Mucho hay de cíclico en la historia de la música… es cosa de tener paciencia; pero cuando hablamos de esta especie de dialéctica suelo insistir en que no se vuelve estrictamente a un mismo sitio del pasado, sino que funciona como una espiral… misma posición, distinto nivel. Una vez más pienso en ello a propósito del debut de Been Stellar, un grupo formado por universitarios que coincidieron en Nueva York.
Diversos medios hablan de un regreso de las guitarras y Scream from New York, NY es un disco que aboga por ello; no son pocos los que señalan a la banda “como una de las grandes revelaciones del indie-rock actual”; es evidente que se está construyendo un hype alrededor suyo, pero en su caso hay argumentos varios para justificarlo.
Hay que decir que Scream from New York, NY es un notable conjuntos de canciones de rock; he allí su fundamento, luego vendrá la capacidad del quinteto para ir del shoegaze al post-punk pasando en el camino por el dreampop.
Been Stellar tienen en claro que sus habilidades como instrumentistas son bastantes y es por ello que puedan probar con distintos subgéneros sin que por ello pierdan potencia. El asunto es que ellos radican en una ciudad mítica y no han tenido temor por plasmar los hallazgos de lo vivido allí recientemente -esto es lo que hay-.
Ellos podrían decir: -al carajo el CBGB, The Velvet Underground, Television y también The Strokes e Interpol… este es mi tiempo y mi momento, por lo que trato de expresarlo-. En la canción de apertura lo dejan claro: “New York is wasted, you start again”. Logran una música de gran tensión y urgencia que avanza como una aplanadora; “Start again” es impactante.
Sam Slocum (vocales), Skyler Knapp (guitarra), Nando Dale (guitarra), Laila Wayans (batería) y Nico Brunstein (bajo) eligieron a Dan Carey como su productor, por lo que el orfebre de los discos de Fontaines D.C. y black midi dejó su impresionante sello.
“Passing judgment” y “Pumpkin” agregan brío y fibra, además de mostrar que una gran fortaleza del grupo es lo que hace Laila Wayans detrás de los tambores y los platillos, ¡vaya pedazo de baterista!
“Scream from New York, NY”, la canción que le da título y la cuarta de disco, es un manifiesto que establece que la ciudad es el gran reto y la fuente de inspiración de las composiciones… resulta atractivísima, pero también es difícil y hasta peligrosa… Been Stellar no ocultan que hay amor y odio hacia La urbe de hierro, ni quien lo ponga en duda.
Otro apunte coincidente en varios medios en cuanto a este brillantísimo primer álbum, es que a los críticos les hace pensar en algunos temas de Smashing Pumpkins -no me lo parece tanto-. De mi parte no evocaría a ese otro mito neoyorquino que es Sonic Youth, sino que me decantaría por evocar a ese sonido noventero de Silversun Pickups y Pavement.
Scream from New York, NY nos lega una decena de canciones que exponen lo diversa que es la ciudad, además de una fuente inagotable de historias… expone a una banda prontamente madura y de la que cabe esperar lo mejor.
No podemos sino agradecerles por haber hecho un estupendo álbum concentrado en el juego de guitarras… no hacen sino honrar a la tradición citadina, mientras hacen lo suyo con total desparpajo y sin cortapisas -aquí no hay el menor ápice de copia-.
Been Stellar coloca por sorpresa su nombre entre los mejores discos de lo que va en 2024, al tiempo que expone el entramado de las relaciones interpersonales entre aquellos que habitan en una de las ciudades más fascinantes del planeta, pero que también tiene su faceta oscura y agobiante.
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