Sólo alguien con la trayectoria de Tim Burton puede darse el gusto de retomar una de sus obras icónicas y crear una secuela, en esta caso la fantástica Beetlejuice, de 1988, un caballo de Troya en clave dark para criticar el status quo de la sociedad norteamericana de finales de los años ochenta.
En esta nueva entrega, Burton se actualiza para poner el dedo sobre la llaga en cuanto a los males actuales como coaches de superación personal, influencers, hipsters de compras online y por supuesto el capitalismo salvaje vía las bienes raíces. El talento del director lo aleja de ser el boomer gruñón para matizar el asunto a través de un finísimo sentido del humor que hace todavía más potente su crítica.
Como era de esperarse, los elementos darks están presentes en la cinta, con una Lydia Deetz que nos muestra que su etapa oscura fue más que una fase de juventud. Seguramente muchas criaturas de la noche se sentirán plenamente identificadas, sobre todo quienes ahora tienen hijas e hijos adolescentes. Y justo aquí es donde Burton establece la línea narrativa de la historia, que como en la primera parte es un pretexto para hablar de la angustia quinceañera, ahora a través de una estupenda Jenna Ortega que consolida el relevo generacional de la estética dark actual.
Beetlejuice, Beetlejuice es la mejor fiesta de Halloween a la que puedas asistir, más si tienes a un Michael Keaton y un Willem Dafoe simplemente deliciosos en sus actuaciones, acompañados de la música de Danny Elfman y una estupenda Monica Bellucci que complementa una de los repartos más divertidos de este año.
*También te puede interesar: Alien Romulus: Terror exquisito como caramelo
The post Beetlejuice regresa: ¿Era necesario? No. ¿Está siendo divertido? Sí appeared first on Revista Marvin.