Asia o Norteamérica. No nos quedará otro remedio si queremos obtener una buena educación. Las universidades seguirán expidiendo títulos que valdrán poco. Quizás algún país europeo consiga mantener el valor de sus títulos y sus universidades podrán conseguir buenos ingresos vendiendo educación a aquellos motivados y con los recursos suficientes para pagar por la educación fuera de sus fronteras.
Proteger el escaso prestigio de nuestras instituciones educativas debería ser un debate nacional, especialmente de las públicas que financiamos con los impuestos de todos. No una anécdota que se ha quedado atrás en el tiempo y de la que no hemos vuelto a hablar en prensa.
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La noticia
Cada vez más universidades públicas aceptan alumnos extranjeros que no hablan español. «Mientras paguen…»
fue publicada originalmente en
El Blog Salmón
por
Javier J Navarro
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