Siempre serán un valor agregado los artistas a los que les interesa sembrar su obra de interrogantes, antes que ofrecer todas las respuestas posibles; Microtonic es un álbum que tiende toda una red de supuestos que parten del hecho de que bdrmm, la banda inglesa, recibió apoyo de MicroTech, un macro corporativo del área médica y la investigación.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Es así como la banda de Hull se ve involucrada en un hipotético lanzamiento de un líquido azul destinado a maximizar el potencial del consumidor; mientras ello sucede, se dice que las canciones de Microtonic emiten ciertas frecuencias dirigidas a estimular la respuesta de los escuchas.
El asunto es que, más allá de especulaciones tecnológicas, las 10 canciones que ahora ofertan los bdrmm funcionan muy buen y plantean un ambiente un tanto distópico en el que las ciudades parece ser lugares fantasmales en los que se haya extraviado el ser humano… esa es la sensación que produce.
Y es aquí cuando podemos aterrizar el discurso, el cuarteto contó que pasaron mucho tiempo escuchando a Tom Yorke y Massive Attack –y ello es evidente-, pero que también leyeron con atención a Mark Fisher, creador del blog K-Punk y que se suicidara en 2017.
Mientras arranca “goit” –el tema de apertura- puedo acudir a una frase del periodista, escritor, crítico y cultural que parece escrita para ajustarse a Microtonic: “El trasfondo melancólico detrás de la cultura, indeterminado, fantasmagórico: “lo que ya no es más y lo que todavía no es”.
Se dice que Mark Fisher insistió en cuestionar: “las formas en que concebimos el tiempo, el trabajo y las relaciones humanas”; tal parece que bdrmm han hecho suyos estos tópicos y los vuelcan sobre piezas tan logradas como “John on the Ceiling”, “In The Electric Field” y una “Infinity Peaking” que se convierte en el núcleo conceptual y musical de esta entrega.
Microtonic tiene mucho de ciencia-ficción girando alrededor, aunque talvez quede como parte de una estrategia comercial a corto plazo y que en realidad apoye la campaña de lanzamiento del mencionado líquido azul que lo potencia todo –será cosa de esperar-.
El hecho es que bdrmm se alejaron un tanto del indie rock al uso e incursionaron en un entorno lleno de sintetizadores y secuencias que va desarrollando progresivamente el tono emocional… a la postre es un disco muy atmosférico que va conduciendo al escucha entre brumas sonoras.
bdrmm ha lanzado una obra muy sólida en lo musical, mientras que todo lo demás es una enorme especulación que crece y crece hasta que en algún punto del futuro podamos llegar a conclusiones definitivas… mientras tanto que la música fluya y se expanda… permanezcamos en la deriva.
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