Brave vs Vivaldi: ¿Qué navegador alternativo se lleva el oro en privacidad y personalización?

Que Google Chrome sea el rey de los navegadores -en cuanto a su número de usuarios- no quiere decir que otros navegadores no puedan superar sus capacidades. De hecho, los navegadores con IA son solo la punta del iceberg de la férrea competencia entre navegadores. Pero dejando de lado a la IA, también hay navegadores «tradicionales» pensados para satisfacer a usuarios, y no para servir a grandes empresas.

Dos de esas alternativas son merecedoras de una mención aparte: Brave y Vivaldi. Y ambos tienen una premisa que Chrome no puede alcanzar: un navegador que respeta nuestra privacidad, que no vende nuestros datos y que bloquea los anuncios invasivos y nos devuelve el control de la navegación.

Sin embargo, aunque comparten funciones muy parecidas, tienen enfoques distintos. Brave apunta más hacia la eficiencia y una protección generalizada desde el primer clic, y para ello, activa sus defensas desde la propia instalación. Pero Vivaldi se enfoca más en la personalización, pensado para usuarios que quieren ajustar cada píxel de su interfaz.

Así que la pregunta es… ¿Cuál se adapta mejor a ti? Y la respuesta no es simple, así que vamos a entrar en comparativa.

Brave

navegador brave

Brave está construido con la premisa de «privacidad» como su pilar fundacional. Cuenta con bloqueadores de rastreo, cookies de terceros, fingerprinting y cualquier redirección maliciosa. Pero lo mejor es que no necesitamos configurar nada, pues su protección está activa desde que abrimos el navegador por primera vez. Brave también cuenta con navegación mediante Tor para un máximo anonimato, su propio motor de búsqueda, que impide cualquier rastreo, y la opción de una VPN de pago capaz de encriptar nuestra conexión hasta en 5 dispositivos. Básicamente un guardaespaldas permanente en la red.

La velocidad de navegación es otra fortaleza a destacar. Al bloquear scripts y rastreo desde el inicio, no solo mejora la privacidad, sino que acelera el proceso de carga de cualquier web de manera notable. Consume menos RAM que Chrome, por lo que es otro punto a favor para equipos de gama media o inferior. Y su diseño es minimalista, parecido al del navegador de Google. Por lo tanto, si te obsesiona la privacidad y la protección, Brave es tu opción.

Además, al ser un navegador basado en Chromium, soporta las extensiones de Chrome sin problema alguno. Por lo que no pierdes ningún tipo de funcionalidad si recurres a ellas frecuentemente.

Vivaldi

Aspecto actual y estructura del navegador Vivaldi.
Interfaz de Vivaldi. Foto: captura de Softzone.

Vivaldi es otro navegador que se toma la privacidad muy en serio, pero cambia su enfoque con respecto a Brave. Incluye un bloqueador de publicidad y rastreadores integrado, aunque en algunos casos necesitas activarlo manualmente. El navegador en ningún momento recopila datos del usuario ni realiza un seguimiento de navegación. De hecho, ofrece también una navegación privada mejorada que borra las cookies y los datos de nuestra sesión.

A cambio de una privacidad más flexible, encontramos una personalización hasta el último pixel. Este navegador es prácticamente un lienzo en blanco que podemos moldear funcional y visualmente. Podemos cambiar la posición de las pestañas, los colores de las páginas web, crear comandos personalizados, usar paneles laterales, dividir la pantalla para ver varias páginas webs…

Como ves, es perfecto para los usuarios que quieran controlar cómo se ve y cómo funciona su navegador. Pero no solo cuenta con personalización estética. También destaca por sus herramientas de productividad integradas:

  • Correo
  • Notas
  • Capturas de pantalla
  • Calendario

Entre otros. En este caso, consume más recursos que Brave dada las múltiples opciones y funciones de su interfaz, pero sigue estando muy por debajo de Chrome, estando también basado en Chromium.

¿Con qué navegador quedarnos?

En el caso de que prefieras una privacidad máxima por encima del resto de elementos, velocidad y eficiencia, entonces Brave es el navegador que más te va a satisfacer. Es perfecto para usuarios que quieren ser irrastreables desde el segundo uno y sin tocar una sola configuración para ello.

En el caso de que valores la privacidad, pero quieras optar por un paquete más completo de funciones y personalización -con herramientas integradas en el propio navegador-, Vivaldi se lleva la palma en esta sección.

En cuanto a privacidad pura, que es la premisa de este artículo, Brave gana por defecto. Pero en cuanto a mayores funcionalidades, Vivaldi es uno de los más completos del mercado.